Un demente ultracatólico como jefe de la perrera estatal


 
¿Cómo es posible que tras 40 años de sangrienta dictadura sean los mismos quienes están en el poder? Son las mismas familias de siempre, los dueños de España, así que de ninguna de las maneras van a permitir que sean otros los que gestionen lo que es suyo desde la Reconquista. El engaño estaba más que bien urdido, dos partidos se repartirían el pastel, los demócrata cristianos y los social democráticos, pero todos los dirigentes con peso en ambos partidos serían cachorros del antiguo régimen para que todo quedara bien atado.

El personaje al que está dedicada esta entrada es un claro ejemplo de lo dicho anteriormente, el nefasto ministro del interior Jorge Fernandez Díaz, prototipo de lo que no debe ser un gestor público. Este elemento va de ultraliberal pero lleva toda su miserable vida viviendo del estado, además no le basta con vivir opulentamente gracias al dinero de todos desde su juventud, también ha enchufado a todos los familiares que ha podido en buenos puestos remunerados por el papá estado. Este "señor" nunca ha doblado la bisagra, no conoce el trabajo porque gracias a sus apellidos y a los servicios prestados por su padre a la dictadura fascista siempre ha tenido algún carguito hecho a su medida, sin embargo pide a los españoles que con su trabajo levanten España y que se aprieten el cinturón porque los fascistas como él aún no han robado bastante.

Veamos el curriculum de vividor del estado de este personaje:

Delegado provincial de Trabajo en Barcelona (1978-1980)

Gobernador Civil de Asturias (1980-1981)

Gobernador Civil de Barcelona (1981-1982)

Concejal en el Ayuntamiento de Barcelona (1983-1984)

Diputado en el Parlamento de Cataluña (1984-1989)

Diputado por Barcelona en el Congreso de los Diputados (1989-1996)

Secretario de Estado para las Administraciones Públicas (1996-1999)

Secretario de Estado de Educación, Universidades, Investigación y Desarrollo (1999-2000)

Secretario de Estado de Relaciones con las Cortes (2000-2004)

Diputado por Barcelona en el Congreso de los Diputados (2004-)

Vicepresidente Tercero del Congreso de los Diputados (2008-2011)

Ministro del Interior (2011-)


Después de tantos años al servicio de la causa falangista, ahora ha tocado techo, nada menos que ministro del interior, seguramente que no se lo cree ni él. Aquí lo que importa no es la capacidad para desarrollar un cargo competentemente, de lo que hablamos es de otra cosa bien distinta; su nombramiento ha sido posible gracias a su curriculum de falangista de toda la vida, abyecto fascista, demente ultracatólico y a su falta de principios morales a la hora de reprimir a trabajadores indefensos y en lucha justa por lo que les pertenece.

Rajoy ha sabido escoger muy bien a su ministro represor que parece disfrutar viendo brotar la sangre del pueblo obrero, las actuaciones de sus esbirros son impecables según su mente deforme de ultracatólico, este es el tipo de gentuza que nos ha tocado sufrir durante al menos tres años más, ¿podremos resistir?, ¿los echaremos del poder antes de que nos encarcelen a todos?, ¿pagarán algún día todos los abusos perpetrados?, esperemos al menos que todas sus fechorías y las de sus compañeros de partido sirvan para desterrar del panorama político de una vez por todas a todos estos cerdos fascistas rabiosos que gobiernan en contra del pueblo.


Este opusiano ultracatólico tiene un fuerte sentimiento por la familia, como buen opusino, aunque mantiene la separación de bienes, por lo que pueda pasar, que el dinero es el dinero, como sus dos pisos en Madrid y Barcelona o sus dos plazas de garaje. Imagino que este sentimiento de familia se vio reforzado en plena Transición, cuando siendo hombre fuerte de Trabajo (fue inspector, por lo que sigue cobrando trienios) vió como su familia más próxima conseguía ‘milagrosamente’ puestos en el Instituto Nacional de Empleo. Fue el caso de sus hermanos María Isabel, Francisco Javier y Carmen, su cuñada Josefina Cabrera y, el caso más providencial, supongo que tocado por la mano de ese “Dios legislador”, de su mujer Asunción Carcoba, que consiguió una plaza un mes antes de que se realizaran las pruebas de acceso. ¡Milagro, milagro!


En su despacho del Congreso de los Diputados hay un enorme retrato de Tomás Moro, santo al que Juan Pablo II pedía que se encomendaran los políticos para obtener fortaleza, paciencia, perseverancia y buen humor. En una entrevista que le hicieron hace poco en el panfleto falangista La Gaceta reconoce que estuvo muchos  años viviendo ajeno a todo lo espiritual, pero que en la actualidad es un devoto cristiano meapilas al estilo Opus, veamos sus graznidos que no tienen desperdicio:

<<Yo no negaba a Dios, simplemente vivía como si no existiera, sólo me acordaba de Él en los momentos difíciles. Era eso que llaman un católico no practicante>>

<<Mi fe era una fe muerta porque era una fe sin obras>>

<<Digamos que mi plan de vida está muy próximo a la espiritualidad del Opus Dei: ir a misa todos los días, rezar el Rosario, hacer un rato de oración, otro de lectura espiritual...>>


LG- ¿El autor que más le ha marcado?

JFD- Son muchos, pero si me tengo que quedar con uno, elijo a Vittorio Messori, con quien me unen tantas cosas. El providencialismo, por ejemplo. Messori analiza los acontecimientos teniendo en cuenta que Dios es el Señor de la Historia, del Tiempo, de la Cronología. A mí también me atrae ese tipo de visión de los hechos que se incardina en lo que se llama Teología de la Historia.

LG- ¿Y el libro?
 
JFD- Le diré tres, aunque haya muchos más. El regreso del hijo pródigo, de Henry Nouwen, La historia de un alma, de santa Teresita de Lisieux, y Las confesiones, de San Agustín. Los leí por primera vez en 1997.

LG- ¿Es fácil tener presente a Dios en el Congreso de los Diputados?
 
JFD- Aunque parezca que le hayamos cerrado la puerta, aunque a veces no lo queramos ver o escuchar, tengo la íntima convicción de que Dios está muy presente en el Congreso. Las Cortes son el órgano legislativo del Estado y Dios, el gran legislador del universo.

LG- ¿Cómo vive la política?
 
JFD- Como un magnífico campo para el apostolado, la santificación y el servicio a los demás, como mi vocación personal y específica, el lugar donde Dios quiere que esté. Para un católico, dedicarse a la política, aquí y ahora, es un reto apasionante.

LG- ¿Se encuentra cómodo en el PP?

JFD- El mío es un partido en cuyo ideario ocupa un lugar importante el humanismo cristiano. Sí, me siento bien.

Bueno, sobran los comentarios, como se suele decir, a estos sólo basta con dejarles hablar, ellos mismos se retratan, aunque da mucho miedo escuchar decir estas sandeces a todo un ministro del interior, un fundamentalista ultracatólico tan peligroso o más que cualquier muyahidin, los católicos creen estar en posición de la verdad siempre, ya que su fuente "moral" brota de la sabiduría del todopoderoso, estos no se conforman con creer en sus supersticiones y llevar una vida acorde con ellas, ahora y siempre han querido imponer a todos su doctrina ultracatólica de enfermos mentales, eso de que España sea un estado laico se lo pasan por el forro de los cojones.

Incluso se atreven a despreciar al poder judicial cuando no baila al son que ellos dictan, claro ejemplo de ello lo tenemos en los matrimonios gays, este tipo siendo ministro del interior llegó a decir que lo acata pero no lo comparte, claro que la acata, no tiene otra, pero deja claro su desprecio al diferente, porque una sabandija como él se cree más persona que cualquier homosexual.

En manos de este tipo de gentuza nos encontramos, da mucho miedo, pero no paralizante, sino un miedo que sirve de alimento al odio social hacia los que gobiernan en contra de todos y a favor de las mismas familias que siempre han sido dueñas de todo y de todos, este gobierno del PP debe caer antes de que acabe con nuestra libertad, no podemos permitir que mentes enfermadas por el fundamentalismo ultracatólico quieran imponernos sus doctrinas demoníacas dirigidas por el Opus Dei o Los Legionarios de Cristo.

Insumisión social, huelga indefinida, desprecio del pueblo, sólo eso encontrarán si siguen pisoteándonos y escupiéndonos a la cara esta chusma fascista a la que siempre le ha gustado vivir a costa del trabajo ajeno con gran boato y opulencia, a cara de perro mientras el pueblo se muere de asco rodeado de riquezas intangibles y que solamente disfrutan unos pocos privilegiados por la gracia de dios y su puta madre.


 

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