Lo de los Juegos Olímpicos es de traca fallera, si no hemos sido capaces de ganar a un país con tantos graves conflictos sociales como Turquía y tampoco a Tokyo, una ciudad regada de radioactividad ¿cuándo ganaremos entonces? La Marca España la vende un indecente amoral como Ignacio González, un príncipe estirado sin más mérito que ser el hijo del rey crápula y la Botella, cuyo mayor mérito es ser esposa de Aznar, cuando esto debería ser un grave handicap, y claro, así nos va y así nos ha ido. Sin que sirva de precedente es la primera vez que me alegro del paletismo carpetovetónico de boina del que hacen gala nuestros políticos, que se lleven los putos Juegos Olímpicos a la capital radioactiva, aquí no necesitamos darle patadas a un balón, lo que necesitamos son 6 millones de puestos de trabajo y para hoy.
Marca España... sin comentarios |
El espectáculo bochornoso dado por la Botella es histórico, esto será recordado -o debería- en los libros de historia como ejemplo a no seguir, inglés estilo indio, hablando despacito y cuando no sabe una palabra en inglés pues la dice en español y miel sobre hojuelas. Daba la sensación de que estaba vendiendo aspiradoras a domicilio o desde Teletienda en lugar de promocionando la manida Marca España. ¿Existe mayor placer que tomarse un café con leche en la Plaza Mayor al atardecer? estoy de acuerdo que es un placer disfrutar de la Plaza Mayor, pero no creo que sean estas las maneras de vender una candidatura a los Juegos Olímpicos, menos mal que al menos no mostró al mundo el Valle de los Caídos como un símbolo de concordia entre todos los españoles y para fumarse un puro contemplándolo tras el café.
Ustedes imagínense que son los jueces que votan a los candidatos y se encuentran a la Botella graznando en chinglés (cuando podría haberlo hecho en español sin ningún problema) y que a pesar de haber ensayado su discurso miles de veces ante el espejo da este espectáculo de verguenza ajena. Primero dice que están construidas el 80% de las infraestructuras para poco después graznar sin despeinarse que es el 90% el porcentaje de las infraestructuras ya terminadas, demostrando así el patético paletismo al que desgraciadamente nos tiene acostumbrados la caverna falangista, en sitios como estos lo mínimo que se pide es rigurosidad y seriedad, no cafés con leche y cifras que cambian en función de no se sabe qué.
Por una vez todos hemos ganado gracias a la estupidez supina de nuestros "representantes" de la Marca España, los Juegos Olímpicos sólo habrían significado otra roncha más en los bolsillos de los curritos y sólo ganarían los de siempre. El pueblo llano tendría circo pero no pan y todos sabemos que para mantener un mínimo de paz social el circo siempre debe ir acompañado de pan debido a la fea costumbre que tenemos los de abajo de querer comer al menos tres veces al día, cosa que ya sabemos no es del agrado de los fachas porque lo consideran un privilegio solamente propio de los de su piara. ¿Qué gano el pueblo con la Expo ´92? sólo miseria al igual que con la Expo 2008 de Zaragoza, pelotazo para los fachas de siempre y circo barato pal pueblo. 800.000 millones de pts costó la dichosa Expo´92, aunque muchas personas (entre las que me encuentro) siendo sevillanos de toda la vida, nunca pisaron el recinto en el que se conmemoraba la invasión de América por parte de los españoles, con el exterminio indígena que ello supuso, todo un insulto para la dignidad histórica de Suramérica.
Born To Lose |
Así que me alegro mucho de la torticería genética de estos fachas que gobiernan y estoy muy contento de que se lleven los putos juegos a otra parte. Con un poco de suerte puede que los deportistas sufran mutaciones genéticas gracias a las benéficas propiedades de la radioactividad, así podremos ver en el futuro al Hombre Canguro en los saltos de longitud o Catapulta Woman en las pruebas de lanzamiento de martillo, aunque lo ideal sería que todos los ricachones que pueden permitirse ver los Juegos Olímpicos en Tokyo (donde una cerveza debe costar 30€) queden estirilizados y no puedan reproducirse nunca más.
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