Nordic Anger: Escrache al pepero usurero

Bueno, ya nos lo ha dejado bien claro el cabrón que sufrimos como presidente del gobierno, el PP votará en contra de la ILP para evitar más deshaucios, una propuesta popular avalada por casi un millón y medio de firmas de ciudadanos y que cuenta con el apoyo de todas las gentes de bien de este país, porque al parecer la gentuza se concentra en el Congreso de los Diputados. La chusma que nos gobierna atenta contra el pueblo que dice representar, legisla para dejar en la calle a 400.000 familias en la puta rue a la misma vez que conspira para tapar a los auténticos culpables de todo lo malo que sucede en España. Ellos son parte y juez, por lo tanto no tienen ninguna credibilidad ni legitimidad, gobiernan con el beneplácito de 1/3 de la población en edad de votar, pero incluso muchos de los que debido a su imbecilidad profunda o intereses propios y que los votaron, hoy no lo harían, con lo que siendo generoso, si acaso cuentan con 1/5 parte de la población que los apoya, y que son precisamente la escoria de este país, reaccionarios, meapilas, franquistas, falangistas y toda la putrefacta ralea que no ve con buenos ojos el bien común.

Justo dos días después de que Rajoy graznara en el Congreso que no se podía aceptar la dación en pago como una forma de aminorar la pesada carga del desahucio a los implicados –convirtiéndose una vez más, en defensor y portavoz de la gran Banca y el fascio español—, el Tribunal de Justicia de la Unión Europea sentenció que la ley hipotecaria española es abusiva e ilegal. Esta ley hipotecaria que ahora ha sancionado negativamente el Tribunal Europeo, por prácticas abusivas contra el consumidor, tiene más de un siglo y sin embargo ninguno de los tres partidos que han conseguido gobernar este país hasta hoy, han querido modificarla, es más, la misma Unión Europea no ha dicho ni pío sobre la no transposición de la Directiva Europea de 1993, en la que se basa la sentencia que dice que la ley es ilegal y abusiva.

Ni Felipe González, el puerco impostor, ni Aznar el repugnante y ni ahora el "estadista histórico" Rajoy han tenido la decencia de cambiar una ley escrita en 1906, ha tenido que ser la UE la que les de el tirón de orejas para que hagan justicia nuestros infames políticos. Tanto Rajoy como sus secuaces no han perdido un segundo en declarar que se hará lo que dicte la CE, aunque lleve pidiéndolo desde 1993, ¿somos imbéciles o merecemos ser gobernados por la peor gentuza que podamos encontrar en nuestro país?

La campaña de escrache contra estos hijos de puta que nos quieren joder la vida debe ser un deber moral para todo aquel que se considere una persona de bien, hay que señalar a estas sabandijas cuando vayan por la calle, acosarlos hasta que su vida sea un infierno semejante al que padecen sus víctimas. Que sigan robando y atentando contra el pueblo español, pero por lo menos que no puedan disfutar tranquilamente de su botín. No necesitamos cuervos judiciales para que nos digan que es legal o no, que es moral o no y que es tolerable o no, la justicia del pueblo debe prevalecer por encima de los cuervos que llaman negros a los grajos. Nadie que esté en su sano juicio puede pretender vivir tranquilamente mientras que a su alrededor la pobreza y la deseperación extrema reinan, o vivimos todos o no vive ninguno, ellos tienen a sus perros policiales y militares, pero nosotros tenemos muy mala ostia, cualquier animal acorralado ataca a la yugular sin más contemplaciones, si quieren seguir tensando la cuerda, puede que esa cuerda sea tensada alrededor de sus cuellos.

Por supuesto que las medidas que se tomen serán otro nuevo engaño, acatarán los dictados de la UE 20 años después de que debieran haberlo hecho, pero con mucha letra pequeña. Asistiremos de nuevo a otro cambio de ley, cambiarán una ley por otra, serán los mismos puercos los que dictarán esa nueva ley, según los legisladores la nueva ley será más justa y acorde con los tiempos, pero a fin de cuentas, en lo práctico, será otra ley más impuesta por los que nos joden la vida a diario, el pueblo no tendrá ni voz no voto en el cambio de esa puta ley que siempre sirve a los mismos sin contar con los afectados. Entonces ¿por qúe retorcido motivo que se escapa a una mente tan sencilla como la mía tenemos que delegar nuestras vidas en gentuza que conspira para joderlas? ¿es que soy un bicho raro o un inadaptado social por cagarme en las leyes que imponen por medio de la violencia quienes se supone que deben velar por el bien común?

Lo dicho, la campaña de escrache tiene que ser un éxito, señalemos a los terroristas cuando paseen por la calle, que sus hijos les pregunten ¿por qué os odia tanto la gente?, deben ser conocidos todos los nombres y apellidos, sus emails, sus direcciones, teléfonos, etc... Que sientan de cerca el odio del pueblo los que conspiran contra él. Seas afectado o no por las hipotecas tu conciencia te dicta que nadie debe quedarse en la puta calle para que un cabrón banquero se compre un yate más grande, tras darle la correspondiente parte del botín a los políticos que lo protegen legislando siempre a su favor.

Reunión de abogados de la PAH

Yo no tengo por ahora problemas de vivienda, a mi no me falta un techo, pero por mucho que quiera no puedo ser ajeno al sufrimiento de 400.000 familias tiradas en la puta calle sin ninguna misericordia. No concibo la felicidad si la gente con la que tengo que convivir a diario es infeliz, mi vida nunca puede ser plena si a mi alrededor prospera la miseria. No necesito ser un puto cristiano hipócrita para tener capacidad de empatía y hermandad con mis iguales, es más, son precisamente esos abanderados del cristianismo los que quieren imponer su enferma doctrina fundamentalista para vivir del esfuerzo ajeno y a cara de perro, sin ninguna piedad cristiana.

Yo me cago en dios todos los días como ejercicio meditativo, pero ellos escupen a diario en la cara del que llaman su "Señor", su guía, su gurú, un Dios creado por mentes humanas enfermas, creado por una empresa que nunca quiebra, el Vaticano, chusma que debemos desterrar de nuestra vida porque sólo buscan imponer su doctrina de tarados mentales. La campaña de escrache es un deber de todo ciudadano que se precie como humano, todos debemos apoyarnos entre todos y en contra de los que nos quieren joder, al margen de ideologías, banderas o siglas, gente honrada y trabajadora que exige su parte del pastel.

Tras haber dejado tiradas en la calle a 400.000 familias, perpetrando el mayor atentado terrorista conocido en toda la historia española, parece que no reflexionan, les importa un carajo el sufrimiento ajeno mientras ellos mantienen su status de opulencia y desprecio hacia el que les paga y por lo tanto del que viven. ¿Cómo hemos llegado hasta este estado de denigración absoluta de la inteligencia humana?, ¿cómo es posible que permitamos gobernar a los herederos del inmovilismo más reaccionario de nuestra tierra?, ¿somos masoquistas o simplemente imbéciles? Para colmo de los colmos resulta que esta gentuza se cree predestinada a ser pastores del rebaño, elegidos por la selección natural, por lo que según sus mentes enfermas piensan, que siempre los más "fuertes" o "inteligentes" deben guíar a la masa ignorante y perdida, además de abusar de ella viviendo a su costa. Por si fuera poco, además de creerse superiores porque la naturaleza los ha dotado mejor -cosa bastante discutible- también se sienten elegidos por Dios, tocados por su mano para domesticar al rebaño perdido y ser sus pastores.

Si no ceden nosotros debemos ser aún más inflexibles, este gobierno sólo nos ha dejado una opción a elegir entre dos, o estás con ellos o contra ellos, son nuestros enemigos, siempre lo han sido, pero ahora, más que nunca, las cartas están echadas, no hay posibilidad de negociación, somos nosotros o ellos, y yo tengo en muy buena estima mi pellejo además de odiarlos a ellos con todas mis fuerzas, si votan contra la ILP antideshaucios se las tendrán que ver con el odio sobradamente fundamentado de todos los ciudadanos honrados, trabajadores y con conciencia social de este puñetero país, compañero, escupe al pepero y a todos los mercachifles de la política que viven de tu trabajo o tu desgracia, salud y anarquía.