Militares preparándose para acallar el lógico descontento del pueblo



Volvemos a las de siempre, el Estado terrorista español nunca reconocerá la voz del pueblo, si el engaño del sufragio universal cada vez engaña a menos gente, si una población hastiada de ver todos los días nuevos casos de corrupción política sale a la calle a protestar pacíficamente o si esto se desmadra gracias al desmadre de quienes gobiernan; graznan que todo ello es campaña de la extrema izquierda, llegando a comparar con nazis o etarras a quienes reclaman sus derechos más básicos. Se mofan en nuestra cara de imbéciles mientras degustan marisco a domicilio servido en helicóptero, Don Perignon, coca y prostitutas de alto standing, a la vez que en las calles hay decenas de miles de ancianos a los que se les ha robado lo ahorrado en toda una vida de duro trabajo, a los que se le ha robado la vida que les resta.

Ahora parece que ha llegado otra vez el protagonismo del ejército en la vida política nazional, estos meapilas ultracatólicos quieren volver a dejar claro quien gano la guerra (véase el infame desfile de monigotes castrenses el día de la hispanidad), porque a fin de cuentas, unas elecciones las puede ganar incluso Podemos, aunque aun está por ver, pero, ¿ganar una guerra? eso no es cosa que ocurra cada cuatro años como el depositar una papeleta que no sirve para nada en una urna. Ese es el máximo argumento de estos falangistas venidos a demócratas de toda la vida; como último garante del legado atado y bien atado del Cabronsísimo siempre estará el asqueroso ejército español, capitaneado por un ser heredero de uno de los linajes más asquerosos del planeta, los Borbones. A ver si todo esta mierda sirve al menos para abrir los ojos de todos, puesto que no podemos olvidar que el ejército es la institución mejor valorada por los españolitos; pues ahora harán con nosotros lo mismo que hicieron, por ejemplo, en Libia durante su "misión de paz por el bien de la humanidad".

Militares de un regimiento acorazado en Valencia han sido instruidos durante dos semanas en ejercicios de "control de masas" sin que se les explicara por qué tienen que recibir esa formación. En el cuartel se comenta que "según los mandos, hay que estar preparados para todo, y más en los tiempos que corren". Los garantes del legado franquista quieren hacernos ver que están dispuestos a todo otra vez, que no les temblará la mano a la hora de perpetuar la miseria cultural, moral y económica de España. 

Poético emblema
Oficiales y tropa destinados en el Regimiento de Caballería Ligero Acorazado Lusitania nº8, con sede en Marines (Valencia), han sido instruidos en ejercicios  de "control de masas" civiles con material antidisturbios convencional, durante las semanas centrales del pasado mes de octubre, según el diario Público de fuentes militares, que califican esta formación de absolutamente inédita y extraña.

Se trata del regimiento que participó en el fallido golpe de Estado del 23 de febrero de 1981, bajo las órdenes del teniente general Jaime Milans del Bosch, que decretó el estado de sitio, tomando las calles de Valencia con sus tanques. En la actualidad, este regimiento participa en misiones internacionales bajo el paraguas de Naciones Unidas. Ya están bien entrenados, saben lo que es asesinar fríamente a afganos, iraquíes o libios, por lo que no les fallará el pulso a la hora de dirigir su mira hacia quienes en su pútrida mente sólo son antiespañas. También estarán deseando hacer honor a quien fue su teniente general, del Bosch, uno de los mayores asquerosos que ha dado nuestra tierra, que ya es decir.

Brigada de Caballería Castillejos II. ¿A que son majetes?
Según estas informaciones, refrendadas por un amplio material gráfico, en estos ejercicios han participado en torno a 200 militares, bajo el control y supervisión de miembros de la Policía Militar venidos expresamente de la Brigada de Caballería Castillejos II, con sede en Zaragoza, y bajo cuyo mando se encuentra la Acorazada Lusitania nº8, acuartelada en la Base General Almirante de la localidad de Marines, ubicada a poco más de 39 kilómetros de la capital valenciana, a los pies de Sierra Calderona. Según informaron varios de los militares participantes, el curso fue impartido por "miembros de la Policía Militar venidos de la Brigada de Zaragoza. Nos enseñaron a cómo arrestar gente, poner las esposas, controlar las masas... todo eso; aunque no nos explicaron para qué misión necesitábamos esa formación". 

Nos venden que nuestro ejército debe su existencia a la seguridad de todos, que su función es la de protegernos de un hipotético ataque por parte de otro país, algo tan probable como que Montoro diga una verdad. La función real del ejército español es proteger la corona española y todo lo que la sostiene, por algo el rey es su capitán general, su capo máximo. El ejército español nunca defendió a sus conciudadanos de nada, más bien todo lo contrario; se empleó a fondo a la hora de borrar cualquier atisbo de cultura, de inteligencia y de honradez en este país desde el día de su nacimiento hasta ahora mismo, esta vez en forma de policía militar. Si piensan que exagero lean esta declaración publicada en el diario Público.


Uno de los participantes en los ejercicios abundó en esa hipótesis del control de masas: "Se rumoreaban y sospechaban muchas cosas de la finalidad de estos ejercicios, que eran absolutamente extraños teniendo en cuenta las características del Regimiento Lusitania, que es una unidad acorazada, es decir de blindados. Lo que opinaba la gente es que se ve todos los días mucha tensión en la calle, que hay muchas revueltas... entonces se piensa que si la Policía se ve desbordada, entonces, y al amparo de la Constitución, las Fuerzas Armadas son las que tienen que tomar automáticamente el mando; eso es lo que se escucha y se piensa que será por eso. De hecho, nos cuentan en el cuartel que la Policía Nacional está desbordada, que no tiene ni medios ni gente".

Ya podemos hacernos una idea de a lo que están dispuestos los perros guardianes del privilegio, se trata nada menos que de una unidad acorazada, de tanques, tanquetas y cañones de gran calibre, no estamos hablando de un regimiento de zapadores ni nada de eso; tanques contra pancartas y manos abiertas como peligrosas armas que combatir, el pueblo productor es de nuevo el enemigo interior, quien impone el terror vuelve a tachar de terrorista a quien no se deja pisar por la bota estatal. 

El mismo emblema que los tanques nazis
"Los ejercicios fueron duros, incluso más allá de lo razonable", según explicaron a Público algunos de los participantes, tanto de la tropa como de los mandos. "La gente no tiene cabeza ninguna, se desmadró, hubo mucha tensión, hubo exceso de fuerza de los mandos con los soldados y viceversa, y los instructores de la Policía Militar decidieron parar los ejercicios. Lo cierto es que muchos nunca habíamos usado una de esas porras, pero a uno le dieron un porrazo que le jodieron una rodilla y acabó tirado en el suelo sin poder moverse; otro con una marca en el muslo como si le hubieran dado un latigazo brutal, realmente causan mucho dolor y pueden provocar lesiones graves". Se dan de ostias entre ellos en plena subida de adrenalina producida por la violencia que les provoca erecciones, por eso son militares de vocación, gracias a su sadismo. Si se dan entre ellos una vez metidos en faena, no quiero ni pensar que harán con carne fresca melenuda, con crestas o simplemente pacifistas inertes y ancianos que no pueden correr, se van a dar un festín.

"Creemos que la Policía Militar está también haciendo este tipo de formación en otros cuarteles, y dicen los mandos que tendrán que volver aquí, porque técnicamente fue una iniciación y los ejercicios no concluyeron", asegura un informador de Público.

Dicha fuente insiste en que "los únicos que tienen el cometido de control de masas son los de la Policía Militar dentro del entorno militar, pero no recordamos que hayan actuado nunca formando a soldados de otras unidades para ejercer puntualmente como Policía Militar Antidisturbios ante civiles. Oficialmente, no sabemos cuáles son las razones de estos ejercicios, pero las sospechas son las que son".

Pues está clara la cosa, se están blindando y a la vez acojonando a la población para que prefiera ser pobre a ser pobre y con varios huesos rotos o encerrado en la cárcel. Por si fuera poco con la Ley Mordaza y la ampliación de la plantilla antidisturbios, así como el fuerte incremento en el gasto de material para reprimir a los ciudadanos, ahora nos encontramos con que la perrera estatal será reforzada con los lobos militares cainitas españoles. Esto huele muy mal.



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