Estoy seguro de que buena parte de los que han salido el 1º de Mayo a manifestarse no tienen ni pajolera idea del origen de esta efeméride internacional y adoptada hoy por sindicatos y partidos de "izquierdas" en todo el mundo. Los "Mártires de Chicago" seguro que no se sentirían muy contentos al comprobar como hoy día se prostituye su sacrificio voluntario y sin intereses egoistas, ellos eran anarquistas, no mercachifles de la política llenos de prepotencia y vanidad.
Los actuales sindicatos de clase, burguesa por supuesto, han vaciado de contenido esta efeméride en la que se recuerda el asesinato estatal hacia los esclavos que se rebelan, su lucha asumiendo todas las consecuencias y la prueba de que siempre son los anarquistas quienes están dispuestos a arriesgar su vida y hacienda por el bien de todos, sin esperar nada a cambio. Nunca pretendieron ser aclamados ni votados, y mucho menos pensaron que hoy día algunos intentaríamos honrar su memoria, mientras otros usan sus crueles e injustas muertes y condenas de una manera partidista y vil. No se trata de querer arrimar el ascua a mi sardina, es la realidad que siempre intentan ocultar los servidores del estado, tanto los autodenominados de "izquierda" como los fascistas, siempre han intentado ocultar y tergiversar la historia para que los anarquistas aparezcan a los ojos de los incautos como amantes de la violencia, cuando nadie que disfrute con la violencia podrá llamarse nunca anarquista.
Sea cuales fueran las mejoras que se consiguieron para los trabajadores, debemos tener en cuenta que se alcanzaron con la sangre y la libertad de 8 anarquistas, ellos murieron y sufrieron prisión porque estaban en primera línea, porque representaban el mayor peligro para la casta dominante, fueron asesinados por el estado esgrimiendo falsas acusaciones que nunca han podido ser probadas, porque sólo son sucias mentiras para acabar "legalmente" con personas sin tacha moral. Vuelvo a repetirlo, no se trata de caer en la infantil discusión sobre si esto es mérito de tales o cuales, es justicia histórica, asqueo por la manipulación y repugnancia por el uso partidista de la trágicas muertes e injustas condenas de 8 personas íntegras que sólo estaban comprometidas con su pueblo, no con sabandijas políticas y sus espúreos intereses.
Todo comenzó el 1 de Mayo de 1886, día en el que se inició una huelga general para imponer la jornada de ocho horas. En aquella época Chicago era la segunda ciudad más grande de Estados Unidos y el movimiento obrero se centraba en esa ciudad. Tras varios días de protesta y represión policial (incluyendo disparos a quemarropa) y ataques de esquiroles y guardias Pinkerton, anarquistas locales imprimieron y distribuyeron propaganda llamando a un mitin en Haymarket Square, un importante centro comercial de la ciudad.
Este dibujo encapsula lo que ocurrió, sin embargo muestra 3 hechos separados ocurriendo al mismo tiempo: el discurso de Fielden, la bomba explotando, y el subsecuente disturbio |
El mitin comenzó pacíficamente hasta después del discurso de Samuel Fielden, un anarquista y activista, cuando un desconocido arrojó una bomba de dinamita hacia un grupo de policías. El atentado resultó en 60 policías y un numero no reportado de civiles heridos. En total, ocho policías y cuatro trabajadores murieron, incluyendo un policía que murió dos años después por heridas causadas en ese día.
Ocho personas, conectadas al mitin directa o indirectamente, fueron eventualmente condenadas: August Spies, Adolph Fischer, George Engel, Louis Lingg, Michael Schwab, Samuel Fielden, Oscar Neebe , y Albert Parsons que ni siquiera estaba en el lugar de los hechos. Fielden y Schwab recibieron cadena perpetua, Neebe quince años en prisión, mientras los otros fueron condenados a muerte. Lingg logro suicidarse en su celda con dinamita antes de que lo colgaran.
Lo inaudito fue que el fiscal no tenia prueba alguna de la conexión entre estos hombres y el hombre que tiro la bomba. Su argumento era que los anarquistas eran culpables por no haber tratado de desanimar al agresor, lo cual los hace conspiradores e igualmente responsables. Gracias a este disparate, este juicio ha pasado a la historia por la gran injusticia que se llevo a cabo.
El 11 de Noviembre de 1887, Spiers, Parsons, Fischer, y Engel fueron llevados a la horca mientras cantaban La Marsellesa, en ese entonces el himno del movimiento revolucionario.
“El principio fundamental de la anarquía es la abolición del salario y la sustitución del actual sistema industrial y autoritario por un sistema de libre cooperación universal, el único que puede resolver el conflicto que se prepara. La sociedad actual sólo vive por medio de la represión, y nosotros hemos aconsejado una revolución social de los trabajadores contra este sistema de fuerza. Si voy a ser ahorcado por mis ideas anarquistas, está bien: mátenme” Albert Parsons.
A finales de 1886, se logró obtener la jornada de ocho horas en muchos sectores laborales. Claro que la historia ya nadie la recuerda, y esa es la razón de este post, refrescar un poco la memoria y saber a quien agradecer los pocos derechos con los que contamos hoy en día, y sobretodo para no dar estos derechos por sentado o pensar que serán los políticos de partido y los sindicatos de estado quienes se ocuparán de defenderlos.
A Michael Schwab y Samuel Fielden les fue conmutada la pena por cadena perpetua, mientras que a Oscar Neebe se le condenó a 15 años de trabajos forzados. Por su parte, Louis Linng se suicidó en su propia celda. En tanto que el 11 de noviembre de 1887 se consumó la ejecución de August Spies Albert Parsons, Adolph Fischer y George Engel.
August Spies
Nació en Alemania en 1855 y emigró a los Estados Unidos en 1872 con su madre y hermanos. La familia se estableció en Chicago, donde August aprendió el oficio de tapicero. Se unió al Socialist Labour Party en 1877 y posteriormente, en 1880, se convirtió en editor del periódico anarquista en lengua alemana Chicagoer Arbeiter-Zeitung.
El 4 de mayo de 1886, Spies fue el principal orador durante los días de la huelga en Haymarket Square. Contrariamente a las instrucciones, la policía atacó a la multitud con el objeto de dispersarla. Alguien arrojó una bomba, que mató a siete policías. A su vez, fueron siete los arrestados, entre los que figuraba Spies. Posteriormente, Albert Parsons se entregó a la policía. Los testigos declararon que ninguno de los ocho acusados había arrojado la bomba a pesar de ser acusado de ello. Pero tiempo después se comprobó su inocencia.
Antes de ser sentenciado dijo: “Hemos explicado al pueblo sus condiciones y relaciones sociales. Hemos dicho que el sistema del salario, como forma específica del desenvolvimiento social, habría de dejar paso, por necesidad lógica, a formas más elevadas de civilización. Al dirigirme a este tribunal lo hago como representante de una clase enfrente de los de otra clase enemiga. Podéis sentenciarme, pero al menos que se sepa que en Illinois ocho hombres fueron sentenciados a muerte por creer en un bienestar futuro, por no perder la fe en el último triunfo de la Libertad y la Justicia”.
“¡Mi defensa es vuestra acusación! Las causas de mis supuestos crímenes: ¡vuestra historia! (…) Pagaré con orgullo y desafío el alto precio! ¡Llamen al verdugo!”
Albert Parsons
Albert Richard Parsons nació el 20 de junio de 1848. Fue un anarquista y activista sindical, acusado de arrojar una bomba contra la policía durante la Revuelta de Haymarket. Aunque luego de ejecutada la sentencia se comprobó su inocencia.
Proveniente del Montgomery, Alabama. Viajó a Chicago para actuar en defensa de los derechos de los obreros. Parsons, que provenía del socialismo, desarrolló sus ideas anarquistas en Chicago y se convirtió en un activista del movimiento laboral, siendo además fundador de la International Working People’s Association. Trabajó como escritor del Times. Luego en 1877, debido a sus abiertas posiciones a favor de los derechos de los trabajadores, fue señalado como subversivo y perdió su empleo.
También estaba vinculado a los Knights of Labor (Caballeros del Trabajo) durante su período embrionario, una organización de estilo masónico. Fue ahorcado por la acusación falsa de arrojar una bomba contra la policía durante la Revuelta de Haymarket.
Antes de ser ahorcado dijo: “Yo como trabajador he expuesto lo que creía justos clamores de la clase obrera, he defendido su derecho a la libertad y a disponer del trabajo y de los frutos del trabajo. Yo creo que los representantes de los millonarios de Chicago organizados os reclama nuestra inmediata extinción por medio de una muerte ignominiosa. ¿Y qué justicia es la vuestra? Este proceso se ha iniciado y se ha seguido contra nosotros, inspirado por los capitalistas, por los que creen que el pueblo no tiene más que un derecho y un deber, el de la obediencia”.
“¿Creéis que la guerra social se acabará estrangulándonos bárbaramente? ¡Ah no! Sobre vuestro veredicto quedará el del pueblo americano y el del mundo entero. Quedará el veredicto popular para decir que la guerra social no ha terminado por tan poca cosa”
Adolph Fischer
Nació en 1858 en Bremen, emigró a los Estados Unidos en 1873 a los 15 años de edad. Fue aprendiz en una imprenta en Little Rock, Arkansas. Más tarde, en 1879, se trasladó a St. Louis, Missouri, donde se unió a la German Typographical Union y en 1881 se radicó a Nashville, Tennessee, y allí trabajó como compositor para el Anzeiger des Südens, un periódico para inmigrantes alemanes.
En 1883 se mudó a Chicago, trabajando como compositor en Arbeiter-Zeitung, un periódico pro-obrero dirigido por August Spies y Michael Schwab. Por ellos se unió a la International Working Person’s Association y el Lehr-und-Wehr Verein, una rama radical conformada a fin de enseñar a los obreros a autodefenderse.
Fischer fue acusado y condenado a muerte en la horca, minutos antes de su ejecución dijo:
“En todas las épocas, cuando la situación del pueblo ha llegado a un punto tal que una gran parte se queja de las injusticias existentes, la clase poseedora responde que las censuras son infundadas, y atribuye el descontento a la influencia de ambiciosos agitadores. La historia se repite. En todo tiempo los poderosos han creído que las ideas de pro se abandonarían con la supresión de algunos agitadores; hoy la burguesía cree detener el movimiento de las reivindicaciones proletarias por el sacrificio de algunos de sus defensores. Pero aunque los obstáculos que se opongan al progreso parezcan insuperables, siempre han sido vencidos, y esta vez no constituirán una excepción a la regla. Este veredicto es un golpe de muerte a la libertad de prensa, a la libertad de pensamiento, a la libertad de la palabra en este país. Si la muerte es la pena correlativa a nuestra ardiente pasión por la libertad de la especie humana, entonces, yo les digo muy alto, disponed de mi vida”
Georg Engel
Engel nació el 15 de abril de 1836 Kassel, Alemania. Anarquista y sindicalista ejecutado luego de la Revuelta de Haymarket, junto con Albert Parsons, August Spies, y Adolph Fischer.
Nacido en una familia pobre junto con otros tres hermanos. Su padre Konrad, era albañil y murió antes de que George cumpliera los dos años de edad. Su madre murió cuando tenía doce años, quedando huérfano. Fue aprendiz de zapatero, pero no podía mantenerse. Viajó a Fráncfort del Meno encontrando finalmente trabajo como aprendiz de pintor. En 1868 logró abrir un negocio por su propia cuenta. Ese mismo año decidió realizar su sueño juvenil de emigrar a los Estados Unidos.
En 1874 se trasladó a Chicago, y en 1876 abrió una juguetería. En 1882, se unió a la recientemente fundada International Working People’s Association. Engel no estaba en la Plaza de Haymarket, pero fue arrestado y se le acusó del crimen de complot para cometer un atentado.
El día de su ejecución dijo: “¿Por qué razón se me acusa de asesino? Por la misma que tuve que abandonar Alemania, por la pobreza, por la miseria de la clase trabajadora. Sólo por la fuerza podrán emanciparse los trabajadores, de acuerdo con lo que la historia enseña. ¿En que consiste mi crimen? En que he trabajado por el establecimiento de un sistema social donde sea imposible que mientras unos amontonan millones otros caen en la degradación y la miseria. Así como el agua y el aire son libres para todos, así la tierra y las invenciones de los hombres de ciencia deben ser utilizados en beneficio de todos. Vuestras leyes están en oposición con las de la naturaleza, y mediante ellas robáis a las masas el derecho a la vida, la libertad, el bienestar. Yo no combato individualmente a los capitalistas; combato el sistema que da privilegio. Mi más ardiente deseo es que los trabajadores sepan quienes son sus enemigos y sus amigos”
Michael Schwab
Schwab nació el 9 de agosto, de 1853 en Bad Kissingen, Franconia en Alemania, de oficio encuadernador de libros. Emigró a los Estados Unidos en 1879 y vivió en Chicago, Milwaukee y en el oeste de los EE.UU. antes de radicarse de forma definitiva en Chicago en 1881.
En 1872. En los EE.UU participó en los movimientos por los derechos de los trabajadores, uniéndose primero al Socialist Labor Party y luego a la International Working Persons Association.
Fue redactor y co-editor del Arbeiter-Zeitung (Chicago). Su sentencia de muerte fue conmutada por prisión perpetua y luego liberado el 26 de junio de 1893 por John Peter Altgeld, gobernador de Illinois.
Samuel Fielden
Inglés, 39 años, pastor metodista y obrero textil le fue conmutada la pena por cadena perpetua, pero también recobró la libertad en 1893 junto a Schwab.
Nació en Todmorden, Lancashire (Inglaterra) en 1844; pasó su juventud trabajando en los talleres, Fue nombrado superintendente de las escuelas dominicales de su país natal. En 1864 pasó a Nueva York y trabajo en algunos telares. Al año siguiente se trasladó a Chicago, y desde esa fecha trabajó como jornalero. Ingresó en la Liga Liberal en 1880, donde hizo conocimiento con Spies y Parsons; se declaró socialista y fue uno de los miembros más activos de la Asociación Internacional de los Trabajadores.
Louis Lingg
Nació en el seno de una familia humilde, de padre carpintero y madre lavandera. Tras aprender el oficio de carpintero, viajó hacia el sur de Alemania y luego a Suiza.
En 1885 Lingg se traslada a Estados Unidos, trabajando de carpintero y destacándose rápidamente en la asociación de trabajadores. Lingg realizó un pequeño escrito en su celda y después se quitó la vida con un cigarro bomba el 10 de noviembre de 1887.
“Me acusáis de despreciar la ley y el orden. ¿Y qué significan la ley y el orden? Yo repito que soy enemigo del orden actual y repito también que lo combatiré con todas mis fuerzas mientras tenga aliento para respirar… Os desprecio; desprecio vuestro orden, vuestras leyes, vuestra fuerza, vuestra autoridad”, fueron sus últimas palabras poco antes de morir.
Oscar Neebe
Nació en Filadelfia de padres alemanes. En la época en que Neebe fue arrestado, no vivía de un salario fijo, se dedicaba a trabajos particulares. Desde sus primeros años sintió latir su corazón a favor de los desheredados y fue siempre un excelente organizador de las secciones de oficios, siendo propagandista acérrimo de las ideas socialistas.Fue condenado a 15 años de trabajos forzados.
En memoria de 8 buenas personas que nunca pretendieron ser mártires de nada ni de nadie.
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