Nordic Anger: 11-S, terrorismo de estado

A día de hoy pocas son las dudas que tengo acerca de la autoría del 11-S, en un principio me tragué la versión oficial, puesto que algo así se escapa a la imaginación, incluso para una mente retorcidamente demente. Si es el estado quien asesina a sus conciudadanos no nos queda escape posible al terrorismo. Tras casi 11 años son muchas las incógnitas por resolver aún, esto no se trata de una paranoia conspiranoica de unos cuantos frikis aburridos,las voces exigiendo la verdad provienen de personas muy preparadas y sabedoras de lo que dicen; físicos, arquitectos, técnicos especializados en la demolición controlada de edificios, asesores militares, pilotos de avión civiles y militares, expertos antiterroristas, veteranos de guerra, bomberos, y un largo etc de personas que saben muy bien de lo que hablan, plantean una serie de problemas difícilmente explicables si nos atenemos a la versión oficial u oficiosa.

La evidencia mas palpable de que algo raro pasa la tenemos en las imágenes de las torres desplomándose súbitamente en 9 segundos, a la misma velocidad que si lo hubieran hecho en caída libre, si tirásemos un objeto desde la azotea de alguna de las torres tardaría en llegar hasta el suelo prácticamente el mismo tiempo que les llevó a las torres desplomarse por completo. Sabiendo hoy día cosas que desconocía absolutamente antes de la demolición de las torres parece absolutamente imposible que las torres puedan desplomarse como mantequilla derretida por el sol.

Metal fundiéndose gracias a la "termita"

Los edificios estaban compuestos por gruesas columnas de acero, tanto en su núcleo como en las cuatro fachadas, estas columnas eran increíblemente gruesas, la pared de cada una medía 2.5 pulgadas (6.35 cms.), de modo que hacían un grosor total de 5 pulgadas (12.7 cm). Para imaginar cuán gruesas eran, aquí un buen ejemplo para comparar: la coraza frontal del T-34, el mejor tanque de la II Guerra Mundial, era de sólo 1.8 pulgadas, o 4.5 cms., y era de una sola cubierta. Por aquellos tiempos no existía un obús capaz de penetrar una coraza de ese tipo, excepto una bomba de carga hueca que incluso no podría haberle arrancado una pieza completa aunque sí hacerle un pequeño agujero. En pocas palabras: el aluminio no puede penetrar al acero.

En esta foto podemos ver como una mujer - Edna Cintron - se asoma al abismo desde el agujero creado por el supuesto avión estrellado, en esta zona y según las hipótesis oficiales se alcanzaron temperaturas capaces de derretir el acero, ¿por qué razón entonces puede estar esta mujer ahí y no terminar volatilizada?

Detalle ampliado de la foto anterior

Parece poco probable que un avión fabricado en aluminio pueda traspasar semejante barrera como si nada, excepto los motores que sí están fabricados con aleaciones muy resistentes como acero y titanio. Es curioso comprobar que los restos de los aviones estrellados en las dos torres quedaron prácticamente todos dentro de los edificios, cuando lo lógico es que las partes de aluminio deberían haber quedado machacadas tras el impacto y haberse encontrado muchos mas trozos de los mismos bajo las torres.

Yo pude vivir en directo desde la Tv ese día, me encontraba en mi casa y tras prepararme un café, viendo las noticias de la mañana me encontré con que todas las cadenas retransmitían la imagen de una de las torres alcanzada por un avión, en un principio no se sabía si había sido una avioneta, un helicóptero o un avión de pasajeros, lo único claro era que una de las torres estaba sufriendo un grave incendio y dentro de ella había miles de personas intentando escapar de una muerte segura. Mientras los distintos canales especulaban sobre lo sucedido, de momento, aparece otro avión que se estrella contra la segunda torre, me quedé flipando, como es lógico, pero ahí no acababa la cosa, existía un tercer avión que se estrelló contra el Pentágono, arrasando uno de sus cinco lados y pasándose a llamar el Cuadrado, y aún había otro mas que se dirigía hacia Camp Davis, la residencia oficial del presidente en verano, este cuarto avión fue derribado al parecer mucho antes de alcanzar su objetivo.

No podía salir de mi asombro, esto parecía a todas luces y a simple vista un ataque terrorista perféctamente calculado y planificado, el atentado perfecto, la destrucción de los símbolos económicos y militares de la mayor potencia mundial existente hoy día, y todo en un día, además de una sola tacada, fue una mañana que nunca olvidaré, un día que quedará grabado a fuego en la historia humana para siempre, sobre todo cuando se conozca la verdad sobre lo que ocurrió. Es muy difícil de creer que unos cuantos fanáticos religiosos y con menos papeles que un búcaro, provistos de cuters, puedan perpetrar un ataque perféctamente planificado contra el mismo corazón del imperio yanqui. Todavía es mas difícil de creer el que unos aprendices de piloto como los que pilotaron los aviones estrellados pudieran haber sido tan precisos a la hora de impactar contra las torres, si hablamos del supuesto avión que se estrelló contra el Pentágono la cosa se pone realmente cuesta arriba, pretenden hacernos creer que un avión con 38 mts de envergadura y 13 mts de altura se coló por un agujero de 5 mts, absolutamente demencial y chapucero, totalmente infumable vaya.

Lo ocurrido con el llamado Edificio 7 es algo que todavía hoy nadie ha podido explicar razonablemente, es mas, la Comisión de Investigación del 11-S obvió diréctamente el referirse al desplome del mismo, como si la destrucción de un edificio con 47 pisos no fuera digna de investigarse, máxime cuando este edificio no recibió el impacto de ningún avión ni sufrió graves incendios, desapareció por arte de magia, o por una mano asesina desconocida.

Os dejo algunos enlaces para que podáis comprobar por vosotros mismos cuantas son las pruebas existentes hoy para pensar, cuanto menos, que existe algo extraño en todo lo sucedido, da la sensación de que hay algo que no nos han contado y ese algo puede ser tan macabro que incluso puede que en el fondo no queramos ni saberlo, razón lógica por la cual muchas personas razonables se niegan a creer semejante aberración, la demoníaca marca de Belcebú presidiendo y prescindiendo de nuestras vidas.