TRABAJADORES, NO VOTÉIS. Tierra Y Libertad Nº 203 (4-3-1914)



Hoy es día de elecciones y de todas partes sois solicitados para ir a votar.

Hoy os llaman soberanos.

Hoy, lo mismo que ayer, se sienten la opresión y el desprecio; hoy sienten los que os desean para votar un súbito y ardiente amor hacia vosotros, manifestado de improviso, y la imperiosa necesidad de sacrificarse por vuestro bien… y os piden que los mandéis al Parlamento.

Mañana volveréis a ser servidores de la oficina, carne de trabajo y de matanza como siempre habéis sido. Continuareis trabajando –cuando el trabajo os sea concedido- no para vosotros mismos, no para vuestras familias, no para el pueblo, pero sí para vuestros patronos.

Vosotros continuaréis produciendo toda la riqueza social, más os quitaran los mayores beneficios y derechos de ciudadanía; continuareis duramente en la extrema miseria y siempre en estado de penuria, siempre temiendo por la suerte que os tocará mañana.

Continuareis siendo el ludibrio de un gobierno que sirve solo para defender a vuestros patronos contra vuestras posibles revueltas y que os roba una parte de aquello que os da el burgués como una limosna, cuando conviene a su ambición y a la vanidad de él y de la clase capitalista; a mataros y hacer matar y que está siempre pronto a violar vuestra libertad y a hacer un tormento de vuestra vida. 

Mañana continuareis como ahora en la languidez de la miseria y de la ignorancia y temiendo por el porvenir de vuestros hijos e hijas que las enfermedades, producto de la misma, os pueden robar, y que en todo momento pueden ser arrastrados por la miseria y la ignorancia, al crimen y a la prostitución.

Vuestra soberanía de ahora no es duradera, por ser la soberanía de la burla; soberanía de esclavo que, para más escarnecerlo, ponen en su cabeza una corona de papel y en sus manos un cetro de caña.

Protestad de esa soberanía grotesca. Sois los que producís todo lo necesario a la vida. Sois los que formáis el ejército que el gobierno adopta para su seguridad.

Solamente vosotros sois los que podéis libertaros; la unión y decisión de los trabajadores dará a todos la libertad, y para el bien vuestro y el bien de todos y para poder disfrutar de todos los beneficios de la civilización actual, puede asegurarse, y asegurarse sin ningún obstáculo, una vida de ulterior progreso.

Si os unís y lo deseáis, tomareis posesión de la tierra, de la casa, de los instrumentos de producción y de transporte, de todos cuantos productos hay acumulados del trabajo pasado, y formareis una sociedad nueva de libertad, de igualdad, sin explotadores ni explotados, sin oprimidos ni opresores.

Basta para esto un simple acto de voluntad, cuando con la propaganda y el ejemplo os reunáis un número suficiente de voluntades que estén convencidas de lo infame de la presente organización social y decididas a ponerle fin.

Pero esta propaganda, por esta obra de sublevamiento, de resurrección de la conciencia y de la voluntad, que sea, sobre todo, sin temor a vuestros opresores. Y cuando por sus ojos vean vuestra rebeldía, cuando vean un peligro para sus privilegios y tranquilidad, os demostrarán gran amor y os dirán que si les dais los votos os procuraran el bienestar.

Con el voto os inducen a renunciar a vuestra obra, y vosotros, adormecidos con la esperanza, creéis que vuestro bien, la realización de vuestras aspiraciones, podrá veniros de la palabra de vuestro representante, sin esfuerzo, sin sacrificio, sin riesgo de vuestra parte.

Y vuestros representantes, cuando no siendo, como sucede de ordinario, vuestros explotadores que obtienen el voto por medio de la corrupción, de la intimidación y de mil medios que tienen a disposición los que dominan con la fuerza del dinero y con el apoyo del gobierno; cuando, por ventura, es de los hombres bien intencionados, o se corrompe y os traiciona o se encuentra completamente impotente, sofocado por la masa de los diputados burgueses y obligado a tratar asuntos que nada tiene que ver con vuestra emancipación.

El resultado práctico solo será la creciente inercia, el creciente escepticismo de la masa popular.

Y el pueblo disgustado dirá: NO SE PUEDE CREER A NINGUNO, y os dejareis atropellar sin resistencia, cuando veáis que no cumple sus promesas y que solamente procura para sí mismo, y que con su acción solo alcanza su elevación civil, su emancipación.

Una larga y dolorosa experiencia no solo en España, sino en el resto de Europa y América, ha demostrado que el sistema parlamentario y el sufragio universal, sólo sirven para los intereses de la clase dominante, para apagar el espíritu de resistencia del pueblo, para obstaculizar, mediante el voto de la mayoría brutal, dominante del poder, del propietario y del esbirro, todo progreso.

¿Queréis, trabajadores españoles, continuar por este camino y esperar sufridamente de elección en elección, el imposible milagro de que un Parlamento haga por vosotros aquello que vosotros no sabéis o no queréis hacer por vosotros mismos?

Si llegáis a comprender lo perjudicial que es para vosotros el voto; si acertáis a comprender que vuestro bien debéis conquistarlo vosotros mismos luchando directamente contra el patrono y contra el gobernante, ahora NO VOTÉIS, pero pensad en propagar la idea de la redención y prepararos para hacer una revolución fecunda que termine con todas las injusticias. 

Así, mientras lucháis por la emancipación total, vosotros podéis arrancar para siempre y sin pérdida de vuestra dignidad y de la reivindicación futura, podéis, repetimos, despojaros del temor a vuestros opresores, arrancar aquel mejoramiento que otros no os darán, o que si os lo dan, solo será como medio para sofocar vuestro espíritu de combate y haceros renunciar al cambio del actual estado de cosas.

Pero si vosotros preferís estar inertes, si preferís esperar en vanas promesas, si ahora que estáis a tiempo y enterados de qué vais a ser engañados, depositáis en la urna vuestro sufragio, votad, pues; mas cuando venga el día de las desilusiones –que no tardará-, cuando os falte el pan en casa y la libertad en la calle; cuando veáis que os han engañado y que aquellos que tanto os aprecian en día de elecciones son vuestros mayores tiranos y que ya no podéis protestar porque seréis una masa de durmientes, entonces os recordareis de lo que os decían LOS ANARQUISTAS.

Editorial de Tierra y Libertad



ETC, ETC… Tierra y Libertad Nº 196 (14-1-1914)



Cuando los hombres eminentes del socialismo español, colocados en el observatorio central, ven aparecer un conflicto proletario en sus dominios, acuden en seguida al punto amenazado con su influencia, su elocuencia y el bagaje de sus recursos.

Así se les ve en Riotinto, en el Ferrol, en Bilbao; y cuando su presencia pudiera ser de dudosa eficacia, como en Barcelona, habilitan para el caso al primer arribista que encuentran a mano, como en la huelga ferroviaria, o envían un periodista entrometido, como en la huelga fabril.

El toque socialista está en domeñar las energías rebeldes, en impedir a todo trance la acción directa, en terciar como mediadores en las relaciones que se promuevan de urgencia entre obreros, patronos y autoridades, y en poder apuntarse un tanto de prudencia ante los privilegiados, y de sabiduría ante los desheredados, aplacando las pasiones, comprimiendo los ideales y aplazando las soluciones racionales.

Con esa táctica loyolesca, el moderno socialismo español ha formado, fomentado y va sosteniendo un partido obrero –que en la prensa, en varios ayuntamientos, no sabemos si en alguna diputación provincial y hasta en el Parlamento ha encumbrado trabajadores que se presentan como jefes del proletariado-, y la Unión General de Trabajadores, - que es su vaca nutricia-.

Para el ingreso en el partido obrero no se tienen exigencias; en él se entra como en la generalidad de los partidos políticos; la puerta se halla abierta y solo se pide a los entrantes asistencia a sus reuniones, ovaciones a sus jefes, apoyo a su prensa y el voto a sus candidatos.

El ingreso en la Unión General de Trabajadores se hace por la asociación y la federación. Un obrero inscrito en una sociedad de cándidos adheridos a esa Unión, paga las cotizaciones establecidas y espera lo prometido en sus estatutos, a saber: que “se recabe de los poderes públicos leyes que favorezcan los intereses del trabajo, tales como la jornada de ocho horas, fijación de un salario mínimo, igualdad de salarios para los obreros de uno u otro sexo, etc., etc.”

Los obreros que esperan que los poderes públicos les otorguen leyes que les favorezcan no acaban nunca la faena: trabajan sin cesar para pescar legalmente las ocho horas y la demás menestra prometida, y cuando todo ello lo tenga en su poder, que será el día del juicio al anochecer, les quedarán todavía dos ETCETERAS de añadidura, en los cuales estará seguramente la substancia emancipadora de esa maravillosa Unión, ya que ni en las ocho horas, ni en el jornal mínimo, ni el igual para ambos sexos aparece todavía, por cuanto deja a los obreros tan sujetos a la oferta y la demanda, tan esclavos y tan asalariados y a los capitalistas tan triunfantes como si tal Unión General de Trabajadores no existiera; pero aún, puesto que los liga para siempre con la esperanza de reformas y mejoras imposibles.

En los mítines de propaganda electoral, en algunos discursos parlamentarios y en los periódicos del partido se descifran brillantemente esos dos ETCETERAS finales.

Los oradores y escritores socialistas, maestros en el arte de dorar la píldora, con las flores retóricas del radicalismo más adelantado, tomadas de la literatura evangélica, librepensadora, democrática y aun anarquista en agradable mezcolanza, forman esplendorosos ramilletes que dan aspecto aceptable a los tales ETCETERAS y arranca a las masas ovaciones delirantes. Pero ¡ay! como todo ello es palabrería y las palabras se las lleva el viento, positivamente no queda para el afiliado a la Unión General de Trabajadores más que triste desilusión y la tristísima realidad de haber contribuido a la formación de una caja de resistencia que es un abismo para las esperanzas de infelices explotados y una cumbre para desaprensivos egoístas.

He ahí descifrado el enigma del objetivo de la Unión General de Trabajadores, y resumida la táctica y aun la historia del socialismo español, como puede comprobar todo trabajador de juicio sano y libre de toda sugestión sectaria.

Editorial de Tierra y Libertad

El nuevo cambiazo del PSOE


El PSOE pretende engañar de nuevo al incauto electorado español, el mismo que dio el poder a Rajoy pero que ahora reza porque lo parta un rayo. Estos impostores que se hacen llamar socialistas graznan sin pudor alguno que ellos son los defensores de los trabajadores, queriéndonos hacer olvidar los 5 mill de parados que dejaron tras perder el poder.

Esta máquina de acaparar votos a través del engaño más miserable posible, el PSOE, nunca encuentra fondo al pozo de amoralidad e impostura en el que se encuentra desde su nacimiento hace ya más de 100 años. Dicen que quieren dar un nuevo cambio a la política española, que realmente quieren ser lo que dicen ser pero que nunca fueron; pero al final, como siempre ha ocurrido durante más de un siglo, lo que nos darán es el cambiazo, Pedro Sánchéz o Rajoy, mismo me da un tirio que un troyano. Sánchez te la clava con un besito y Rajoy es más sádico, pero al final el resultado es el mismo.

Tras una larga vida de impostura descarada, de engaño, de abuso de la ignorancia ajena, de pactos con la derecha -incluso con Primo de Rivera (Del Duero)-, este engendro sociata nacido en las cloacas del repugnante Estado español, parido por gentuza que hace del engaño y el latrocinio impune su profesión, debería de haber dejado de existir hace ya mucho tiempo.

Si estos del PSOE vuelven a levantar cabeza, si vuelven a engañar al pueblo trabajador haciendo un uso miserable de la esperanza de un mañana mejor, estaremos peor que muertos. Si los trabajadores de este país vuelven a confiar en estos cuervos que llaman negros a los grajos, en estos robapiedras con plumero amarillo fosforito, todo lo malo que le pase a este país lo obtendrá más que merecidamente.

Es la hora de abstención y el momento de la decisión



Rajoy nunca deja de sorprender, negativamente, por supuesto. Este cerdo gruñe con plena satisfacción que en España ya se crea trabajo, que hay ahora menos parados que cuando el obtuso electorado español le dió el poder. Los pastores tratan con más respeto a sus ovejas que esta caterva de meapilas del PP lo hacen con sus compatriotas. No se puede tener mayor desverguenza y falta de sentido del ridículo, no se puede ser más mezquino y falto de principios morales. 

Tenemos 622.000 parados más de los que existían antes de que este asqueroso llegara al poder. Los "trabajos" creados son en su inmensa mayoría contratos basura, sólo uno de cada diez es indefinido... y si tenemos en cuenta la verdadera definición de indefinido, que no se sabe exáctamente cuando expirará, tampoco es que sea algo como para tirar cohetes y pensar que quien firma este tipo de contratos se jubilará en la empresa al igual que ocurría con nuestros padres.

La tranquilidad económica que da un trabajo estable, que dura en en el tiempo y en el que más o menos se sabe a que atenerse; en el que conociendo previamente cuanto se gana al año y cuanto se puede ganar en tantos años, permite endeudarse con garantías, ha dejado de existir. La generación de nuestros padres fue mucho más próspera que la ahora existente, en estos momentos pocos son los que saben en qué trabajarán dentro de un año (en el caso de que encuentren trabajo), y de esta manera es imposible crear un plan de vida; tener una familia, endeudarse con una hipoteca sin que ello signifique firmar una sentencia de 40 años o pedir un crédito para comprar un coche si el cual no podría desplazarse a su centro de trabajo y por lo tanto tampoco pagar todo lo anterior.

Con la tecnología existente en la actualidad este mundo podría ser un vergel próspero y feliz, sin necesidad de tener que trabajar más de 4 horas al día, solamente con repartir equitativamente todas las riquezas de nuestra tierra acabarían todos los enfrentamientos sociales, todas las insanas envidias, todo el veneno que inocula el Estado en la sociedad, toda la delincuencia, todas las guerras... y sobre todo la ignorancia, principal arma del Estado que se impone a la razón y a la justicia social. Su imposición solamente es posible gracias a que ellos son quienes tienen la patente de la violencia, porque como es fácilmente comprensible, nadie en su sano juicio hace caso de alguien que no tenga poder de imponerle su criterio; ya sea a través del engaño, de la amenaza o directamente desde la agresión.


Los culpables de todo lo que nos pase somos todos y cada uno de nosotros, la responsabilidad no solamente consiste en tener un comportamiento cívico y respetuoso con nuestros congéneres, aunque también; la responsabilidad no es respetar a la autoridad , porque esta siempre es injusta e imparcial, tampoco lo es agachar la cabeza y poner el lomo cuando el patrón nos lo quiere sobar, las excusas de que se tiene familia e hijos son solo eso, excusas de cobardes o esclavos voluntarios.

¿Dónde están los sindicatos mayoritarios y por tanto con mayor capacidad de convocatoria?, ¿quizás están más preocupados en limpiar sus propios trapos sucios que en defender los derechos de los trabajadores?. ¿Cuánto tiempo hace que no se convoca una huelga general?, ¿es que nos son suficientes los reiterados ataques fascistas del PP hacia los derechos de quienes producen las riquezas y que con sus impuestos hacen que funcione el país y ellos disfruten de inmerecedos privilegios?. Los sindicatos de partido no emplean las cuotas de sus afiliados para crear cajas de resistencia, única manera posible de hacer frente a una huelga indefinida y poder mantenerla en el tiempo, prefieren invertir esos recursos en Mariscos Emilio. La CGT carece de apoyos suficientes para encabezar la lucha social, además de ostentar una cierta ambiguedad que no los hace demasiados fiables. ¿La CNT?, solamente existe en los libros de historia. 

La lucha social del S. XXI ya no cuenta con el apoyo de los partidos obreros o de los sindicatos de clase, sólo el pueblo llano, honrado y trabajador, tiene el poder de cambiar las cosas o seguir permitiendo el pisotón constante del Estado fascista español en el que todo está podrido; los partidos políticos, los sindicatos, todas las instituciones "democráticas", el crápula del anterior rey o su heredero con careto de bobo babeante y su muñequita consorte, todos viven de ti, de tu sudor, de tu sufrimiento, de la falta de futuro de tus pequeños.

Cuanta razón suele tener el refranero popular, más en este caso: <<un pueblo que desconoce su historia está condenado a repetirla>>. Aunque el problema es mucho más profundo, no es que la inmensa mayoría del pueblo llano desconozca la historia de su propio país para así evitar que se repitan los episodios más trágicos, es que le importa un carajo, y así claro, es imposible volver a chocar contra la misma piedra. Cuando la miseria llama a las puertas del trabajador, cuando padres y madres sufren la mayor de las torturas ,ver a sus hijos llorar de hambre; aparece el lobo, la bestia, el más básico de los instintos, la supervivencia de la descendencia y la propia se convierten en la primera necesidad, surge la violencia incontrolable, inmisericorde, sin posibilidad de negociación, puesto que lo puesto en juego es la supervivencia de quienes sean capaces de imponerse a los otros. Es entonces cuando surge el fascismo, el populismo más repugnante o el comunismo autoritario, todos ellos al servicio del viejo Estado que nació hace 5.000 años en Sumeria y que desde entonces no ha dejado de manejar las vidas de los más débiles.


Para colmo nos han vuelto a colar otro Borbón, en menos de una semana ha dejado la corona el crápula y se la ha dado a su hijo, o más bien su clon, bueno, parece un poco menos crápula que de costumbre en la tradición borbónica, pero decir, dice exactamente las mismas gilipolleces sin ninguna profundidad intelectual ni empatía social que rebuznaba su papá. Si ni siquiera somos capaces de desterrar a una familia que lleva siglos robando, imponiendo y engañando a los españoles, difícil veo que podamos poner en su justo sitio y en su justa medida a todos los mangantes que han vaciado a manos llenas la caja común. Si no somos capaces de limpiar este sistema aunque solamente sea imponiendo la república y dejando para los libros de historia medieval eso de heredar jefaturas de Estado, difícilmente podrá avanzar este país gobernado y dirigido por miserables de la peor ralea, cuya inhumanidad los convierte en poco menos que dañinas alimañas que depredan a los de su propia especie y cuya extinción a nadie decente preocuparía. 

El poder está en las manos de quienes producen, de quienes hacen que funcionen las máquinas y germinen los campos; la inmensa mayoría de los trabajadores producen riquezas a las que no pueden acceder, solo unos pocos disfrutan del trabajo de los demás. Las carreteras, hospitales y demás servicios son pagados con los impuestos de los de abajo, las grandes empresas se llevan toda la pasta a otra parte, aunque después, todos estos puercos fascistas que lucen tirantes y pulseritas con la bandera de España, se autodenominan patriotas. Su miseria moral los coloca exáctamente por detrás del orangután en la evolución animal, son poco menos que monos de feria, ¿pero en qué lugar deja ese hecho al ciudadano corriente y moliente?, ¿es que no somos capaces de ganarle la partida a simples monos de feria cuya inferioridad numérica es indiscutible?. Ha llegado la hora de tomar ese poder, de dejar de delegar nuestras vidas en manos de mangantes que amenazan con algo peor si nos nos atenemos a las reglas del juego actual, a sus reglas, a sus ridículas leyes solamente creadas para servir a sus propios intereses; es la hora de perder el miedo, la hora de impedir la destrucción de la dignidad humana, la hora de la abstención y el momento de la decisión.


Persepolis [Película de animación]





Marjane es una niña que vive en el Irán de los años 1970, en una familia occidentalizada. Durante esta época temprana el régimen del Sah y los abusos de poder del mismo dan para que Marjane tenga contacto con ideas políticas de izquierda. 

Posteriormente a la caída del Sah, llega la revolución que hace que aparezca otra historia y otro cambio en la vida de Marjane y en general de todo Irán. Esta historia comienza cuando los fundamentalistas toman el poder de manera autoritaria y surge la llamada Revolución islámica, obligando a las mujeres a llevar velo y encarcelando a miles de personas, mientras tanto Marjane teniendo conciencia sobre el mundo occidental (llámese el punk, Michael Jackson, etc.) pero aún sufriendo el terror de la persecución en su país. 

Cuando alcanza la adolescencia, es enviada a un liceo francés, y se convierte en testigo de los avatares históricos del país en esos años; mientras, aumenta el fundamentalismo en su país, devastado por la guerra entre Irak e Irán (1980-1988).



[PDF] El eco de los pasos. Juan García Oliver



Este no será un libro completo. Tampoco será una obra lograda. Sobre la CNT —CNT igual a anarcosindicalismo— se ha escrito bastante. Y se ha escrito por haberse revelado como la única fuerza capaz de hacer frente a los militares españoles sublevados contra el pueblo. Fue la CNT —los anarcosindicalistas— la que impidió, por primera vez en la historia, que un ejército de casta se apoderase de una nación mediante el golpe de Estado militar.

Hasta entonces, y aún después, nadie se opuso a los militares cuando en la calle y al frente de sus soldados asestaban a su pueblo un golpe de Estado. La sublevación de julio de 1936 era de carácter fascista y al fascismo europeo, en la calle y frente a frente, ningún partido ni organización había osado enfrentarlo.

La CNT —los anarcosindicalistas— no logró hacer escuela en las formaciones proletarias del mundo entero. Otros golpes de Estado han sido realizados después por militares. El de Chile, por ejemplo, frente a casi los mismos componentes que en España —socialistas, comunistas, marxistas—, pero sin anarcosindicalistas, fue para los militares un paseo. Tal como se está explicando lo ocurrido en Chile, la lección para los trabajadores será nula. Porque no fueron los militares quienes mataron a Allende, sino la soledad en que lo dejaron. Algo muy parecido le ocurrió al presidente de la Generalidad de Cataluña, Luis Companys, en el movimiento de octubre de 1934.

Entonces, como ahora, predominaba en Europa una manifestación del comunismo, gritón, llorón, dado a difamar a cuantos no se doblegan al peso de sus consignas. Bueno, sí, para organizar desfiles aparatosos en Madrid, en Barcelona, en Santiago, en Berlín. Pero, al trepar al poder Hitler en Alemania, solamente el anarquista individualista holandés Van der Lubbe tuvo el arranque de pegarle fuego al Parlamento, desafiando las iras de quien se creía más poderoso que los dioses. Aquel fuego purificador alumbró la sordidez del mundo comunista, pagado de sus periódicos, de sus desfiles, de sus manifestaciones, pero que, carente de la chispa insurreccional de los anarcos, siempre dejó libre el paso a los enemigos de la libertad. No amando la libertad, no son aptos para defenderla.

La CNT tuvo excelentes luchadores, hombres y mujeres capaces de llenar páginas de Historia. Pero careció de intelectuales capaces de describir y de teorizar nuestras gestas. Durante años he vivido en la duda de si debía eternizarse nuestras luchas en narraciones veraces. El final de Allende, asesinado por la soledad en que lo dejaron sus partidarios, me ha convencido de que convenía que el mundo obrero conociera lo que éramos colectivamente, y no solamente a través de la imagen de un hombre y de un nombre. La CNT dio vida a muchos héroes.

En la medida de lo posible deben irse aportando ya los materiales de la verdadera historia del anarcosindicalismo en su aspecto humano, más importante que las manifestaciones burocráticas, que tanto se han prodigado. Solamente la veracidad puede dar la verdadera dimensión de lo que fuimos. La verdad, la bella verdad, sólo puede ser apreciada si, junto a ella, como parte de ella misma, está también la fea cara de la verdad.



Podemos, los nuevos zánganos de la colmena social



Los dueños del cortijo nazional no dudan a la hora de alinearse en un frente común, un muro de contención que evite el fin de sus privilegios centenarios. Privilegios adquiridos a manos de la amenaza o directamente desde la agresión hacia quienes solamente quieren su merecida parte del pastel que se reparten entre cuatro mangantes por herencia divina.

El pueblo llano, los trabajadores honrados y de limpia conciencia, aún no son conscientes de los momentos históricos que nos están tocando vivir. Nos lo estamos jugando todo en esta última batalla entre los desheredados y los dueños de todo. Si no reaccionamos a tiempo y con la precisa decisión, pronto llegaremos a un punto del que difícilmente podremos recuperarnos. Si seguimos permitiendo que se enroquen tras sus leyes y falsas promesas de un futuro mejor estamos acabados como clase social.

Los obreros somos los productores, los creadores de riquezas, ¿por qué entonces debemos conformarnos con las migajas además de no ser dueños de nuestras vidas? Una fábrica o cualquier otra empresa pueden funcionar a la perfección sin necesidad de directores, asesores, encargados y demás ralea parásita de su propia especie, pero sin el músculo y el cerebro del obrero ninguna empresa podría funcionar jamás. Mientras nosotros producimos las riquezas ellos se lucran indecentemente con nuestra fuerza de trabajo (la única riqueza que poseemos los desheredados). La seguridad social universal, el derecho a un trabajo digno y a techo, son derechos innegociables; la libertad para decidir como deben ser nuestras vidas solo es imcumbencia de todos y cada uno de nosotros, nunca de mangantes sobradamente probados.


Ahora, tras la aparición de nuevos partidos políticos que este sistema caduco quiere vendernos como una amenaza social, cuando no son más que carroña para alimentar al capital; la abstención generalizada cobra más valor que nunca. Los nuevos partidos minoritarios sólo sirven para consolidar y legitimar el sistema criminal que padecemos todas las personas de bien de este país. Pablo Iglesias nos habla del poder que posee el pueblo unido, pero un pueblo nunca estará unido siguiendo a líderes mesiánicos como él mismo. La unión solamente llegará cuando los obreros decidan tomar las decisiones ellos mismos, en lugar de dejar hacer a otros que al parecer son más "listos" o están mejor "preparados" para decidir entre cuatro que es lo más conveniente para todos, porque impepinablemente, más tarde o más temprano, terminarán decidiendo qué es lo mejor para ellos. Y como sabiamente nos dice el refranero popular, <<quien reparte siempre se lleva la mejor parte>>.

Tras Podemos hay unos padrinos poderosos que les hacen más fácil el juego, padrinos que no son precisamente de izquierdas o de abajo. ¿Acaso existen padrinos humildes que puedan adjudicar a los diferentes voceros de Podemos tantas horas de TV prime time? Podemos busca desesperadamente el voto de la clase media, porque a fin de cuentas es hay donde se encuentra el grueso del voto. Por eso ahora, una vez subido el primer peldaño que lleva hasta el poder, se nos muestran como un partido (por más que digan que nos son un partido) pragmático y con "sentido de Estado".

Pablo Iglesias decía con todas sus letras en su programa Fort Apache: <<Según Mao, el poder nace de las bocas de los fusiles>>, burda manera de cosechar adhesiones. Ahora reniega de toda clase de violencia revolucionaria, porque ahora es eurodiputado, típico oportunismo marxista.

Ayer mismo, tanto Pablo Iglesias como Monedero o Errejón, no toleraban la crítica hacia el monigote castrense llamado Chávez, incluso soltaron alguna que otra lagrimita de cocodrilo cuando este se fue al infierno. En estos momentos ya no graznan sobre las excelencias de la contrarrevolución bolivariana. Ahora están más preocupados en argumentar la procedencia de mas de 700 mill de las tan añoradas pts vía Venezuela. Al parecer estos "listos" han asesorado a un gobierno que perpetra a diario el latrocinio estatal, un régimen que está destruyendo la invalorable selva amazónica, concretamente la cuenca del Orinoco, y no solo mueren árboles y animales, la masacre indígena está a la orden del día.

Estos critican (y con sobradas razones) la actuación de la perrera estatal española, pero todavía no les he escuchado denunciar las constantes violaciones de los derechos humanos perpetrados por la GNB (Guardia Nacional Bolivariana). Caracas es la tercera ciudad más insegura del mundo, nadie se atreve a salir por la noche.

Es algo fácilmente deducible que la miseria humana es fruto de las condiciones sociales y económicas, que en una sociedad justa e igualitaria, donde la bandera de todos es el bien común, el índice de criminalidad desciende drasticamente, su razón de ser; llámese miseria material, incultura o corrupción policial, deja de existir. Así que el índice de criminalidad es un claro termómetro de la desigualdad social de cualquier país, máxime si la gran mayoría de los delitos cometidos quedan impunes.

Estos de Podemos han conseguido robar muchas abstenciones con bonitas y calculadas palabras, niegan algo tan evidente como que son un partido, dicen que son un movimiento social... y yo llevo bragas. Reniegan de buena parte de lo anteriormente graznado, porque ahora (o eso creen) son un partido viable. Votar a estos es participar (y por lo tanto legitimar) un sistema asquerosamente corrupto y del que ellos mismos abominan impostoramente para conseguir votos. Podemos está robando demasiadas abstenciones en estos momentos de imperiosa ruptura de este sistema caduco y podrido. 

Estos solamente son servidores del Estado como todos los demás, Podemos coincide con los de siempre en su calculada impostura, en su insaciable vanidad y en sus ganas de mandar sobre los demás. Salud y libertad.

Nicoló Converti. República y anarquía


Somos iguales, se nos dice, iguales todos ante la ley. Por añadidura, dícese también, esta ley la hacemos nosotros por medio de nuestros representantes, porque hoy no estamos ya gobernados solamente por la gracia de Dios sino también por la voluntad de la Nación. Y no se crea que la gracia de Dios forma parte solamente de los programas de las monarquías; forma parte integral del programa de los republicanos. La fórmula de Mazzini Dios y el Pueblo equivale a la de por la gracia de Dios y por la voluntad de la Nación. Repúblicas hay que estipendian largamente al clero.

Tenemos, pues, que porque se nos ha concedido el derecho de votar se cree que se nos ha hecho libres, que se ha resuelto el problema de la libertad. Examinemos brevemente si votando podemos expresar nuestra voluntad. En este rápido examen no entendemos simplemente refutar el sistema parlamentario monárquico, sino también el republicano, o, en otros términos, el sistema parlamentario, porque monárquico o republicano el tipo es único y si hay modalidades diferentes, no están en el parlamento, sino en el jefe del Estado.

Consideremos la cosa concediendo a los adversarios que todo suceda en las elecciones del mejor modo posible, es decir, sin presiones ni fraudes, a tenor de las más puras virtudes republicanas. Y veamos, pues, como expresamos nuestra voluntad en las elecciones. Examinemos los hechos confrontándolos con las declamaciones estériles y metafísicas de los partidarios entusiastas del sufragio restringido o universal.

Se presentan diversos candidatos solicitando nuestros votos con programas vagos, indeterminados, con declaraciones de principios generales. Nosotros elegimos el número que la ley determina; una parte de ellos queda vencida en la lucha. Esta minoría, pues, no puede hacer valer su voluntad; que quiera que no, tiene que subordinarse a la voluntad de la mayoría. Y cuando uno no puede obrar según su voluntad sino que tiene que someterse a la ajena, no es libre, dígase lo que se quiera; es esclavo.

He aquí ya un primer hecho que ni mil sofismas de los políticos podrían destruirlo. La libertad republicana se reduce, por tanto, a la tiranía de la mayoría. Por añadidura, con haber dado nuestro voto no habemos expresado nuestra voluntad, y menos aun sobre las cuestiones que surgen a diario, a cada hora, que sobrevienen después de las elecciones. Los diputados reciben un mandato ilimitado mientras dura la legislatura; nosotros no hemos podido previamente determinar nuestras necesidades ni expresar nuestra voluntad sobre el modo de satisfacerlas. 

Nuestra soberanía es flor de un día; la abdicamos en manos de los representantes de la nación. Si nuestro diputado es honrado, votará en el parlamento según su conciencia; y no más podemos pretender de él. Ahora bien, obrando así expresará su voluntad, no la de sus electores, los cuales, para el asunto objeto de votación en las cámaras, ni la expresaron ni tienen posibilidad de expresarla, por que, como es sabido, en estos curiosos sistemas parlamentarios, monárquicos o republicanos, los mandatos imperativos están prohibidos, lo que quiere decir, que mientras por un lado se afirma que el parlamento debe ser expresión de la voluntad popular, se prohíbe por otro que pueda ser imperativamente expresada y cumplimentada.

Un diputado puede muy bien después de las elecciones, cambiar de bandera y continuará siendo representante de la nación. Las fáciles y múltiples promesas que los candidatos hacen a sus electores para hacerse elegir, no hay modo de hacérselas cumplir si se les antoja o tienen interés personal de cambiar de casaca. Los republicanos más radicales que se han dado cuenta de esta gran contradicción, han inventado un remedio que es peor que la enfermedad: la revocabilidad del mandato. Es decir, que el elegido será representante mientras exprese la voluntad de los electores, y cuando no, se le quita el mandato. ¿Pero cuándo y cómo expresó su voluntad el pueblo? Una papeleta lleva escritos nombres, no voluntades. A lo sumo le quitaréis el mandato al diputado cuando ya haya votado una ley que continuará subsistiendo aunque sea contraria a vuestra voluntad. Por lo demás, ¿no estamos viendo casi siempre reelegir los mismos diputados aunque hayan cambiado de programa? ¿No hemos visto a menudo, cuando en un distrito se han tenido que hacer nuevas elecciones por defunción de un diputado o por incompatibilidad, salir elegido otro que tiene un programa diametralmente opuesto al del primero? El pueblo continúa siendo el mismo de antes, pero ha votado diferente porque las influencias se han modificado.

Los parlamentos, monárquicos o republicanos, no expresan la voluntad del pueblo; son su ficción. Todas estas observaciones que apuntamos fueron ya con mejor fuerza expuestas a los republicanos hace tiempo por Proudhon, por Bakunin, por nuestro Pisacane, que con razón llamaba al sufragio universal una mistificación.

El mismísimo José Ferrari escribió:

«No nos hagamos ilusiones; los parlamentos no son menos fastidiosos que los reyes protegidos por leyes de majestad, rodeados de guardias, con sus verdugos, cárceles y horcas a su disposición; están cegados por la adulación, por la codicia, por la irresponsabilidad, y constituyen un pueblo ficticio que tiene el orgullo de la universalidad de los ciudadanos y al cual no se le puede hablar ni pedir audiencia. Encerrado en sus formalidades no existe sino como aparece en su representación y no tiene siquiera la felicidad de Luis XI que consultaba a su barbero, y sin un rayo sin una calamidad pública no se le saca de su letargo».

Los republicanos no han querido hacer caso de todas estas observaciones. Acostumbrados a las declamaciones, creen poder resolver todos los problemas de la vida social con proclamar, escribiéndolas sobre el papel, las palabras libertad, justicia y fraternidad.

No hemos hablado de cómo se efectúan realmente las elecciones: de los disturbios electorales, de los intereses que un candidato crea y saca de quicio, y que originan principalmente la encarnizada lucha en contra o en pro. Las elecciones no se efectúan, no, ha base de programas ni siquiera a tenor de simpatías, sino según los intereses de los caciques electorales.

Para los republicanos, la comedia de las elecciones es la panacea universal. En vez de reconocer que el mal está en el sistema, de desgañitan repitiendo en todos los tonos que si el sistema parlamentario no funcionaba bien era porque no todos los ciudadanos tenían el derecho electoral. Y reclamaron para todos este derecho, y a los anarquistas que no hacemos uso de él nos han llamado provocadores porque nos atrevimos a decir al pueblo, a despecho del entusiasmo de los revolucionarios de mitin, que con la conquista del derecho de votar no se obtiene nada. Pero una vez obtenida esta extensión del voto y satisfechos los demócratas, se está peor aún, pues los parlamentos se han vuelto más serviles. Y los republicanos, a despecho del fracaso, piden todavía la ampliación del voto administrativo, creyendo así que el pueblo va a salvarse.

Hay, no obstante, una parte, la más seria, que no tiene fe en el parlamento monárquico, y estos intransigentes lo esperan todo de la proclamación de la república, como si siendo electivo el jefe del Estado pudiesen los electores, con la simple papeleta depositada en la urna, transmitir sus pensamientos, sus necesidades y sus voluntades a los elegidos. No ven que hace ya medio siglo que se están haciendo toda clase de experimentos con el sufragio universal y sus modalidades y los resultados son siempre los mismos. Con el imperio alemán tenemos el sufragio universal; universal es el sufragio en la Francia republicana, gobernada ahora más por los radicales que por los oportunistas, y sufragio hay en las republicas americanas. Y en todos estos países la miseria y la esclavitud abundan, como en los países monárquicos, y en Chicago se ahorcó a anarquistas como en cualquier despótica Rusia. 

Si en la América, las condiciones de los obreros son un poco más soportables, no depende de la forma del gobierno, pues en alguna monarquía se ha vivido o se vive mejor que en algunas repúblicas. Pero los republicanos no tienen ojos para ver ni oídos para oír. Como los curas, que no saben explicar los fenómenos de la naturaleza sino con las tonterías de las sagradas escrituras, los republicanos se han fosilizado en el programa político-económico-moral de Mazzini algunos, más atrevidos, llegan hasta la negación de Dios, y prender demostrarles con hechos evidentes y repetidos que aquel programa envejeció y que es necesario llevarlo a un museo de antigüedades, se pierde el tiempo. Algunos creen que dejarían de tener carácter si reconocieran los errores de tal programa, confundiendo así el carácter con la tontería.

Si, realmente, la soberanía popular fuese lo que se desea, entonces el pueblo sería el llamado a discutir todas las cuestiones y problemas y una vez resueltos en uno u otro sentido llegaría el caso de nombrar un delegado y el mandato que se le diere debería ser imperativo. Pero como un individuo puede estar de acuerdo con otros sobre una dada cuestión y andar en desacuerdo respecto de otras, entonces para cada asunto, el pueblo tendría que escoger el representante, y el mandato, además de imperativo, debería ser especial. Mandato que terminaría con la resolución del asunto debatido.

Pero como el pueblo no puede por entero reunirse en una plaza pública para discutir y deliberar, sería necesario organizarlo en grupos, y puesto que al pueblo correspondería obrar y su voluntad prevalecer, no es necesario ni útil que sus intereses de discutan en Roma, París o Madrid.

Organizado, por consiguiente, el pueblo, en grupos espontáneos, discutiría sus intereses en los grupos, y cuando la ocasión se presentare, nombraría delegados con mandato imperativo y especial. Salta a la vista, por consiguiente, que entonces la representación parlamentaria sería inútil y dañosa. Por tanto, si realmente los republicanos quisieran que se cumpliese la voluntad popular, que su soberanía fuese real, no ficticia, no de un día, deberían aceptar el mandato imperativo, especial, la organización del pueblo en grupos autónomos, libremente, espontáneamente federados; pero entonces dejarían de ser republicanos para ser anarquistas.


Pdf & epub "Viaje a la aldea del crimen". Ramón J. Sender


La choza de Seisdedos tras ser quemada
«No ha ocurrido sino lo que tenía que ocurrir.» (Palabras del Jefe del Gobierno Manuel Azaña) 

«Doy a las fuerzas media hora para que sofoquen el movimiento.» (Del Ministro de Gobernación Casares Quiroga) 

«No quiero heridos ni prisioneros.» (Director de Orden Público Menéndez) 

«Paso corto, vista larga y mala intención.» (Lema de la Guardia Civil)

Ramón J. Sender
En apariencia, el levantamiento y tragedia de Casas Viejas se nos ha quedado muy atrás. Desde la perspectiva histórica que supone pisar el umbral del siglo XXI, el XX lo contemplamos como un siglo eminentemente borbónico con medio siglo anómalo incrustado. Ese medio siglo se subdivide a su vez en una década, más o menos, de hegemonía izquierdista —la Segunda República— y cuatro décadas de la más pura y dura dictadura derechista —el franquismo—. Es natural que en panorama tan desolador la década de los treinta siga fulgurando con resplandor propio. Todo el mundo recordará siempre que ese paréntesis de intentos innovadores terminó con el desastre bélico. Pero conforme nos vayamos adentrando en el siglo XXI las demás particularidades y detalles de la década se podrían empezar a difuminar en la bruma de la historia de los especialistas. 

Chozas de Casas Viejas, Foto: Campúa (José Demaría Vázquez)

Por eso nos planteamos hoy rescatar del olvido un episodio que trascendió lo meramente episódico y que seguirá interesando por muchas razones. La primera porque lo que sucedió en Casas Viejas fue algo modélico: se repitió con frecuencia a lo largo de los años 1932 y 1933 —y un poco durante toda la década— marcando por un lado los impulsos más radicales e ilusionados del proletariado español y por otro las insuficiencias de un régimen que no colmaba las esperanzas depositadas en él. Pero además los hechos de Casas Viejas —y su repercusión en los medios políticos y periodísticos— hicieron tambalear los cimientos de ese régimen republicano. En adelante nada volvería a ser igual. Tanto se habló de Casas Viejas por toda España que en un momento dado y para intentar apagar las connotaciones izquierdistas del nombre del pueblo, lo rebautizaron como Benalup de Sidonia. Y así sigue.

Vista general de Casas Viejas.(Crónica 22-1-1933). Foto: Campúa (José Demaría Vázquez)

Otra razón que avala el interés de Viaje a la aldea del crimen es que se trata de una obra maestra. Sender ejerce aquí con la frescura y el nervio propio del reportaje periodístico del momento y con la depuración posterior de la reelaboración literaria. El reportaje periodístico como género literario ha muerto. Lo ha matado la televisión. Hoy de cualquier noticia —de la guerra en Chechenia al racismo en Almería— lo que engancha al interesado es la imagen. Esa función la cumplían aún de forma literaria los periódicos en los años treinta y Sender era un artista en ese oficio. 

Cadáveres de la matanza de Casas Viejas

En cuanto a su valía literaria el novelista dio muestras suficientes en los años treinta y luego en el exilio norteamericano, cuya producción nos llegó con retraso en los años setenta. Pero por lo que se refiere a Casas Viejas, Sender publicó crónicas en el periódico La Libertad, y luego las reutilizó para la composición de dos libros, primero Casas viejas y luego Viaje a la aldea del crimen. En todo ese proceso manifestó a las claras su maestría técnica y genio literario. Esperamos con esta reedición rendir un sentido homenaje a los héroes de aquella gesta y a toda una época que supo vivir a la altura de las circunstancias unos hechos en los que todos se veían implicados y reflejados. Visto el pasado desde la cresta de este consumismo e insolidaridad general que anquilosa la sociedad cibernética, los estampidos de Casas Viejas resuenan aún con los ecos de una llamada a la acción. Si algún resquicio de buena voluntad queda en esta sociedad de la paparrucha del milenio es porque hemos heredado la savia de aquellos hombres y mujeres que querían un mundo mejor.

José María Salguero Rodríguez


Al borde del abismo llamado fascismo



Nunca me cansaré de repetirlo, en política no caben las casualidades, todo está friamente calculado, jamás queda nada al azar; la premeditación y planificación a largo, medio y corto plazo imposibilitan cualquier improvisación, salvo raras excepciones que no hacen más que confirmar la regla. ¿Es casualidad que se hayan abierto de par en par y en una sola tacada todos los cajones de mierda de la inmensa mayoría de los partidos políticos, así como los sindicatos verticales CCOO-UGT? ¿Es casualidad que la infanta esté siendo juzgada? ¿Es casualidad que ahora si se pueda hablar del rey abiertamente cuando siempre ha sido un tema tabú en el que los periodistas se autocensuraban sin necesidad de ser presionados? ¿Es casualidad que se les adjudiquen tantas horas de TV prime time a Podemos?

En estos momentos de crisis sistémica, económica y moral, la táctica de los arriba (como de costumbre) consiste en enmierdarlo todo aún más. El "y tú más" ha sustituido al "quien la hace la paga", <<si yo he robado tú has robado aún más, así que estamos empatados, ni pa ti ni pa mi, quedamos en tablas y pelillos a la mar>>, éste es el diálogo que mantienen los partidos del régimen juancarlista. A estos políticos profesionales les importa una mierda su país, sólo viven por y para el partido al que le deben todo, lo único que les interesa es mantener el status quo actual para así mantener su chollo inmoral.

Está claro que aquí se ha robado y mucho, pero no vemos que nadie pague por ello, o por lo menos que se devuelva el dinero robado. De nada sirve meter en la cárcel a nadie, a mí lo que me interesa es que esa persona nunca más pueda tener acceso a la caja común y que devuelva hasta el último céntimo robado; con dejarlo en la indigencia absoluta y desterrarlo de nuestra tierra por siempre jamás, creo que sería más que suficiente para las personas trabajadoras y honradas de Iberia. Parece que han quemado los billetes, porque si no esto es inexplicable, si el dinero no está donde debe estar, ¿cuál es su actual ubicación? ¿Suiza?, ¿Islas Caimán?, vete a saber, el caso es que nunca más volverá a España.

Según nos cuenta El Mundo, periódico nada izquierdista como ya sabéis, la investigación del caso Gürtel, la trama de corrupción más extensa y famosa del país, cumplirá cinco años el próximo 6 de febrero. La causa enfila ya su recta final y va camino de ser el procedimiento judicial por corrupción política con más imputados y procesados de España, desbancando con gran diferencia al caso Malaya, que sentó en el banquillo el año pasado a 86 acusados de los 95 imputados iniciales. La cifra de imputados en todas las causas relacionadas con la trama de Francisco Correa -incluido el caso Bárcenas- asciende a 187 personas. Un dato récord. De ellos, hasta 74 imputados son o han sido políticos del PP o familiares directos de los mismos. (Consulte listado de implicados en el caso)

La piara política española cree que sus súbditos son poco menos que imbéciles profundos, o al menos así nos tratan; claro que su razón tienen, porque con toda la mierda que ha llovido todavía hay un 70% de cándidos españoles en edad de votar y que a pesar de todo siguen creyendo en el burdo engaño llamado sufragio universal, aunque hacen uso de ese derecho como si tuviesen edad de botar en un castillo hinchable. Parece que esto puede cambiar; cuando ya la mierda no sólo huele, si no que es fácilmente visible, resulta casi imposible ocultarla. Antes podíamos decir <<aquí huele mal>>, pero ahora decimos << cagüon la ostia, no va a oler mal aquí si está todo lleno de mierda>>, la evidencia no deja lugar a la duda, excepto para imbéciles profundos, y eso es lo que se piensan nuestra ralea política, que no nos enteramos de nada y que al final todos seguirán disfrutando del botín y los de abajo a mamar para variar. No les falta razón, el PP ganó las últimas elecciones generales con una "mayoría" que dejaba en bragas a Felipe González, muy probablemente seguirán robando y engañando al personal y este les seguirá votando, pero también cabe la posibilidad de que el pueblo despierte del largo letargo cerebral y ceguera social que lleva padeciendo demasiados años ya.

Ya ha caído el jefe supremo de la Cosa Nuestra, Juan Carlos I "El Crápula", ha dejado la corona por la puerta de atrás, con la cabeza agachada, y no precisamente para mirar mejor donde pisa y no volver a caerse, si es que el coñac y el equilibrio no casan bien. Ahora nos encontramos con un principito estirado cuyos mejores amigos son los hijos de quienes hicieron sus fortunas bajo el palio de Franco. A su lado Leticia, que tiene menos carne que el tobillo de un gorrión, si es que parece que se va a partir con sólo darle una colleja. Estos dos son al parecer la Marca España, nuestros embajadores en el mundo, el prototipo de españolit@ medi@ que se vende en el extranjero, no se si es para echarse a llorar o a reír.

Los partidos del régimen juancarlista PPSOE han recibido un serio varapalo en las últimas elecciones europeas, todavía mantienen el chollo pero no con toda la comodidad que les gustaría. Primero quieren hacernos ver que la corrupción es algo intrínseco al ser humano y por tanto inevitable, como el granizo en primavera poco más o menos. Después, si llegase el caso de no poder formar gobierno en solitario, se las habiarían entre ellos formando una coalición, un "gobierno de concentración", y entre ellos se perdonarán sus anteriores pecados. 

Otra de Marca España...

Estamos en sus manos, hoy somos más conscientes de ello que nunca, si seguimos dejando hacer a otros lo que solamente es de nuestra incumbencia esto no tiene más que un trágico fin, ya estamos viviendo muchas tragedias de hecho. La pobreza extrema avanza a pasos agigantados, cientos de miles de niños no pueden recibir una alimentación adecuada, jóvenes condenados al paro perpétuo o a la esclavitud voluntaria, sindicalistas encarcelados por defender nuestros derechos, cientos de miles de estafados por las preferentes, medio millón de desahucios. Es el fin del mundo que hasta ahora hemos conocido, nos adentramos en las fauces del lobo disfrazado de caperucita y cuyo nombre es FASCISMO, volvemos a los tiempos del o tú o yo, quieren volver a hacer tabla rasa como en el '36, ¿si no cómo se explica que nos roben, nos insulten y encima encarcelen a inocentes e indulten a mangantes probados? Estamos al borde del abismo y solamente la unidad de los de abajo, sin partidismos ni intereses egoistas, podrá sacarnos de él antes de caer, porque una vez dentro del agujero no existe el retorno... y si vuelven a ganar, esta vez será para siempre jamás.

Fuente:

La mierda que ya no solamente huele, ahora es también fácilmente visible, párense y observen durante un momento.