El fascismo reconquista España

Pues aquí ni por esas oiga

<<Pero, tiene que haber alguien que mande, que dirija; eso o el caos>> es la más típica frase que podemos escuchar los abstencionistas al intentar convencer a alguien sobre el error que comete al votar, al legitimar un sistema podrido y caduco con su voto, con su participación en la rifa electoral amañada de antemano. 

Desde pequeñitos nos enseñan a obedecer, a ser buenos esclavos en el futuro; mansos y serviles, porque así nos amaestran nuestros padres, los profesores en el cole, el jefe en el curro y el madero en la manifestación. De esta manera se crean seres incapaces de ver algo tan obvio como que la vida (cada una de nuestras vidas) es algo tan único, tan irrepetible; que no existe mayor derroche que el malgastarla siendo un esclavo aséptico en ideas propias, dejando que otros se lucren con tus horas de vida juveniles para después dejarte tirado cuando ya no les sirvas.

Si tus padres dicen <<esto es así porque yo lo digo>>, pues ya empezamos a asumir que siempre habrá alguien que tendrá la razón por cojones y te la impondrá, nunca intentando convencerte de que eso es lo mejor, sino que tendrás que tragar con ruedas de molino y encima creer que es lo mejor para ti.

En las escuelas no se forma, se deforman las mentes de los niños, sobre todo las de los que sus padres nunca se molestarán en enseñarles nada cultural; la mayoría se conforman con que jueguen al futbol y escuchen música basura. Si el niño sabe "demasiado" puede hasta que más de un padre se sienta atacado debido a su ignorancia supina, porque el padre, aunque nunca se haya molestado en aprender nada, siempre sabrá más que el niño. ¡¡¡Cagüendios!!!, que para eso soy el cabeza (o cabezón) de familia; si el niño se vuelve contestón el padre no se alegra por haber colaborado en la gestación de un ser pensante, simplemente se limita a humillarlo porque pone al descubierto su miseria moral e intelectual, y claro, eso no suele gustarle a nadie. 

Lo que al opá le gustaría es que su niño sea un crack del jurbol, un pichichi goleador, eso de pensar siempre trae problemas a la larga, mucho más contestar; <<si yo te contara lo que llevo aguantado chaval>>, ya que en la obtusa mente del papá, si él ha sido un esclavo sin criterio toda su vida ¿por qué ostias no debería serlo también su hijo?, pues eso.

Dicen que tenemos la generación de jóvenes mejor preparados de toda nuestra historia, pero resulta que más de la mitad están en paro y sin esperanza alguna de encontrar algún trabajo decente en muchísimo tiempo. A estos chavales se les ha dicho durante toda su vida que debían sacrificar sus mejores años en aras de ser un currito eficiente en el futuro, no importa si lo estudiado es de su agrado o le llena como persona, <<tú lo que debes aprender es como mejor servir a tus próximos amos>>, graznan los padres "preocupados por sus hijos". 

Ahora, tras largos años sacrificados en aras de unos estudios que jamás les importaron más allá de que les sirvieran como trampolín al mundo laboral, se encuentran con que los amos ya no los quieren ni para explotarlos. Como mucho encontrarán una mierda de curro mal pagado, echando más horas que un reloj y aguantando al encargado imbécil de turno, el cual se cree un tipo importante porque cobra 120€ más que ellos.

Para los más recalcitrantes existe una cosa llamada "ley", el gobierno terrorista de Rajoy las adapta a sus atentados, se asegura la impunidad absoluta y el mayor de los silencios encarcelando en régimen FIES a chavales inocentes, dejando tuertos a los manifestantes con las pelotas de goma o golpeando salvajemente a estudiantes púberes. 

Ha esto se le ha llamado fascismo de toda la vida, el problema es que este nuevo fascismo del S. XXI ya ha ganado sin que nos demos cuenta siquiera ¿o qué significa sino el pago de una deuda que ya supera a nuestro PIB y cuyos intereses fueron de 38.590 millones de euros en 2013? (casi 6´5 billones de las añoradas pts). Ya hemos perdido la guerra y los vencedores nos quieren convencer de que todo pasó, que ahora ya solamente nos queda mamarla hasta que ellos se harten... y el pueblo, en lugar de capar a estos miserables, se dispone a mamar, a votar; incluso algunos se venden diciendo que no tienen dientes.