Esto escribió Berneri dos meses antes de ser vilmente asesinado por sicarios de Moscú y socialfascistas:
LA CONTRARREVOLUCIÓN EN MARCHA (5 de Marzo del 1937)
Azaña, que fue miembro del gobierno provisional de la República, con Zamora y Lerroux, decía en un mitin pronunciado en Madrid en Septiembre de 1930 : «Nosotros vamos a conquistar la libertad apelando a todas las fuerzas antimonárquicas, poco importa como se llamen y donde se encuentren». Tal fue la formula de la primera «unión sagrada». Esta unión adoptó el republicanismo como denominador político común. En Agosto de 1931 la República se creyó lo suficientemente fuerte para precipitar el desprendimiento de las masas proletarias que se apartaban del Gobierno. Es por decreto que se ordenan las deportaciones de anarquistas y sindicalistas hacia las cárceles de la Guinea. El 20 de Octubre del 1931, las Cortes, y comprendidos los diputados socialistas, votaron el proyecto de ley de «Defensa de la República» que fue aplicado a la represión de los movimientos anarcosindicalistas. Desde el 1932 el pronunciamiento de Sevilla demuestra que el fascismo republicano es un peligro mayor que el de la restauración monárquica, pero Azaña, hablando en las Cortes de la tentativa del General Sanjurjo, proclamaba que la república no estaba enferma y que se hallaba «purgada de los esparcidos restos del antiguo régimen que aún podía contener».
En enero de 1933 Azaña ordenaba con un «tiros a la barriga», la masacre de los insurgentes de Casas Viejas. Hecho que el 2 de Febrero siguiente es aprobado por 150 diputados socialistas. En Febrero del 1936, en una «interview» a París-Soír, Azaña proclamaba que Gil Robles y Lerroux habían sido liquidados, y declaraba: «Ante todo deseamos hacer reinar el orden... Decirlo bien, nosotros no queremos hacer la revolución... Yo quiero gobernar en la legalidad. Nada de innovaciones peligrosas... Queremos la paz social, deseamos el orden, somos moderados...».
Después que estalló la insurrección fascista, los partidos socialista y comunista se agregaron a la fórmula de Azaña de Septiembre del 1930: Defensa de la República democrática y parlamentaria. Y persisten aún en esta posición que abre el camino a la contrarrevolución. Luis Pierard, diputado del Partido Obrero Belga, reconoció hace poco en Regards que «el socialismo en Cataluña era prácticamente inexistente antes del 19 de Julio». La U.G.T., en Cataluña que tenia en esos momentos 9.000 afiliados, cuenta al presente 50.000. Una hipertrofia tan rápida es significativa. La U.G.T., atrae hacia sí a las clases medias. Los vendedores de pescado de Barcelona ingresaron en ella en masa para escapar a la colectivización del pescado que figura en el plan de la C.N.T. Y lo que se produce en Barcelona tiene igualmente lugar en toda Cataluña, en Aragón y Levante. Los enemigos de la colectivización de la tierra, de la industria y del comercio han ingresado en masa en la U.G.T., y en el P.S.U.C.; Treball, órgano del P.S.U.C., combate la colectivización en tanto que la C.N.T. y el P.O.U.M. las defienden. Desde luego la ligazón es evidente entre el posibilismo oportunista de los dirigentes del P.S.U.C., y los burgueses y pequeños burgueses agregados al Frente Popular.
Ya en el curso de la insurrección de Asturias se había asistido al rápido mimetismo pseudo-revolucionario de la clase media. Cuando el Comité de Mieres hizo un llamado á los empleados, ingenieros, capataces, etc., se asistió al siguiente fenómeno descrito en el «Diario de un minero» publicado por Gíustizia e Liberta: «Apenas leída la proclamación, los elementos de derechas se precipitaron para ponerse a nuestras órdenes llegando hasta disputarse entre ellos a fin de ser cada uno el primero. Exceso de celo sospechoso. Son los primeros en saludar levantando el puño... Y en cantar loas a la revolución cuando se encuentran a los obreros. En cambio reciben raciones de víveres, tabaco y otros productos, raciones en ocasiones superiores a las de los mismos revolucionarios. Los proletarios son imprudentes y generosos como los niños...» Asimismo, los burgueses, dan prueba de habilidad y dé hipocresía «sobre todo cuando sus vidas se hallan en juego». Después del 19 de Julio, en Cataluña, en Aragón y en Levante, se asiste al mismo fenómeno.
Cuando el Partido Comunista Español publicó un manifiesto firmado por Jesús Hernández — Agosto del 1936 — declarando luchar únicamente por una República democrática y cuando el mismo partido confirmó esta línea de conducta el 15 de Diciembre del mismo año, no era tan solo para conformidad de la plutocracia exterior y de los ''«gobiernos democráticos», sino para tranquilizar a los millares de pseudo-neófitos que se habían infiltrado en sus cuadros y en los de la U.G.T. Hasta las Juventudes Socialistas Unificadas renegaron del Socialismo. Su secretario General, Santiago Carrillo, declaraba en el Congreso Nacional de las J.S.U. — Valencia 15 de Enero del 1937 —:
«Nosotros no luchamos por la revolución social. Nuestra juventud no es ni socialista ni comunista. La J.S.U. no es una juventud marxista».
Ahora, el órgano de las J.S.U. apoyaba ésta tesis rechazando las directivas y consignas clasistas. Las declaraciones contrarrevolucionarias de Juan Casanovas. — La Dépéche de Toulouse, Marzo del 1937 — coinciden con las de Comorera, militante visible del P.S.U.C., hechas en diciembre último. Los elementos de la Generalidad que en Octubre del 1934 apoyaron el putsch autonomista fascista dirigido por el triunvirato Badia, Dencás, Méndez, no han desaparecido. Otra prueba de ello son las declaraciones de Nicolau d'Olwer. «La Acción Catalana», la derecha del P.S.U.C., Galarza y consortes: He aquí las fuerzas de la contrarrevolución.
La Revolución Española se halla cogida entre Burgos y Bilbao, donde católicos, marxistas y republicanos enlazan de más y mejor su "unidad sagrada", suspendiendo la C.N.T. del Norte y encarcelando a su Comité Regional.. La C.N.T. también se halla bloqueada entre Burgos y Valencia, donde se persigue al periódico anarquista Nosotros y se encarcela a 218 miembros de la F.A.I. y de las Juventudes Libertarias. Está arrinconada entre Burgas y Almería, donde el cacique Morón mantiene en prisión a uno de los más heroicos combatientes antifascistas: Francisco Maroto.
El perfil de Noske se dibuja con tonos sombríos. El fascismo monarquista-cátolico-tradicionalista no es más que uno de los sectores de la contrarrevolución. Es necesario recordarlo. Es necesario decirlo. No hay que prestarse a las maniobras de esa gran «Quinta Columna» que ha demostrado durante los 6 años de la República Española toda su tenaz vitalidad y su terrible mimetismo. La guerra civil en España se juega sobre dos frentes político-sociales. La Revolución debe vencer sobre estos dos frentes. Y ella vencerá.
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