Han tardado casi un mes, pero al final ya han encontrado la presa idónea. Ha sido detenida una chavala sevillana de 25 años acusada por el "incendio" de la Iglesia de Sta. Marina. Según he podido leer en la prensa oficial, todos recalcan la pertenencia a varios grupos radicales de la compañera detenida, por lo que - aunque desconozco a esta chavala - es muy probable que ella sea una persona destacada dentro de esos movimientos que el fascio llama radicales, pero que son donde se encuentra lo mejor de nuestra juventud.
Así ocurrió, ocurre y ocurrirá siempre, la reacción siempre está presta para aprovechar este tipo de incidentes, ya sea provocándolos ellos mismos o utilizando en su favor acciones que no conducen a ninguna parte. Porque yo me pregunto ¿qué ostias se consigue pegando fuego a la puerta de una iglesia? que alguien me lo explique, yo por lo menos no le encuentro ningún sentido, es más, este tipo de "acciones" son absolutamente contraproducentes. Cuando ocurre algo así siempre pagan los que no tienen nada que ver en ello, la policía aprovecha la ocasión para descabezar a los movimientos llevándose a los de la primera línea de batalla, hayan sido ellos o no.
¿Como vamos a convencer a nadie de nada si se da esta imagen del anarquismo? No soy yo nadie para juzgar la conducta de quienes se que hacen lo que hacen porque creen que debe hacerse así, pero esta "acción" sólo traerá dolor para el que sea detenido y mala prensa para todo aquél que se signifique como libertario. ¿Y todo a cambio de qué?, ¿de una puerta chamuscada y unos cuantos muñecos manchados de hollín?, alto precio para tan poco rédito me parece a mi.
Todos estamos cabreados, a todos nos están robando la vida, por eso es momento del cerebro y no de la víscera. A todos nos gustaría estrangular a Rajoy con nuestras propias manos, pero eso tampoco serviría de nada, nuestro Hannibal Lecter presidencial es sólo una marioneta a las órdenes de sus amos, minutos después de irse al infierno buscarán en el baúl y sacarán un nuevo y flamante monigote presidencial.
Según mi modesta opinión (aunque tan válida como la tuya o la de cualquiera) solamente venceremos si primero hemos sido capaces de convencer. Para que esta sociedad cambie, aún se necesitan muchos años, sólo hay que ver quien ganó las últimas elecciones con "mayoría". Si queremos curarnos de la infección que padece esta sociedad enferma eso tendrá que ser cosa de todos, sí o sí. Sin la complicidad de todos los de abajo no se va a ninguna parte, y no creo que acciones como chamuscar iglesias o llenar de pintadas fachadas de casas donde viven obreros, sean el camino ideal para lograrlo.
Este tipo de "acciones" no hacen más que dar carne a las hienas falangistas, porque con ellas argumentan el tándem violencia-anarquismo, y la población española, poco docta en cuestiones que no atañen al fútbol, la F-1 o el tiempo, ve terroristas donde sólo existen iguales. Es muy triste que nuestros iguales terminen viendo a los más comprometidos con el bien común como a enemigos en lugar de hermanos, y - aunque puede que esté equivocado - este tipo de "acciones" contribuyen bastante a lo peor que nos pueda pasar a todos y que de hecho ya ocurre, la absoluta falta de unión del pueblo llano, honrado y trabajador que sólo quiere vivir en paz, rodeados de alegría en lugar de miseria, tener un trabajo que colme el espíritu creativo que todos llevamos dentro y el capitalismo nos niega, y disfrutar de una vejez tranquila. Cagándose en dioses y supersticiones inútiles, en ideologías que no solucionan los problemas e ideológos cantamañanas, en vanidosos líderes y dogmas inquebrantables.
Sólo el cerebro nos dará la victoria, porque quien tiene el monopolio de la violencia es el Estado, ellos son más fuertes sí, demostrémosles que quien tiene la razón de su parte y además es más inteligente, siempre llevará las de ganar. No hablo de pacifismo ni ostias parecidas, hablo de cerebro, hablo de convencer como único camino para vencer, cuando el pueblo en todo su conjunto esté unido, ¿quién tendrá entonces el monopolio de la violencia?, pero nosotros no somos asesinos como ellos, en nuestro mundo todos tienen cabida, incluso los ricos, mientras trabajen como todo hijo de vecino y no intenten imponer nada a nadie. Queremos crear un mundo nuevo cuyos cimientos sean la libertad y el respeto, en lugar de ruinas y cadáveres.
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