CE, el 4º Reich

 
 
El saqueo inmisericorde al que se está viendo sometida Grecia sólo parece acabar una vez hayan sido expropiadas todas las riquezas a su pueblo. La maldita deuda fomentada por la oligarquía internacional y acatada por la clase política griega se impone a todo, incluso a un derecho tan básico como lo es la comida o el techo. En el S. XXI asistimos a una nueva forma de tiranía y conquista de países, sin necesidad de movilizar tropas, una guerra que discurre en despachos de grandes multinacionales, empresas sin alma que sólo buscan asegurar su macabro negocio para toda la eternidad.

Han conseguido destruir todos los avances sociales logrados durante los últimos 40 años en un solo lustro, sin pegar un tiro, el ataque terrorista ha sido tan implacable y eficaz que la población no ha tenido tiempo para reaccionar hasta que ya parece demasiado tarde. Los políticos griegos han traicionado a su pueblo, lo han vendido al capital internacional para ellos llenar sus bolsillos, los griegos han podido comprobar en sus propias carnes la falacia de la democracia occidental, el desprecio de la clase política hacia sus gobernados y la capacidad que tienen las familias más ricas del planeta para acaparar todos los recursos naturales no renovables que aún le quedan a la Tierra.

 
Grecia es el espejo en el que debería mirarse España, por mucho que los dementes del PP insistan en que nuestra meta es la de parecernos a Alemania. En un principio la CE parecía a todos algo bueno, la unión de la vieja Europa podría evitar que se volvieran a producir conflictos tan devastadores como la I y II Guerras Mundiales, con la solidaridad de lo más ricos se apoyaría a los que estaban algo más retrasados, algo que convenía a España más que a otros países, se eliminarían las fronteras, Europa es accesible a todos los europeos sin necesidad de pasaportes, pero todo esto era solamente la fachada bonita de un edificio en ruinas.

En estos últimos cinco años todos los europeos estamos asistiendo al final del juego que los poderosos nos tenían reservado y que llevan desarrollando desde el final de la II Guerra Mundial. Ese ente llamado CE comienza a mostrar su verdadero rostro globalizador, neonazi y eugenista. Se imponen desde Bruselas políticas descaradamente antisociales sin que los países miembros puedan o quieran hacer nada para evitarlas.

Una de las condiciones para ingresar en el club europeo es la de modificar la constitución del país candidato a socio para evitar así molestas disensiones. Cualquier país miembro de la CE debe cumplir los tratados firmados al ingresar en el club incluso si esas leyes van en contra de las del propio país, de esta manera se concentra el poder en un solo parlamento, el de Bruselas, que ordena y manda sin posibilidad de réplica.

 
Los que deciden las leyes que después influirán negativamente en la vida de millones de europeos son gentuza que han conseguido su cargo gracias a los partidos de los que viven, su mayor mérito para ser comisarios europeos no es otro que el dedo de su amo. Nadie los ha votado, es más, si sus cargos dependieran del voto ciudadano ninguno estaría donde está y perpetrando los atentados que sufrimos a diario. Con esto no quiero decir ni mucho menos que si fuesen cargos electos serían más honrados, simplemente que no podrían atentar contra los ciudadanos tan inpunemente y a lo largo de tantos años porque como es lógico no se puede votar al que se odia, aunque yo los odio a todos y por eso nunca les voto a ninguno.

Las grandes familias dueñas de todo y de todos no necesitan comprar a todos los políticos, cosa que sería imposible por otra parte, basta con tener en nómina a los que realmente deciden y legislan, los otros, los medio honrados, les sirven como coartada para que el engaño funcione mejor. Si todos los comisarios europeos de todos los partidos salvo raras excepciones pertenecen a la oligarquía, si no se necesita para nada la opinión de los europeos a la hora de asignarles esos cargos tan relevantes y decisivos y si además esos cargos pueden ser renovados todo el tiempo que se quiera, no es necesario tener a muchos de su parte, es suficiente contar con los que realmente tienen el poder de imposición.


Esta crisis ficticia que nos está tocando vivir es diferente a todas las anteriores, no se trata de un bache que pronto superaremos, nos estamos jugando todos los derechos sociales conquistados arduamente durante décadas. Europa ha resultado ser una estafa, es la hora de los pueblos, no de los países que han perdido todo su poder de decisión y soberanía, son los pueblos de Europa todos unidos los que deben poner fin a este saqueo de los bienes comunes, nuestros compañeros griegos, portugueses, italianos o irlandeses son más compatriotas nuestros que cualquier cerdo capitalista español que pide tu voto, el dolor de todos los obreros pisoteados en estos países llamados "Pigs" por los que realmente son los cerdos es el dolor de cualquier persona de bien, sea cual sea su nacionalidad, nuestra voz nunca será escuchada si la delegamos en embaucadores bien peinados y con corbata, de este agujero no nos sacarán quienes nos han metido en él.


 

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