Votar y al estado (animal) perpetuar



Podemos parece que va ganando cándidos adeptos cada vez que los falangistas juancarlistas abren sus hocicos porcinos. Para no variar, los de la caverna siguen siendo tan torticeros, casposos y cutres como siempre lo han sido. Podemos, junto a Ciudadanos, UPyD o Vox, forma parte de eso que ha venido a llamarse (irrisoriamente) los partidos de la regeneración democrática, como si esta fuese un cangrejo que repone por sí mismo las patas perdidas. Aunque parece que los podemitas están subiéndose a la chepa del Estado, todo es un juego de prestigiditación que sucede ante espectadores crédulos y confiados, porque Podemos también es Estado.
 
Que comience el circo electoral...
 
El cachorro que el Estado amamantó, concediéndole largas horas de TV en prime time y permitiendo que su ponzoña dialéctica infectara de esperanza al cándido y voluble electorado español, ahora amenaza con convertirse en uno de ellos, y con la venia del público oigan; bueno, con que consigan 1/3 del total del censo, ya tendrán lo que querían, y democráticamente graznarán los nuevos y flamantes salvapatrias.
 
Párense a pensar un momento, en todos estos años de farsa democrática ¿a cuántos partidos del calibre de Podemos se les ha dado tanta cancha mediática? La TV siempre ha estado copada por el tándem inmovilista PPPSOE y de lejos los eternos aspirantes a serlo, IU. Nunca antes se concedió tal privilegio en la máxima máquina de manipulación del Estado a un partido minoritario, porque Podemos y sus apóstoles están ya hasta en la sopa oigan.
 
El Estado, y por supuesto la Corona, que es el mismo Estado, ve peligrar la poca legitimidad que lo sustenta, con todo lo llovido hasta ahora no es difícil adivinar que existe una gran proporción abstencionista en nuestra tierra, mantenida en el tiempo y precisamente con la misma proporción de votos que la del partido gobernante. ¿Qué pasaría si esa proporción superase largamente a la del partido "ganador" en la rifa electoral? Por ejemplo; un partido (cualquiera) gana las elecciones con 1/3 (escaso) del total de votos, pero la abstención llega hasta el 50%, superando así en un 20% al supuesto partido con "mayoría absoluta", porque así es como se llama en España a un partido que no ha sido votado por el 66% de la población.
 
Bueno, seguramente pasar no pasaría nada, en principio, gobernaría el partido que hubiese acaparado más votos y se intentaría dar una imagen de normalidad democrática haciendo algún lavado de cara, poco más... o nada menos, porque cualquiera con dos dedos de frente podría argumentar (con principios empíricos irrebatibles) que el partido gobernante se encuentra en minoría absoluta y por lo tanto carece de legitimidad. Sería un iluso por mi parte si pensase que con esto bastaría para acabar con el privilegio, pero si que sería un comienzo para la conciencia colectiva y sobre todo individual. Si no estás de acuerdo con algo, no intentas que ese algo continue, a no ser que exista una coerción para aceptar lo que no te gusta. Si esta manera de organizar la sociedad, en la que siempre hay unos sobre otros e impera la ley de la jungla de asfalto, la de los "listos", no te gusta, entonces ¿por qué votas?, ¿por qué depositas tu confianza en manos de personas que solamente conoces por lo que graznan en TV?. El empoderamiento de los de abajo nunca llegará si estos dejan hacer a otros más "listos" y "preparados", solamente será posible a través de la cultura, del amor propio y de la decisión, nunca a través de la votación.
Los nuevos aspirantes a administradores de la esperanza...
 
Ni unidos, ni progresistas, ni demócratas: falangistas
A Dios rogando y con el crucifijo enculando
Yo soy español, español, español (de los de antes claro)
 
Pasamos del "Mao dijo que el Poder nace en la boca de los fusiles" al "el Papa Francisco es un hombre valiente".
 

No hay comentarios: