Los orígenes del totalitarismo. Hannah Arendt [Pdf & epub]



Hannah Arendt (1906-1975), filósofa alemana de origen judío, se doctoró en filosofía en la Universidad de Heidelberg. Emigrada a Estados Unidos, dio clases en las universidades de California, Chicago, Columbia y Princeton. De 1944 a 1946 fue directora de investigaciones para la Conferencia sobre las Relaciones Judías, y, de 1949 a 1952, de la Reconstrucción Cultural Judía. Su obra, que ha marcado el pensamiento social y político de la segunda mitad del siglo, incluye, entre otros, Los orígenes del totalitarismo, La condición humana y La vida del espíritu.


Los totalitarismos han constituido un fenómeno que no se podrá soslayar siempre que se quiera hacer una caracterización del siglo XX. Su estudio necesita bucear en sus orígenes, que para Hannah Arendt son el antisemitismo y el imperialismo.

Este libro fue escrito por el convencimiento de que sería posible descubrir los mecanismos ocultos mediante los cuales todos los elementos tradicionales de nuestro mundo político y espiritual se disolvieron en un conglomerado donde todo parece haber perdido su valor específico y tornándose irreconocible para la comprensión humana, inútil para los fines humanos. 

Uno de ellos, que se presentaba como pequeño y carente de importancia políticamente, el antisemitismo, llegó a convertirse en el agente catalizador del movimiento nazi y, a través de él, de la Segunda Guerra Mundial y las genocidas «cámaras de la muerte». Otro, la grotesca disparidad entre causa y efecto que, introdujo la época del imperialismo, cuando las condiciones económicas determinaron en unas pocas décadas una profunda transformación de las condiciones políticas en todo el mundo. 

Un actual neototalitarismo amenaza con nuevas destrucciones y ataques a la Humanidad. Hannah Arendt llega a sus conclusiones después de examinar la transformación de las clases en masas, el papel de la propaganda en relación con el mundo no totalitario y la utilización del terror como verdadera esencia del totalitarismo en cuanto sistema de gobierno. En su capítulo final analiza la naturaleza del aislamiento y la soledad como condiciones necesarias para una dominación total.

Esta edición añade a la primera, que logró consideración de verdadero clásico en el tema, las revisiones y ampliaciones de la «nueva edición» de 1966 y los prefacios a la de Harvest de 1968.


A HEINRICH BLÜCHER

PROLOGO A LA PRIMERA EDICION NORTEAMERICANA

No someterse a lo pasado ni a lo futuro. Se trata de ser enteramente presente.

KARL JASPERS

Dos guerras mundiales en una sola generación, separadas por una ininterrumpida serie de guerras locales y de revoluciones, y la carencia de un Tratado de paz para los vencidos y de un respiro para el vencedor, han desembocado en la anticipación de una tercera guerra mundial entre las dos potencias mundiales que todavía existen. Este instante de anticipación es como la calma que sobreviene tras la extinción de todas las esperanzas. Ya no esperamos una eventual restauración del antiguo orden del mundo, con todas sus tradiciones, ni la reintegración de las masas de los cinco continentes, arrojadas a un caos producido por la violencia de las guerras y de las revoluciones y por la creciente decadencia de todo lo que queda. Bajo las más diversas condiciones y en las más diferentes circunstancias, contemplamos el desarrollo del mismo fenómeno: expatriación en una escala sin precedentes y desraizamiento en una profundidad asimismo sin precedentes.

Jamás ha sido tan imprevisible nuestro futuro, jamás hemos dependido tanto de las fuerzas políticas, fuerzas que parecen pura insania y en las que no puede confiarse si se atiene uno al sentido común y al propio interés. Es como si la Humanidad se hubiera dividido a sí misma entre quienes creen en la omnipotencia humana (los que piensan que todo es posible si uno sabe organizar las masas para lograr ese fin) y entre aquellos para los que la impotencia ha sido la experiencia más importante de sus vidas.

Al nivel de la percepción histórica y del pensamiento político prevalece la opinión generalizada y mal definida de que la estructura esencial de todas las civilizaciones ha alcanzado su punto de ruptura. Aunque en algunas partes del mundo parezcan hallarse mejor preservadas que en otras, en lugar alguno pueden proporcionar esa percepción y ese pensamiento una guía para las posibilidades del siglo o una respuesta adecuada a sus horrores. La esperanza y el temor desbocados parecen a menudo más próximos al eje de estos acontecimientos que el juicio equilibrado y la cuidadosa percepción. Los acontecimientos centrales de nuestra época no son menos olvidados efectivamente por los comprometidos en la fe en un destino inevitable que por los que se han entregado a un infatigable optimismo.

Este libro ha sido escrito con un fondo de incansable optimismo y de incansable desesperación. Sostiene que el Progreso y el Hado son dos caras de la misma moneda; ambos son artículos de superstición, no de fe. Fue escrito por el convencimiento de que sería posible descubrir los mecanismos ocultos mediante los cuales todos los elementos tradicionales de nuestro mundo político y espiritual se disolvieron en un conglomerado donde todo parece haber perdido su valor específico y tornándose irreconocible para la comprensión humana, inútil para los fines humanos. Someterse al simple proceso de desintegración se ha convertido en una tentación irresistible no sólo porque ha asumido la falsa grandeza de una «necesidad histórica», sino porque todo lo que le era ajeno comenzó a parecer desprovisto de vida, de sangre y de realidad.

La convicción de que todo lo que sucede en la Tierra debe ser comprensible para el hombre puede conducir a interpretar la Historia como una sucesión de lugares comunes. La comprensión no significa negar lo que resulta afrentoso, deducir de precedentes lo que no tiene tales o explicar los fenómenos por tales analogías y generalidades que ya no pueda sentirse el impacto de la realidad y el shock de la experiencia. Significa, más bien, examinar y soportar consciéntemente la carga que nuestro siglo ha colocado sobre nosotros — y no negar su existencia ni someterse mansamente a su peso—. La comprensión, en suma, significa un atento e impremeditado enfrentamiento a la realidad, un soportamiento de ésta, sea como fuere.

En este sentido es posible abordar y comprender el afrentoso hecho de que un fenómeno tan pequeño (y en el mundo de la política tan carente de importancia) como el de la cuestión judía y el antisemitismo llegara a convertirse en el agente catalítico del movimiento nazi en primer lugar, de una guerra mundial poco más tarde y, finalmente, de las fábricas de la muerte. O también la grotesca disparidad entre causa y efecto que introdujo la época del imperialismo, cuando las dificultades económicas determinaron en unas pocas décadas una profunda transformación de las condiciones políticas en todo el mundo. O la curiosa contradicción entre el proclamado y cínico «realismo» de los movimientos totalitarios y su evidente desprecio por todo el entramado de la realidad. O la irritante incompatibilidad entre el poder actual del hombre moderno (más grande que nunca hasta el punto incluso de ser capaz de poner en peligro la existencia de su propio Universo) y la impotencia de los hombres modernos para vivir en ese mundo, para comprender el sentido de ese mundo que su propia fuerza ha establecido.


El designio totalitario de conquista global y de dominación total ha sido el escape destructivo a todos los callejones sin salida. Su victoria puede coincidir con la destrucción de la Humanidad; donde ha dominado comenzó por destruir la esencia del hombre. Pero volver la espalda a las fuerzas destructivas del siglo resulta escasamente provechoso. Lo malo es que nuestra época ha entretejido tan extrañamente lo bueno con lo malo que, sin «la expansión por la expansión» de los imperialistas, el mundo habría llegado a estar unido; sin el artificio político de la burguesía del «poder por el poder», jamás se habría descubierto la medida de la fortaleza humana y, sin el mundo ficticio de los movimientos totalitarios en los que pusieron de relieve con inigualable claridad las incertidumbres esenciales de nuestro tiempo, podríamos haber sido conducidos a nuestra ruina sin darnos cuenta siquiera de lo que estaba sucediendo.

Y si es verdad que en las fases finales de totalitarismo aparece éste como un mal absoluto (absoluto porque ya no puede ser deducido de motivos humanamente comprensibles), también es cierto que sin el totalitarismo podíamos no haber conocido nunca la naturaleza verdaderamente radical del mal. El antisemitismo (no simplemente el odio a los judíos), el imperialismo (no simplemente la conquista) y el totalitarismo (no simplemente la dictadura), uno tras otro, uno más brutalmente que otro, han demostrado que la dignidad humana precisa de una nueva salvaguardia que sólo puede ser hallada en un nuevo principio político, en una nueva ley en la Tierra, cuya validez debe alcanzar esta vez a toda la Humanidad y cuyo poder deberá estar estrictamente limitado, enraizado y controlado por entidades territoriales nuevamente definidas.

Ya no podemos permitirnos recoger del pasado lo que era bueno y denominarlo sencillamente nuestra herencia, despreciar lo malo y considerarlo simplemente como un peso muerto que el tiempo por sí mismo enterrará en el olvido. La corriente subterránea de la Historia occidental ha llegado finalmente a la superficie y ha usurpado la dignidad de nuestra tradición. Esta es la realidad en la que vivimos. Y por ello son vanos todos los esfuerzos por escapar al horror del presente penetrando en la nostalgia de un pasado todavía intacto o en el olvido de un futuro mejor.

HANNAH ARENDT




Todxs contra el fascismo


Este mes de agosto estará dedicado casi en exclusiva al fascismo nazi. Nunca deben olvidarse los crímenes que cometieron los alemanes en nombre de su superioridad racial, su prepotencia cultural y la demencia de un líder que convirtió en criminales a todos los alemanes, salvo raras excepciones. Nada podrían haber hecho los nazis si no hubiesen contado con la complicidad, silencio y participación del pueblo alemán y de otros muchos pueblos de Europa (entre ellos la España franquista o la Francia de Vichy), nada. 

Nunca antes se había visto semejante carnicería humana, y eso que la historia de la humanidad no se encuentra precisamente falta de violencia. El asesinato masivo, mecanizado, fríamente calculado; es algo que escapa a la comprensión de cualquier persona que se precie de serlo. Si ocurrió una vez, nadie nos puede asegurar que no se vuelva a repetir. Para impedir que criminales sin alma vuelvan a dirigir los designios de un país y la aniquilación de todo un pueblo, pocas son las medidas que sobran. El antifascismo no es una simple postura ideológica, es una necesidad, una obligación moral, un compromiso con la humanidad. En las filas del antifascismo podemos encontrar a comunistas, anarquistas, intelectuales sin significación política declarada o gentes de bien en general. Personas que en muchos aspectos no coinciden, pero que sí son conscientes del peligro que conlleva permitir a los fascistas acceder a los centros de Poder.


En estos momentos de crisis económica, moral y política vuelve a aparecer el peligro fascista. Le Pen y la bastarda que dicen es su hija están petándolo en Francia. Los de Amanecer Dorado no son acallados ni por un supuesto partido de izquierdas, mientras que los anarquistas griegos son reprimidos sin ningún miramiento. En USA aumenta la influencia de los teocons (nazis que dicen creer en Dios) incluso con un negro en la presidencia. Y como no, la "gran" Alemania vuelve a las andadas, y sus arios habitantes se muestran igual de despiados que sus padres y abuelos nazis; no en vano, gran parte de los jerarcas nazis siguieron copando puestos de poder en la RFA tras la guerra. En nuestra tierra, el PP muestra descaradamente sus infames orígenes, pone al Albiol ese como jefe de los requetés en Badalona, a la Esperanza Falangista Aguirre como candidata para alcaldesa de una ciudad saqueada por sus secuaces o manda al Senado a la Barberá para que después de haber contribuido a llenar las arcas del partido a la vez que sus propios bolsillos, tenga un retiro dorado y con todos los honores que nunca mereció. Ya muestran sin rubor su verdadero rostro fascista, contrario a toda inteligencia y reaccionario en cuanto es cuestionado; no en vano, ganaron las últimas elecciones con cifra récord, aunque, como nunca me canso de repetir, solamente obtuvieron 1/3 del total del censo electoral, con lo que gobiernan en contra de 2/3 de la población, pero le llaman mayoría absoluta y los inconscientes electores lo compran sin cuestionarse su propia naturaleza humana al hacerlo.

Si existe algo en lo que no podemos discutir las personas que no se asemejan a alimañas dañinas como los fascistas, eso es el antifascismo. Cada persona somos un mundo y todos sabemos ya lo difícil que es ponerse de acuerdo incluso en cosas tan insignificates como decidir donde cenar. Pero en esto no deben existir fisuras, en este aspecto tenemos que ser un bloque compacto, un muro contra el que los fascistas se estrellen y nunca puedan franquear, en ello nos va la vida o una muerte en vida. En este sentido, las diferencias ideológicas y los intereses egoístas deben dejarse totalmente a un lado. Hay que ser muy miserable para intentar captar votos a través de las organizaciones antifascistas, comparable a la vileza que muestran los fascistas sacando réditos electorales con los asesinados por ETA. Quienes intentan tan asquerosa maniobra política, contribuyen a la desconfianza de aquellos que ven el antifascismo como una necesidad, nunca como una oportunidad política o algo parecido a las SA nazis de Röhm al servicio de ningún partido. 

Los fascistas no son rivales políticos, no son personas con las que se pueda dialogar y llegar a un consenso para evitar el enfrentamiento directo. Son dañinos por naturaleza, no contemplan más razón que la suya, están dispuestos incluso a matar con tal de seguir viviendo del trabajo ajeno. Ven la desigualdad social como un mandato divino, existen ricos y pobres porque así lo ha querido Dios, su Dios; aunque esa Biblia que ellos tanto dicen venerar, deja bien claro que ese supuesto Dios nos hizo a todos a su imagen y semejanza. Bueno no es que lo crean, pero sus obtusas mentes solamente pueden idear una excusa tan burda, aunque es una ley escrita en piedra y con más de 2000 años de infame historia. 

No debemos olvidar que la ascensión del fascismo en todas sus demoníacas formas, nunca habría sido posible sin la colaboración de buena parte de los individuos bajo su bota. Por eso en esta lucha sobran las banderitas y las grandes frases escritas hace 150 años, porque esta lucha consiste más en señalar a criminales o aspirantes a serlo que en una lucha ideológica o política. Aprendiendo del pasado, sin dogmatismos y conociendo el presente por experiencia propia y directa, debemos desenmascarar a la chusma fascista que constantemente envenena la moral, la inteligencia y la humanidad de nuestra alma única entre los seres vivos de este planeta, ya que ellos son unos desalmados descerebrados, absolutamente huecos por dentro, su condición es la de parásitos caníbales. Los fascistas de cualquier país carecen de ideología por más que intenten dar categoría de doctrina a algo tan básico como lo que ellos tienen en la cabeza, ellos solamente quieren mandar para saquear.

No me enrrollo más, este mes de agosto compartiré con vosotrxs algunas lecturas, películas y documentales que tratan sobre el nacional socialismo alemán, el fascismo germánico. En los meses siguientes dedicaré las entradas al fascismo italiano y como no, al nacional catolicismo, nuestro odiado fascio nunca limpiado de nuestra tierra debidamente. Intentaré compartir con vosotros diferentes puntos de vista sobre el tema a través de los libros y vídeos de las próximas entradas, para así tener una visión general y comprobar por uno mismo hasta que punto el fascismo (en todas sus formas) es un peligro para toda la humanidad, peligro que comienza a crecer y debemos arrancar de raíz. Salud y Libertad.


La muerte de Francisco Ascaso


Los anarquistas llevan la iniciativa en la lucha final contra el cuartel de Atarazanas y el edificio de la comandancia de la región militar situados ambos al final de las Ramblas. Ya han avanzado hasta la Rambla de Santa Mónica. Al otro lado del cuartel, en la Puerta de la Paz, algunas unidades policiales y elementos antifascistas de diversas organizaciones, vestidos de paisano, luchan al lado de los combatientes callejeros de la CNT. Dirigidos por Francisco Ascaso, que empuña siempre su Astra de 9 mm, los miembros del comité de defensa anarquista avanzan cautelosamente hacia el sur, protegidos por los robustos árboles del paseo de las Ramblas; Durruti, Ortiz, Valencia, García Oliver y los militantes de los sindicatos anarquistas: Correa, del sindicato de la construcción, Yoldi y Barón de los metalúrgicos; García Ruiz, de los tranviarios; también están Domingo y Joaquín, hermanos de Ascaso. Allí está además el camión con la ametralladora sobre la cabina, que ocupan Ricardo Sanz, Aurelio Fernández y Donoso. No están solos: cientos de obreros se han puesto en movimiento.

A medida que los atacantes se aproximan al cuartel, cada paso adelante se hace más difícil y peligroso. Los militares sublevados están bien parapetados. Los tirotean desde el balcón del Sindicato del Transporte y desde el Centro de Dependientes; durante la noche se han improvisado avanzadillas con muebles, colchones y enormes bobinas de papel que proceden de la imprenta de Solidaridad Obrera.

Los primeros anarquistas abandonan su abrigo detrás de los árboles y cruzan las Ramblas; los atacantes se detienen en la calle de Santa Madrona, situada al alcance del fuego del cuartel y de la comandancia de la región militar. La única protección la ofrecen los puestos del mercadillo de libros viejos.

Durruti y su gente sólo ven una posibilidad de avance. La parte más antigua del cuartel está rodeada por un muro que ya ha sido destruido por el fuego de artillería y granadas de mano. Partes del muro se mantienen en pie y pueden servir de protección. Pero, entretanto, Ascaso ha divisado, en una ventana que da a la calle de Santa Madrona, a un tirador con una ametralladora, que domina todo el sector y hace fuego sobre los compañeros que avanzan por las Ramblas.

[LUIS ROMERO]



Para llegar a esa posición hay que abandonar el abrigo y recorrer un trecho que está bajo el fuego de la comandancia de la región militar. Mientras los compañeros deliberan aún sobre la maniobra táctica, una bala roza en el pecho a Durruti. Sus amigos lo envían a un puesto improvisado de socorro; Lola Iturbe, una luchadora de primera hora, lo venda provisionalmente. Entretanto, un comando compuesto por Ascaso, García Oliver, Justo Bueno, Ortiz, Vivancos, Lucio Gómez y Barón inician una carrera con la muerte y zigzaguean desde la barricada hasta los puestos de libros. Estos puestos son las mejores posiciones de partida para empezar un ataque por la calle de Santa Madrona. Allí están bajo una lluvia de balas: ofrecen un buen blanco, tanto desde las torrecillas del cuartel como desde el puesto de la comandancia de la región militar.

[ABEL PAZ]


Durruti, Ascaso y Oliver
Francisco Ascaso llega a los puestos de libros seguido por Correa y algunos otros militantes. Durruti y sus compañeros lo llaman, pero él se desentiende de sus preguntas y les hace señas de que no se preocupen por él, para no llamar la atención. Hay que silenciar ese nido de ametralladora en la ventana. Ascaso estudia la situación táctica. Casi justo frente a la ventana hay un camión estacionado; entre el último puesto de libros y el camión no hay protección. Ascaso está convencido de que, si consigue llegar al camión, podrá liquidar al tirador de la ametralladora con un solo tiro de pistola, a corta distancia. Agachado, se lanza a correr. Varios impactos en el muro de la casa, detrás de él, demuestran que el tirador le ha descubierto.

[LUIS ROMERO]

Durruti, que ha observado la operación desde la barricada, le dice a Pablo Ruiz: «Me habéis engañado, la herida podía esperar». Y ordena concentrar el fuego contra la torrecilla del cuartel en la cual Ascaso ha puesto sus miras. Pero el tirador enemigo ya ha descubierto la celada.

[ABEL PAZ]

Antes de llegar al camión, se arrodilla, apunta y dispara. Cuando se dispone a levantarse y seguir corriendo hacia el camión, una bala le da en medio de la frente. Cae. Los compañeros le han visto levantar los brazos y caer al suelo. Yace bocabajo, ya no se mueve.

[LUIS ROMERO]

García Oliver es el primero en comprender lo que ha ocurrido y trata de saltar sobre el parapeto que lo protege, pero lo detiene un movimiento instintivo de Barón. Pasan aún unos minutos hasta que el tirador enemigo es silenciado. Entonces Ricardo Sanz y Ortiz pueden poner en lugar seguro el cadáver de Ascaso.

[ABEL PAZ]


Ascaso, Durruti y Jover
El último encuentro del grupo Nosotros se llevó a cabo el 20 de julio frente al cuartel de Atarazanas. El crepitar de las ametralladoras y los silbidos de las bombas de la FAI, ruidos familiares para nosotros, nos habían convocado. Durruti dirigía el ataque en primera línea, Ascaso y García Oliver manejaban una recalentada ametralladora, Sanz había traído un cesto con bombas arrojadizas, que lanzaba contra el cuartel sitiado; también estaban presentes Aurelio Fernández, Antonio Ortiz y Gregario Jover. Francisco Ascaso cayó en este combate. Su muerte fue el fin del grupo. Nunca nos volvimos a reunir, ni siquiera en el entierro de Ascaso. Y quizás ése fue el error más grande que cometió el grupo; se dispersó, se disolvió, el viento se lo llevó.

[RICARDO SANZ]


Lugar donde cayó Ascaso

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Barricadas en Barcelona. Agustín Guillamón [PDF]



A Pascual Guillamón, herido y mutilado en los combates del 19 de Julio en Barcelona; fusilado por los fascistas cuando ocuparon Tarrasa. A mi abuelo Eliseo, y a sus numerosos hermanos: emigrantes, cenetistas, anónimos luchadores y exiliados; siempre proletarios conscientes de serlo. A mi padre, que a los doce años perdió una guerra.

In memoriam

Este libro trata de las barricadas levantadas por los obreros barceloneses en julio de 1936 y mayo de 1937, erigidas con sólo diez meses de diferencia. Estudia las causas de su aparición, así como sus similitudes y diferencias. Intenta explicar el carácter “ofensivo” de la insurrección obrera de Julio, y el “defensivo” de Mayo. ¿Por qué los obreros, prácticamente desarmados, consiguieron en Julio vencer al ejército sublevado y a los fascistas? ¿Por qué, al contrario, en Mayo, un proletariado armado hasta los dientes fue derrotado políticamente, tras demostrar en la calle su superioridad militar? ¿Por qué las barricadas de Julio seguían aún en pie, y activas, en octubre de 1936; mientras en Mayo se retiraron inmediatamente?


No alimenta en vano el mito de las barricadas, que en Barcelona se levantaron en numerosas ocasiones durante el siglo XIX, en la huelga general de 1902, durante la Semana Trágica de 1909 y en la huelga general de 1917. Las barricadas, como nos enseña la historia, son un parapeto para mantenerse a la defensiva, y anuncian casi siempre la derrota obrera ante el ejército o la policía. En julio de 1936 la primera victoria del proletariado sobre el ejército se produjo en la Brecha de San Pablo, contra unos soldados atrincherados tras las barricadas. Este libro considera las barricadas como un instrumento, entre otros, de la decisión irrevocable del proletariado a enfrentarse con el enemigo de clase; no como mito que lo encadena al pasado.

Contempla las barricadas como frontera de clase, que sitúa en un lado al proletariado, y en el otro a su enemigo. Fronteras de clase serían, hoy, negar la existencia del proletariado, confundir las dictaduras estalinistas con el comunismo, proyectar la conquista del Estado en lugar de su destrucción, o defender que el capitalismo es eterno. En el epílogo se enmarcan los comités, que surgieron con la situación revolucionaria española de 1936, en la experiencia internacional de los soviets rusos y los raters alemanes, para reconocerlos como la forma organizativa revolucionaria de la clase obrera.


Julio de 1936 fue una insurrección victoriosa, pero la insurrección de mayo de 1937 ¿fue una victoria o una derrota? Este libro aspira a comprender por qué, y sobre todo cómo, algunos de los líderes revolucionarios de Julio de 1936 se convirtieron en los contrarrevolucionarios más nefastos e influyentes de Mayo de 1937. O lo que es lo mismo, pretende explicar la historia del movimiento obrero y desechar los ridículos cómics de supermanes y traidores; y las arbitrarias interpretaciones tendenciosas, burguesas o estalinistas, características del academicismo universitario.


El libro intenta además responder a las preguntas que planteó el poeta surrealista francés Benjamin Péret, que estuvo en Barcelona desde agosto de 1936 hasta abril de 1937: “¿Cuál es la naturaleza de la revolución del 19 de Julio de 1936?: ¿burguesa, antifascista, proletaria? ¿Existía una dualidad de poderes el 20 de Julio de 1936? ¿En beneficio de quién evolucionó? ¿Qué fuerzas presidieron su liquidación? ¿Los trabajadores habían tomado el aparato de producción? ¿La nacionalización de la producción ha consagrado una situación de hecho o ha creado las bases materiales de un capitalismo de Estado? ¿Las organizaciones obreras (partidos, sindicatos, etcétera) intentaron organizar un poder obrero? ¿Dónde y en qué condiciones? ¿Por qué no ha llegado a la liquidación del poder burgués? ¿Por qué la revolución española acabó en desastre?”

Tarea del poeta es hacer las preguntas, oficio del historiador intentar responderlas y privilegio del lector juzgar si las respuestas dadas son acertadas y le convencen.

Agustín Guillamón.
Barcelona, diciembre 2006



Durruti en la Revolución Española. Abel Paz [Pdf]




Ahora, a fines del presente siglo, las organizaciones anarquistas españolas no gozan de su mejor momento. Sin embargo, quizás por ello es por lo que cobra mayor importancia y oportunidad la reedición de la biografía de Durruti que debemos a Abel Paz. Ha transcurrido casi un cuarto de siglo desde la aparición en Francia de su primera edición. Su difusión ha sido amplia tanto en lengua castellana como en inglés, portugués, italiano, alemán o japonés. Hoy es muy difícil encontrar ejemplares de la edición española de 1978, e incluso de la resumida de ocho años más tarde. Sólo por este motivo es oportuno que aparezca una nueva que además incorpora ciertas novedades: una revisión de su texto y notas y una actualización bibliográfica. De esta forma el público español tendrá la misma facilidad para acceder al libro de Abel Paz que la que hoy tienen franceses y alemanes.


Pero además hay, al menos, otras dos razones para esta nueva edición. La primera, recuperar una de las figuras más representativas del anarquismo español; la segunda, la necesidad de replantear la historiografía existente sobre los años treinta del presente siglo en España.


Entre los libertarios se rechaza no sólo el culto al dirigente, al líder, sino también a los símbolos, a las representaciones de sus ideales. Como previene Agustín García Calvo, el anarquista advierte los peligros de incitar la necesidad que las gentes tienen de imágenes e ídolos. Con la publicación de esta biografía de Buenaventura Durruti no se trata de mitificar al militante ácrata, ni elevarlo al panteón de los hijos ilustres muertos por la patria o la revolución. Sin embargo tampoco hay que arrojar al olvido a personajes que, por sus cualidades personales o por las circunstancias concretas que les tocó vivir, pueden representar a otros miles de hombres y mujeres anónimos y sintetizar acontecimientos que sí deben ser recordados más allá de la historia oficial, de la elaborada por el poder. 

Y este hecho, tiene un valor añadido cuando se tiene en cuenta el contexto en el que vivimos. Cuando es preciso resistir el acoso de unas estructuras de poder que se sienten completamente seguras a pesar de sus pies de barro. Como instrumento de lucha, como elemento de resistencia a la desinformación imperante aparece esta edición de Durruti en la Revolución española.



El corto verano de la Anarquía (Vida y muerte de Durruti) Hans Magnus Enzensberger [Pdf & epub]


Si Enzensberger ha decidido llamar «novela» a esta reconstrucción de la vida y muerte de Durruti, no ha sido por un exceso de modestia y menos aún por ironía. Le ha llevado a ello una preocupación por el rigor, rigor ni más ni menos paradójico que la propia empresa del libro. El volumen empieza con un prólogo, «Los funerales», y acaba con un capítulo sobre «La posteridad». Entre ambos se cuenta la historia de un héroe proletario, desde su infancia en una pequeña ciudad del norte de España hasta las «siete muertes» de Durruti, que nunca han sido aclaradas. El autor justifica por qué decidió narrar esta vida basándose exclusivamente en documentos: reportajes, discursos, octavillas, folletos; así como memorias y entrevistas con testigos oculares que sobrevivieron. Esta vida no está escrita por nadie, y por una razón poderosa: ningún escritor se habría arriesgado a escribirla: «se parece demasiado a una novela de aventuras» (Enzensberger citando a Ehrenbourg).

Novela-collage, pues, reconstrucción siempre fragmentaria, a la vez incompleta y demasiado rica, «contradictoria», siempre vinculada a las centelleantes incertidumbres de la tradición oral: novela de Durruti donde la Historia aparece como «ficción colectiva». La necesidad de este procedimiento narrativo se manifiesta en cada página. Está muy centrada en la persona de Durruti, el cual, antes de convertirse en uno de los líderes militares de la guerra civil, participó en España y fuera de ella, en muchos atentados, atracos a bancos y secuestros, actos clandestinos por definición, y de los cuales sería inútil esperar la relación exacta. Pero también gira en torno a la naturaleza misma de la lucha anarquista. «Allí donde las masas toman por su mano sus propios asuntos, en vez de confiarlos a los dirigentes políticos, no es habitual publicar las actas. Raramente lo que ocurre en la calle se relata por escrito», dice Enzensberger.


En una entrevista reciente en Barcelona, Enzensberger afirmó: «Fue un trabajo apasionante porque me permitió hablar con un tipo de personas que en el mundo actual ya no serían reales, porque la pureza de aquella gente ya no existe», y calificó esa etapa del anarquismo español como «una de las aventuras más fascinantes del siglo XX».

La deplorable República


Durante la República hubo una larga serie de enconadas disputas, expresión de la lucha de clases revolucionaria. En 1932 hicieron huelga los mineros de Fígols en las montañas catalanas. La huelga adquirió formas de sedición. En enero de 1933 se levantaron de nuevo los obreros, principalmente en Cataluña, aunque también en Andalucía. Quiero destacar sobre todo la tragedia de Casas Viejas. En diciembre del mismo año estalló una rebelión en Aragón y en una parte de Castilla, y en 1934 se produjo la revolución asturiana, el primer movimiento revolucionario que unificó a anarquistas, socialistas y comunistas, y a las dos organizaciones sindicales más grandes de España bajo el lema: «Uníos, hermanos proletarios».




La izquierda obtuvo por fin la mayoría en las elecciones de febrero de 1936. A este triunfo contribuyó el problema de la amnistía para los numerosos presos políticos. La CNT siempre se opuso al parlamentarismo, pero esta vez su consigna fue: que cada uno vote o no, según le parezca. Y casi nadie boicoteó las elecciones. También Durruti estuvo de acuerdo.


Durruti participó activamente en todas esas rebeliones y luchas en la época de la República. Él opinaba que había que activar constantemente el proceso. Se lanzó a la acción apenas regresó a España. Como consecuencia, en 1932 fue deportado a Villa Cisneros, en África. Más tarde volvieron a detenerle. Apenas salía de nuevo en libertad, gracias a una amnistía o por una maniobra estratégica del gobierno, enseguida volvían a detenerlo, porque él nunca dio tregua, bajo ninguna circunstancia.


[FEDERICA MONTSENY]


Durruti siempre decía a los obreros que los republicanos y los socialistas habían traicionado la revolución, y que era necesario volver a iniciarla desde el principio. Fue a la cuenca minera de Fígols con Pérez Combina y Arturo Parera. Dijo a los mineros que la burocracia burguesa había fracasado y que había llegado el momento de la revolución. La burguesía debía ser expropiada y el Estado abolido; sólo así podía completarse la emancipación de la clase obrera. Aconsejó a los obreros que se prepararan para la lucha final y les enseñó a fabricar bombas con fuertes botes de hojalata y dinamita.
La agitación se extendió por toda España. Los campesinos peleaban diariamente contra la Guardia Civil, que defendía a los grandes terratenientes. Surgían huelgas por doquier. El gobierno se encontró ante la disyuntiva de apoyar a los trabajadores o defender a la burguesía. Optó por la burguesía, por supuesto.

El 19 de enero de 1932 los mineros de Fígols se levantaron en armas contra los capitalistas. El movimiento se extendió a los valles del Cardoner y Alto Llobregat. Fígols, Berga, Suria, Cardona, Gironella y Sallent fueron las teas revolucionarias. Por primera vez en la historia se implantó en estos pueblos el comunismo libertario.
Después de ocho días el ejército sofocó el movimiento. La represión de la rebelión fue relativamente moderada, ya que las tropas gubernamentales estaban al mando del capitán Humberto Gil Cabrera, un oficial bondadoso, que después fue ascendido a teniente coronel y simpatizó con la CNT. Él evitó que se emprendiera una sangrienta represalia contra los obreros de la cuenca minera.


[ALEJANDRO GILABERT]


El 18 de enero de 1932 los mineros de la cuenca de Fígols, en el valle del Alto Llobregat, se rebelaron abiertamente, declararon abolida la propiedad privada y el dinero y proclamaron el comunismo libertario. El gobierno central calificó a los insurrectos de «bandidos con carnet de socio» (de la CNT), y el presidente Manuel Azaña ordenó al capitán general de la región: «Le doy quince minutos, a contar desde la llegada de las tropas, para sofocar la rebelión». En realidad, los soldados necesitaron cinco días.


[JOSÉ PEIRATS]

Cinco días de anarquía… no duraron más que la vida de una flor.


[FEDERICA MONTSENY]


Revilla, un falangista de toda la vida



En este país es suficiente con ocupar algunas horas de TV Prime Time y saber enlazar unas cuantas palabras que regalen oídos, para conseguir que los electores confien en uno ciegamente. Uno de los casos más claros es el de Revilla, que para más inri tiene apellido de marca de chorizo español de toda la vida, todo un clásico en nuestros bocatas... y en la oligarquía falangista que sigue mandando, incluso con la complicidad de sus víctimas. Revilla dice que su pasado lo conoce todo el mundo, aunque más allá de su querida Cantabria, pocos saben que fue un aplicado esbirro falangista. Resulta curioso que quienes sean los que han abierto el cajón de mierda reservado para Revilla, sean sus propios camaradas de fascio, los de 13 TV "denuncian" que los podemitas, junto al PSOE, han dado el poder a un falangista, ironías de la vida. Hasta ahora se sabía, al menos por quienes se molestan un poco en saber, que Revilla tenía un oscuro pasado de facha recalcitrante; que no era un mero trabajador, que vivía muy bien gracias a los servicios prestados al criminal de la gorra. Pero sus camaradas de fascio tenían guardados unos antiguos recortes de periódicos en los que Revilla aparece claramente como un fiel servidor del Estado totalitario franquista, una prueba irrefutable incluso para la compulsiva berborrea de Revilla.


No es extraño que Revilla se muestre como reconciliador de tirios y troyanos, que haga uso del populismo más arrabalero y casposo o que babee ante la foto del Borbón de turno y besara el suelo que pisaba Botín, ya que precisamente esa era la manera de actuar de los falangistas; solidaridad trocada en asquerosa caridad y orden impuesto por la violencia, con un militar al mando de todos los ejércitos, ya sea un dictador o el Borbón que toque. Quien fuera pieza del engranaje de la picadora estatal franquista, cuenta ahora con el apoyo del PSOE y Podemos, ha conseguido lo que su querido José Antonio quiso alcanzar; unir izquierdas y derechas dentro de un régimen de criminal orden burgués y con los militares bajo el único mando del rey. 

Escrito Enviado Desde Prisión En Apoyo A Noelia Cotelo Para Su Difusión



Escrito Enviado Desde Prisión En Apoyo A Noelia Cotelo Para Su Difusión.

Publicado por Boletín Tokata el 13 jul, 2015 en Desde dentro, Mujeres presas.

INTERNA NOELIA COTELO RIVEIRO. Actualmente en el CP de Topas, Módulo de aislamiento.

Mediante el presente escrito viene a formular QUEJA por el AISLAMIENTO PERPETUO encubierto con la aplicación del 1º grado / 91,3 R.P., todo ello en base a las siguientes “alegaciones”:

PRIMERA.- Lleva en primer grado 8 años con continuos traslados, malos tratos, tortura psicológica, palizas y abusos de poder y sexual por parte de las administraciones penitenciarias y con sanciones encubiertas, sin tener la oportunidad de tener un PIT (Programa Individualizado de Tratamiento) que se compone de un equipo técnico encargado del estudio de los internos/as (psicólogo, educador, etc.), establecido en el artículo 103,3 y 20 del R.P. como asimismo carece de un tratamiento fundamental para la consecución de la finalidad resocializadora de la pena privativa de libertad, artículo 110 R.P. en sus apartados a y b.

 a) “la administración penitenciaria diseñará programas formativos orientados a desarrollar las aptitudes de los internos, enriquecer sus conocimientos, mejorar su capacidad técnica o profesional y compensar sus carencias”

b) “utilizará los programas y las técnicas de carácter psicosociales que vayan orientadas a mejorar las capacidades de los internos y a abordar aquellas problemáticas específicas que puedan haber influido en su comportamiento delictivo anterior”

De la misma forma está el artículo 112,2 R.P. que señala que:

 “se estimulará la participación de los internos en la planificación y ejecución de su tratamiento, con este fin, el profesional del equipo técnico encargado de su seguimiento le informará de los objetivos a alcanzar durante el internamiento y de los medios y plazos más adecuados para conseguirlo”. 

Y así también lo estipulan los artículos 59.1. 60.1 y 61.1 de la LOGP: 

“el tratamiento es imprescindible en su conjunto de actividades directamente dirigidas a la consecución de la reeducación y reinserción social de los penados, los servicios encargados del tratamiento se esforzarán por conocer y tratar todas las peculiaridades de personalidad del interno/a y se fomentará que el interno/a partícipe en la planificación y ejecución de su tratamiento para que en su futuro, sea capaz de llevar con conciencia social una vida sin delito”

Y para mayor abundamiento el artículo 25 de la CE indica que: 

“las penas privativas de libertad serán orientadas a la reeducación del penado”.

SEGUNDA.- Nos encontramos que a Noelia se le vienen vulnerando todos los derechos en cuanto al tratamiento establecidos en la legislación penitenciaria como así también en la CE y tratados del Tribunal Europeo de los Derechos Humanos. Ocho años en aislamiento es infrahumano, es muy difícil, por no decir imposible, que pueda reunir los requisitos para una progresión, cuando claro está que se encuentra totalmente desamparada por la propia administración penitenciaria y la ley, hasta el punto de tener que reivindicar sus derechos de estudios con Huelgas de Hambre, lo que logró por su protesta y pudo examinarse el 2 de junio de 2015 por la UNED.

Es sorprendente que la interna demuestre su interés de progresar y la propia administración penitenciaria se lo impida, y más sorprendente aún que se le señale en informe manipulado como “inadaptada”.

Por reivindicar sus derechos y tanto abuso de poder, incluso sufrió ABUSOS SEXUALES en el CP de Ávila por funcionarios de prisiones, que está en procedimiento judicial contra estos funcionarios. La represalia por DENUNCIAR tanto abuso le supone un AISLAMIENTO PERPETUO

Vulnerándose igualmente los artículos 6 LOGP, CE y artículo 3 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales, que establece: 

“nadie podrá ser sometido a torturas ni a penas o tratos crueles, inhumanos o degradantes, ni a un rigor innecesario en la aplicación de las normas.”

TERCERO.- El hecho de que haya tenido alguna incidencia dentro de prisión, ya no tan sólo se le ha vulnerado el principio de “non bis ídem” puesto que se la viene castigando por la vía administrativa y a su vez por la penal (años de aislamiento y sentencia judicial) cuando el artículo 14.7 del Convenio Europeo para la Protección de los Derechos Humanos y las Libertades Fundamentales establece:

1º.- La infracción de la prohibición del principio sucede tanto cuando un mismo hecho recibe duplicidad de sanción penal o administrativa entre sí, como cuando ese mismo hecho es objeto de una doble incriminación que desemboca en la doble imposición de una sanción administrativa y otra penal.

2º.- Por identidad de hecho hay que entender, no sólo en el supuesto de concurso real, en la que, dentro de una misma unidad de hecho, el autor realiza varias acciones distintas susceptibles de ser calificadas como delitos independientes.

3º.- Por lo contrario, no ha de ser extensible la prohibición que nos ocupa a los supuestos de concurso ideal, en la que el concurso de normas es heterogéneo.

4º.- En todos los casos de infracción del principio es indiferente que se haya afectado la compensación de sanciones o que la sanción penal sea anterior o posterior a la administrativa debiendo el tribunal superior anular siempre la última incluida la sentencia penal posterior a la administrativa.

En el presente caso de Noelia no se ha hecho ninguna anulación ni penal ni administrativa, siendo sometida la interna a más que castigo; a malos tratos, torturas psicológicas, palizas y abusos de poder por parte de la administración penitenciaria, vulnerándose derechos constitucionales y pactos internacionales contra las torturas y malos tratos y abusos de poder.

Por todo lo expuesto, estúdiese su situación progresándola a un 2º grado de tratamiento con el fin de recuperar su pronta libertad con lo establecido.

En                  , a        de julio de 2015

Juzgado de Vigilancia Penitenciaria nº 5 (Salamanca)

C/ Gran Vía, 33-37 CP 37071

Fax: 923 12 67 91

Subdirección General de Inspección Penitenciaria

C/ Alcalá, 38-40  ,  28014 , Madrid  ( Madrid)

Fax 91335406


Fuente:

http://tokata.info/escrito-enviado-desde-prision-en-apoyo-a-noelia-cotelo-para-su-difusion/

De mordazas, votos y legitimidad...



El Partido Podrido parece seguir los consejos de algún manual de facismo trasnochado, se comporta como manda Dios, su luciferino Dios; como una máquina de engañar, robar y reprimir a quien se resista. La nueva Ley Mordaza no es nada nuevo bajo el cielo íbero, nuestra rancia derechona, la más criminal y falta de principios morales básicos de toda Europa, no hace otra cosa más que lo que está en su ADN, como ellos mismos graznarían. La opinión de sus víctimas les importa menos que nada, ya que ellos no están por la labor de satisfacer las demandas sociales (como podrás imaginar y palpar), ellos han venido para cumplir con su deber, además de para quedarse en el pedestal todo el tiempo posible, aunque esto signifique destrozar cuerpos y mentes para imponer su demencia ultracatólica, profundamente fascista y retrógrada medieval.


Los autoproclamados patriotas que se desgañitan gritando ¡España!, son los mismos que están vendiendo nuestra tierra al mejor postor entre el fascismo mundial. Quienes simplemente deberían ser administradores de las cosas, organizadores de la voluntad de todos y de el bien común del pueblo que paga con sus impuestos esos indecentemente abultados sueldos de los que disfrutan; se arrogan el privilegio de reyes que están por encima del bien y del mal, insultan en lugar de responder cuando se les pregunta sobre su latrocinio de décadas o su miserable manera de legislar para acallar las voces de los pocos que se atreven a contestar. Llegan a tener la osadía (que solamente muestran los peligrosos ignorantes fanáticos) de llamar nazis, filoetarras o terroristas a los ancianos que se manifiestan por la estafa de las preferentes, a los valientes que se enfrentan a los desahucios o a los sindicalistas en huelga.

Por una parte, ellos pueden mofarse, insultar y despreciar a las personas más desfavorecidas de nuestro país, pero sin embargo, todas esas personas despreciadas, insultadas, robadas, maltratadas o encerradas, no tienen derecho a contestar el terrorismo institucional que ha vuelto a nuestra tierra a manos de los hijos y nietos de los criminales que tuvieron a nuestros padres y abuelos acojonados, pisoteados y explotados. Han destruido en un trienio todo lo conseguido durante 40 años con el sudor, el sacrificio y la sangre de los obreros. Han comprado la dignidad de muchos obreros simplemente con promesas de sueldos más abultados que nunca llegarán. Han implantado su Poder en todas las instituciones colocando a los suyos en los sitios más estrátegicos. Muchas de las familias que apoyan al PP llevan 200 ó 300 años mamando y robando de la caja común, con lo cual, su Poder económico se antepone en cualquier circunstancia a la decisión de los títeres políticos y sus mamoneos parlamentarios. 


Esta es la jugada final de los poderosos; hacerse con las empresas públicas puestas en pie con el dinero de todos, ya que son negocio seguro, puesto que la basura hay que recogerla todos los días, todos los días debemos tener agua en el grifo o todos nos ponemos enfermos en alguna ocasión o al llegar el ocaso de la vida. Anteponer la economía a la humanidad, el interés a la colaboración, instaurar la Ley de la Jungla en la que el león siempre se lleva la mejor parte. Enseñan a nuestros pequeños en sus escuelas estatales que su compañero de pupitre es un contrincante y no un igual. Quieren criminalizar a manifestantes pacíficos, movimientos sociales o presentar a los anarquistas como peligrosos terroristas. Se niegan a asumir sus culpas; en lugar de pagar por sus crímenes impunes mantenidos en el tiempo, se revuelven como alimañas heridas dando dentelladas, pretenden acallar las voces de sus víctimas que ya no claman a las conciencias de sus verdugos, sino que quieren apartarlos para siempre de cualquier resorte de Poder, porque ya saben de una manera empírica que la piara fascista española nunca conoció la misericordia, que en este país de meapilas los ateos son los únicos que respetan los 10 mandamientos esos.


Antes muerto que callado, me da igual quien sea el que promueva la desigualdad social e impida a las personas realizarse totalmente como tales. Tanto me dan los impostores centenarios del PSOE, los marxistas trasnochados de IU, los falangitos de C´s, los académicos podemitas que pretenden poder cuadricular la vida o los peperos herederos directos del viejo fascio español. Pero en este caso, quienes están en el gobierno gracias al voluble y egoista electorado español, son los charraneros del PP. Todos los que votaron entonces, legitimaron la victoria del más votado, aunque ni siquiera eso es verdad, ya que el PP solamente consiguió el 32% del total del censo, con lo que no lo votaron el 68%, más del doble ¿cual es la mayoría? Ahora pretenden callarnos con miserables leyes dignas de cualquier manual fascista y van a cambiar la ley electoral según convenga más a sus propios intereses fácticos, a la par que les permitimos que nos hablen de democracia, libertades y justicia social sin escupirles a sus asquerosos rostros porcinos. 

Así que si votas en las próximas elecciones estarás jugando a la ruleta rusa; el primer disparo en falso será que pierda el PP, pero el segundo, el que atravesará tu cerebro, será el que llegue cuando los que pienses son tus salvadores traicionen todo lo prometido, y de ese no hay escape. Aunque también podrías morir en el primer disparo, también podría ganar el PP o aliarse con C´s para gobernar juntos; entonces tu voto solamente habrá servido para legitimar 4 años más de fascismo. Así que lo mejor es que apuntes hacia arriba en lugar de ponerte el cañón en la sien. La única manera de acabar con este Estado criminal no consiste en ser partícipe del evidente engaño, solamente la abstención deslegitima al Poder imperante desde el único sitio que se le puede combatir, desde abajo. Los de dentro, los de arriba, nunca romperán el suelo por el que pisan. 


Votar es tratar al PP como a un digno rival en una justa lid electoral. Quitar a unos para poner a otros solamente es un cambio de poderes, pero nunca el cambio para el bien de nuestras vidas. Incluso podrían volver a "ganar" los fascistas declarados (los demás se declararán una vez hayan ganado) y otra vez podrían graznar que han sido elegidos por los españoles sin que nadie les conteste debidamente, ya que su dictadura por decreto se cimienta sobre 1/3 del censo electoral. Ya tenemos el ejemplo de Grecia, el demoníaco plan de la Empresa Mundial $.A. pensado hace 50 años y perpetrado a lo largo de todo ese medio siglo, ha llegado a su fin. Toda la población mundial será esclavizada por unos cuantos si seguimos confiando en quienes no merecen ni el aire que respiran. Tu voto se cotiza al precio del estiércol, ¿quieres que tu dignidad valga aun menos?.