Mineros del carbón, la lucha de la razón


“Hay una lumbre en Asturias que calienta España entera, y es que allí se ha levantado toda la cuenca minera. ¡¡¡Ale asturianos!!! que está nuestros destinos en vuestras manos. Empezaron los mineros y los obreros fabriles, si siguen los campesinos, seremos cientos de miles. Bravos mineros, siguen vuestro camino los compañeros...”

(Estrofa de la canción “Hay una lumbre en Asturias”, de Chicho Sánchez Ferlosio)

Otra vez son los mineros quienes les dan una lección de dignidad y orgullo obrero al resto de los trabajadores españoles. Ellos se atrevieron contra el gobierno fascista de la CEDA durante la II República, en 1.934, fueron salvajemente represaliados por defender su pan, nada menos que Franco fue el encargado de organizar la acción terrorista del estado contra obreros que solo querían trabajar, a pesar de las durísimas y penosas condiciones de la mina. Solamente tras una brutal represión, con miles de obreros asesinados, heridos y mas de 30.000 encarcelados, el gobierno fascista republicano pudo acallarlos. La insurrección de Asturias quedará marcada en la memoria de la clase obrera española, siendo para los revolucionarios el primer intento de los obreros de toma del poder con sus propios organismos de clase; como fueron los comités revolucionarios. Un jalón de experiencia que sería retomado y generalizado en las zonas donde el proletariado derrotó el Golpe de Franco dos años después, iniciando así la revolución española de 1936.

Cuentan los abuelos que durante la Guerra Civil los mineros de Asturias trabajaban todos los días una hora gratis para que el calor del carbón, en aquellos días de invierno, llegara a todas las casas. En los años 60, en plena dictadura, los mineros de Asturias iniciaron una huelga indefinida que duró tres meses, era la primera vez que los obreros se atrevían a desafíar al implacable dictador fascista, sabían que no sería nada fácil, aun así continuaron sus movilizaciones y reivindicaciones sin importarles las duras consecuencias que caerían sobre sus espaldas.




Muchos de ellos permanecieron semanas encerrados en los pozos. Las familias subsistían gracias a la solidaridad de los vecinos. Fue una huelga dura y silenciosa, porque media España no se enteró hasta mucho tiempo después, pero con secuelas difíciles de borrar, el odio ya estaba sembrado. Es curioso constatar como los líderes sindicales mineros denuncian la misma práctica fascista de desinformación hoy día, los grandes medios de comunicación han intentado silenciar el conflicto por todos los medios, pero en la actualidad, gracias a internet, las noticias corren como la pólvora incendiada y es muy difícil acallar todas las voces, como ocurrió en los 60.

 
La basura humana periodística que sufrimos, la falta de información realmente objetiva y honrada, esta nueva casta de periodistas al servicio del poder y la confusión generalizada no tiene principios morales y carece de empatía humanitaria, son gentuza que gracias a Odín han sido ya sobradamente desenmascaradas. Los voceros y panfleteros periodistas no han parado de condenar las acciones de defensa  de los mineros frente a los perros del poder que quieren robarles el pan, los periodistas asíduos a las tertúlias televisivas y radiofónicas no paran de ladrar según les dictan sus respectivos partidos o diferentes lobbys.





Nada mas llegar a Madrid han sido recibidos por la comitiva de bienvenida preparada por la cerda Ana Botella, un buen número de perros del poder pertrechados con corazas y escudos, como si recibieran un asalto a la ciudad, en lugar de un grupo de trabajadores que lucha por el pan de sus hijos. Los mineros ya han probado suficientemente su valentía entrando todos los días a trabajar bajo tierra cientos de metros y en unas condiciones de seguridad que no son las mas óptimas desde luego. Ahora no le tienen ningún miedo a la jauría que les han achuchado, están acostumbrados a enfrentarse a la muerte casi todos los días, no se asustan ante un cacho de carne descerebrada y equipada como si fuera a un torneo medieval.

La razón de peso esgrimida por el infame ministro Soria es la de que el carbón español no es rentable, es mas barato traerlo desde el quinto carajo. Claro que sí, es mas barato porque en los países que se produce a tan bajo precio el carbón está manchado de sangre, las condiciones laborales y de seguridad en esas minas son absolutamente esclavistas, motivo por el cual es tan barato. La diferencia de precio la ponen las vidas humanas que se pierden en su extracción, aquí es mas caro puesto que se invierte mas en seguridad, porque generaciones enteras de mineros han luchado por mejorar sus lamentables condiciones de trabajo. En todo caso ¿para quién es mas barato?, ¿para la industria?, ¿para el gobierno?, esto es sólo una manera de ver la gestión de un país a través de las cifras macroeconómicas, en lugar de hacerlo desde la perspectiva del bien común, algo que deberían exigirle los obispos a este gobierno tan católico y meapilas, seguro que Jesusito así lo hubiera querido, en lugar de verlos tan henchidos de vanidad, podridos de dinero y deshumanizados hasta el extremo de parecerse a las Legiones de Satán en la tierra.


Sí, nuestro carbón podrá ser mas caro, pero es el precio de la justicia, es el precio justo que se debe pagar por trabajar en tan durísimas condiciones, ¿en qué nos convertimos si preferimos comprar carbón mas barato pero manchado de sangre?, las cuencas mineras viven del carbón, comarcas, pueblos, familias, todos viven de la mina, desde el propio minero hasta el charcutero del pueblo que vende el jamón a los que trabajan cientos de metros bajo tierra, ¿dejaremos ha toda esta gente en la indigencia porque nos sale mas barato comprar el carbón en países donde se vive bajo la dictadura y donde los mineros son poco menos que esclavos?, esta filosofía de vida es tan inmoral que el perro alemán que tenemos por Papa debería excomulgar a todos estos herejes que van los domingos a misa, pertenecen al Opus Dei o a Los Legionarios de Cristo pero que están poseídos por el demonio del poder y el odio al pueblo.


Desde Nordic Anger un fuerte abrazo y todo el apoyo del mundo a los mineros que les están dando una lección de dignidad y valentía a todos los españoles que aún no han despertado de su ensoñación democrática. Les deseo lo mejor, que no decaiga la lucha, que nuestro gobierno fascista no salga ileso después de haber atentado en contra de la paz social, que sepan con quien se están jugando los cuartos, sois el orgullo de todos los obreros españoles, el ejemplo a seguir, mucha suerte, salud y anarquía.


El Ilustre Consejo de Ministros al completo

1 comentario:

manipulador de alimentos dijo...

el cerdo mayor, rajoy, como siempre, anda ausente... un saludo