Fijaos en el vídeo, ¿cuantos picoletos se han tirado al agua para rescatar a quiénes se estaban ahogando?
Fernández Díaz, el jefe de la perrera estatal, vuelve a hacer gala de sus podridos principios morales de meapilas, además de demostrar su incapacidad para tener credibilidad tras ladrar. De vivir Sta. Teresa seguro que le escupiría por íncubo del demonio. Como no puede ser de otra manera ha defendido a sus perros vestidos de verde, los que dispararon pelotas de goma contra inmigrantes que intentaban llegar a la costa para no morir ahogados, fallecieron 11 personas, pero este puerco venido a ministro tuvo la indecencia de ladrar que los inmigrantes hicieron uso de una "inusitada violencia", contra los agentes españoles y marroquíes. ¿Cómo se explica que alguien que intenta salvarse de morir ahogado pueda emplear a la misma vez una "inusitada violencia" contra quienes deberían salvarles? Hay que ser un cabrón como pocos para decir estas sandeces que cuestan vidas humanas, ¿cómo permitimos que gentuza de tal calibre moral sea la encargada de nuestra seguridad? estamos más vendidos que una tarta en la puerta de un colegio.
¿Y qué podemos decir del jefe de los picoletos?, nada bueno como de costumbre. Arsenio Fernández de Mesa (tiene apellido de vino barato) no sólo ha mentido al decir que no se dispararon pelotas de goma contra los inmigrantes indefensos y al borde de morir ahogados, sino que además, como buen falangista - nada más hay que ver su facha - que es, se indigna cuando el "populacho" no cree en sus graznidos, ¡se callen ya coño! le gustaría decir, pero todavía no hemos llegado a eso, aunque llevamos camino de ello. Dice que ha dado instrucciones a los Servicios Jurídicos de la Benemérita para que presenten las "querellas criminales" que consideren oportunas contra todas aquellas personas "que han injuriado, calumniado y hasta presentado denuncias falsas" sobre su actuación, la misma canción de siempre; si los denuncias serás denunciado por calumniador, y eso que tras sus caricias sólo podrás denunciarlos por escrito...
Fernández de Mesa (como el Don Simón) ha defendido que los guardias civiles actuantes hicieron "lo que tenían que hacer" para "mantener el orden y la ley en territorio nacional" con un proceder "impecable". Claro que sí, los picoletos sólo han hecho lo que esperan de ellos sus amos, así que la actuación ha sido "impecable". El director general ha reprochado su comportamiento a quienes le "hacen el juego" a las "mafias" que "utilizan a los inmigrantes para vencer al Estado de Derecho", ya que él es un "demócrata de toda la vida", faltaría más.
¿Y de los sociatas?, ¿qué podemos decir de los miserables sociatas? Buscan desesperadamente la manera de diferenciarse del PP, aunque la hipocresía tiene las patitas muy cortas al igual que la mentira, su prima hermana. Esto puedo decirlo no porque lo haya leído o me lo hayan contado, yo mismo he vivido la inhumanidad de los picoletos en el trato a los inmigrantes que cruzan el Estrecho como pueden. Hace ya bastantes años yo pasaba el verano en Bolonia (Tarifa), uno de los pocos paraísos que todavía quedan en Andalucía. Un paraiso envenenado, puesto que allí puedes encontrarte en cualquier momento con la muerte de personas desesperadas que intentan llegar a nuestra tierra. Yo he visto con mis propios ojos a los picoletos sacando a pedradas a los inmigrantes que llegaban agotados a la costa andaluza. He vivido una noche de horror inolvidable en la que el traficante de personas se asustó al ver la patrullera de los civiles, entonces obligó a todos los inmigrantes a bajarse de la patera. Estaban a sólo 50 mts de la costa, pero para alguien que nunca ha visto el mar y no sabe nadar, esos 5o mts son un maratón. Los gritos de auxilio nos despertaron a todos los que dormíamos en la playa, serían las 4:00 de la madrugada y con Luna nueva, por lo que era una noche particularmente oscura, y es que la llegada de pateras era más abundante estos días sin luna, ya que era más fácil pasar desapercibidos. Fuimos los que estábamos acampados en la playa quienes sacamos a los que se ahogaban, pero uno tras otro, todos los que sacábamos ya estaban muertos, excepto unos pocos. Llenos de golpes y arañazos al estamparse contra las piedras de la costa. Mientras tanto, esos que tanto dicen por la Tv que arriesgan su vida para salvar la de los inmigrantes, se limitaban a contemplar la dantesca escena, ni siquiera se mojaron la suela de las botas. Esto no ocurrió durante un gobierno del PP, lo fue mientras aún gobernaba Felipe González, así que estos miserables sociatas que ahora se escandalizan, sólo demuestran su asquerosa hipocresía.
Los dos partidos de gobierno se han esmerado a la hora de mostrar la inmigración como un problema estadístico en lugar de humanitario, por eso a nuestra población le importa más el último gol de Ronaldo que la vida de personas indefensas y abandonadas a su mala suerte. Ahora también quieren criminalizar a quienes ayuden a los inmigrantes, un paso más hacia la nazificación del Estado español. La vida de cualquiera de todos los miles de inmigrantes que se han ahogado en el Estrecho vale más que la de cualquier facha español (sea rojo o azul) culpable de sus muertes.
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