José Sánchez Rosa, predicar con el ejemplo

 
Inauguración del busto de Sánchez Rosa en la Plaza de La Asamblea. Grazalema (Cádiz)
 
<<Era un maestro de escuela que predicaba la idea por los pueblos y las cortijadas de la serrería de Ronda. Aquel hombre siempre andaba a pie; aquel hombre vestía peor que cualquiera de nosotros; a aquel pobretico le bastaba para vivir una panilla de aceite y un corrusco de pan. En las gañanías enseñaba a leer a los braceros a la luz del candil. Aquél era un verdadero anarquista, aquel era un amigo de los explotados>>
 
Pío Baroja. Aurora Roja

Un número indeterminado de propagandistas recorre los campos andaluces de principios del S. XIX, su misión era más la de preservar la Idea que fomentar los movimientos subversivos. Estos "apóstoles de la Idea" son hombres de una nobleza extrema. Entre estos propagadores, uno de los más dignos es José Sánchez Rosa, que puede ser tomado como modelo de estos humildes militantes.
 
José Sánchez Rosa
Participa en la toma de Jerez, por lo que será encarcelado. Logra aprender francés gracias a otros anarquistas franceses detenidos como él. Una vez liberado, multiplica sus realizaciones. Abre escuelas de propaganda en el sur del país, inunda la prensa con sus panfletos.
 
Desde 1910 a 1916, José Sánchez Rosa recorre todo el Sur de España, especialmente la región de Córdoba. Es tomado por un maestro y un sabio. Enseña a los humildes, disuelve las disputas, hace surgir de nuevo la esperanza en los militantes. Sus recursos son irrisorios. Constan de esos panfletos que él mismo escribe y que vende al precio de 10 a 15 céntimos ejemplar; son relatos muy ingenuos, pero nobles y llenos de buenas intenciones.
 
Decididamente optimistas, aseguran el triunfo del Bien -es decir de los pobres- sobre el Mal -es decir el capital-. Por la noche José discute con los hombres más "enterados" del pueblo o del barrio; si no encuentran local para estas celadas, se llevarán a cabo al aire libre bajo la luz de la luna.

José Sánchez Rosa no está solo. Toda la región andaluza es recorrida por revolucionarios primitivos cuyos rasgos evocan a los grandes de la época precedente -Salvochea* por ejemplo- a los que José ha conocido y admirado profundamente. Estos propagandistas y pedagogos de la revolución están convencidos de que la educación de las masas debe preceder a toda subversión. Su entrega no tiene límites. Su pobreza es completa. Al revés de los agitadores revolucionarios que recorren las ciudades: los de Andalucía no tienen ninguna necesidad o casi ninguna de dinero; viven sobre el terreno. Sus desplazamientos los realizan generalmente a píe o a lomos de una mula, algunas veces en tren pero siempre en vagón de tercera clase.
 
 
*Busto de Fermín Salvochea situado junto al portal número 10 de la Plaza de Argüelles, en Cádiz. Fermín Salvochea y Álvarez (Cádiz, 1 de marzo de 1842 - 27 de septiembre de 1907) llegó a ser alcalde de Cádiz y presidente de su cantón durante la Primera República. Fue uno de los principales propagadores del pensamiento anarquista en esa zona en el siglo XIX. Siendo un destacado federalista, en 1871 se afilia en la I Internacional Obrera. En 1873, durante la época del cantonalismo, fue elegido presidente del comité administrativo del Cantón de Cádiz.

En el pueblo se alojan en casa de los vecinos, compartiendo su comida con ellos. Por todas estas razones no hay ninguna distinción entre, ellos y los infortunados a los cuales pretenden convertir, lo cual confiere una singular fuerza a su mensaje.
 
Sus razonamientos, basados en la solidaridad y el apoyo mutuo, explicados de una manera llana, huyendo siempre de tecnicismos o enrevesadas teorías políticas, dichos por un igual, calaron profundamente en la gente más humilde del pueblo sobre todo. No se puede mirar a los ojos del hambriento y el oprimido siendo un burgués que vive en la opulencia, como es el caso de la gran mayoría de políticos de partido, ya sean de "izquierda" como de derecha, -cosa que ocurre tanto en la actualidad como en el pasado- ambos, rojos y azules sirven al estado, opresor de la libertad.

Tales figuras no son excepcionales entre los más "destacados" anarquistas. Salidos incluso a veces de familias adineradas -como es el caso de Fermín Salvochea- y a menudo muy cultos. Sacrifican sus vidas en defensa de la Idea y solamente esperando a cambio la felicidad de todos, para poder encontrar así la propia, cuando perfectamente podrían vivir sin faltarles de nada, al menos en lo material.
 
Llevan una vida sencilla; son austeros y puritanos; no fuman ni beben y su conducta sexual es irreprochable, la coherencia con respecto a lo que predican, la noble y desinteresada entrega, sus principios morales inquebrantables, despiertan admiración. Gracias a ellos, la llama revolucionaria permanecerá viva entre los años 1905 y 1917.
 
Calle de José Sánchez Rosa en Grazalema
José Sánchez Rosa, nacido en el seno de una familia de extrema pobreza, siempre será recordado en Grazalema, donde existe una calle con su nombre y un monumento en la Plaza de la Asamblea, este grazalemeño, cuya obra y lucha tuvo un calado importantísimo en su época, no debe ser olvidado.

En 1882 será encarcelado y acusado de pertenecer a La Mano Negra, pero no fue más que una artimaña contra su figura, puesto que La Mano Negra no fue más que un montaje de la Guardia Civil como excusa para asesinar anarquistas, que ya empezaban a ser demasiado "molestos"; de hecho muchas fueron las veces que se negó a la utilización de la violencia, siendo famosos sus pensamientos sobre que la libertad y la paz del pueblo estaban en los libros y no en las armas.
 
Grazalema (Cádiz)
 
Durante su estancia en la cárcel conocerá a Fermín Salvochea, que será su maestro ideológico, y alentó la creación de escuelas racionalistas en las que él mismo daba clases en Tánger, el Campo de Gibraltar, Dos Hermanas, Aznalcóllar y Sevilla, donde también fundó una biblioteca popular.

En 1918 participará en el Congreso Regional Obrero, del que saldrá constituida la Federación Regional Obrera o Federación Regional Andaluza. Sánchez Rosa dijo en ese congreso: <<el congreso ha sido de gran importancia y trascendencia, y que de él ha salido la Federación Regional obrera, de la que estaba necesitada Andalucía, donde, la tierra está tan mal repartida.>>

De entre sus obras escritas destacan Gramática del Obrero, El Abogado del Obrero, y Aritmética del Obrero, escritas por él mismo para enseñar a los trabajadores en las escuelas y talleres que fue abriendo.
 
Finalmente, su militancia en la CNT le valdrá ser fusilado el 1 de Agosto de 1936 (diez días antes que su amigo Blas Infante) por las fuerzas fascistas de Queipo de Llano. Tres años después, un juez decretaría su libertad.
 

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