Todos los días conocemos nuevos casos de personas que son desahuciadas de sus hogares, padres y madres que no pueden darle a sus hijos, no ya lo que merecen, sino simplemente una buena alimentación, o nos encontramos con personas que anteayer tenían una vida más o menos tranquila y que ahora rebuscan en los contenedores de basura de los supermercados. Este escenario se encuentra rodeado a su vez del lujo más estúpido y de la insultante opulencia de unos pocos privilegiados. Mientras la mayoría de los trabajadores debemos currar sin parar hasta casi tener un pie en la tumba para no tener nada, los ricos (los mismos de siempre) ostentan orgullosamente su riqueza, sin avergonzarse ni un ápice por ello; es más, esta mal llamada crisis ha sido para ellos una bendición de ese supuesto Dios que tanto veneran, porque esta gentuza, además de padecer la enfermedad del acaparador sin escrúpulos, se diferencia del resto de fascistas mundiales, ya que a nuestros fachas lo que les gusta es vivir muy bien y los demás muy mal, a cara de perro vamos, para que así se note sin lugar a dudas quien manda aquí y quien ganó la guerra.
Resulta que quienes te dicen que debes ser buen español y sacrificar una parte de tu sueldo en aras del bien nacional, es un ricachón podrido de dinero e ideología ultracatólica. Los mismos que llaman al pueblo extrema izquierda son los hijos y nietos de la degenerada piara franquista. Quienes decían que nada más llegar Rajoy al trono todo cambiaría a mejor, son los mismos que llaman populistas a quienes denuncian su inhumanidad para con los enfermos de Hepatitis C. Esos que dicen "España para los españoles, fuera inmigrantes", son los mismos que ya han vendido buena parte de la costa andaluza al fascismo mundial. Luciendo caros trajes, paseando en lujosos coches y engullendo comida gourmet como pavos, le dicen al obrero que tenga paciencia, que no sea cenizo, que volverá a llegar un día en el que cobre 2500€ al mes y vote de nuevo al PP.
¿Hasta que grado de degeneración mental ha llegado nuestro pueblo? Tras una despiada guerra civil en la que unos asesinaban y otros se defendían y 40 años de dictadura criminal; después de lo ocurrido en el 11-M gracias a las políticas de Aznar, ¿cómo se le ha dado el Poder absoluto a quienes ven al pueblo como estómagos inútiles?, porque ya no nos necesitan ni para explotarnos, les sobramos. Los políticos son el reflejo de la sociedad, por ello la mayor responsabilidad no recae en nuestros verdugos, sino en quienes le dieron la licencia con su voto; incluidos quienes no le votaron, puesto que con su voto legitimaron una victoria absolutamente ilegítima, llamar mayoría absoluta a obtener 1/3 del censo electoral, es poco menos que llamarte imbécil en tu cara.
Y en esas estamos, mientras todos los días mueren 8 enfermos de Hepatitis C, la Botella se da baños de champan en los Spas más caros de Portugal. Mientras Montoro nos llama a todos defraudadores, en la amnistía fiscal se permitió blanquear el dinero robado de la caja común por sus colegas. Mientras que los preferentistas pasan sus últimos años en una constante agonía, Blesa se pavonea por Londres con su nueva putita de lujo a la que llama esposa. Mientras que Matas sale y entra del trullo como si nada, existen muchas personas presas por su ideología, no por haber cometido ningún delito. Mientras la miseria siga rodeada de opulencia, difícil vamos a tener la convivencia.
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