Ya ni siquiera tenemos derecho a techo, casi medio millón de familias enteras tiradas en la calle y más allá de los propios afectados a pocos parece importarles demasiado. Gracias al lavado de cerebro televisivo, al egoísmo inculcado por padres a los cuales así se lo enseñaron los suyos, al amaestramiento de borregos que todos hemos padecido en los centros de "enseñanza", los amos han conseguido denigrar la dignidad y el amor propio de buena parte de la población. Almorzamos a diario viendo en los telediarios a personas inocentes destrozadas por bombas, misiles o balas, y a pesar de ello no se nos revuelve el estómago a la vista de tanta sangre, miseria e injusticia. Han conseguido adormecer una de las mayores virtudes del ser humano, la capacidad de empatía hacia los que sufren. Este noble sentimiento es algo intrínseco a nuestra especie, es la base de la solidaridad y el apoyo mutuo, sin los cuales aún seguiríamos viviendo en cavernas, sin solidaridad y apoyo mutuo habríamos perecido hace miles de años a manos de nosotros mismos. La sociedad actual es la del perro come a perro, pero eso no fue siempre así, nuestro actual estado de desarrollo cerebral, el que hayamos salido al espacio exterior, todo ello es fruto de la colaboración, en muchos casos absolutamente desinteresada.
Una de las frases que les gusta mucho a los fascistas sería aquella que dice "todo tiempo pasado siempre fue mejor", pues bien, que se vayan a vivir al África Negra y siendo negros en pleno auge de la miserable esclavitud. Claro que el imbécil que dice tamaña sandez seguro que pensaba en los tiempos aquellos que añoran tanto los fachas, los tiempos en los que sus familias, además de poseer todo lo material, también eran dueñas de las vidas de todos sus vecinos, cosa que volverá a ocurrir si no somos capaces de impedirlo.
En el vídeo podemos comprobar como las inmobiliarias y herederos de los antiguos propietarios quieren quedarse con el centro de Sevilla, barrios de origen obrero y humilde pero que hoy día son un suculento manjar para los que especulan con nuestra vida. Esas inmobiliarias criminales pertenecen a las familias más ricas y por tanto más ladronas de Sevilla. Esos herederos de los antiguos propietarios de los inmuebles que quieren derribar para hacer adosados de lujo son los herederos del franquismo. Todas esas propiedades en pleno centro histórico no fueron fruto del sudor de sus dueños, fueron el botín conseguido tras el saqueo y el asesinato de sus antiguos moradores. Todo este derecho de propiedad está fundamentado en el criminal apoyo a una dictadura fascista y que masacraba al pueblo.
Pretenden trasladar -a cualquiera sabe donde- e incluso en muchos casos desahuciar a personas muy mayores, porque simplemente ganarían más dinero con ello. Estas personas no han conocido otra vida más que la llevada en su barrio de toda la vida, donde pueden sentirse abrigadas y apoyadas gracias a sus vecinos, a los cuales conocen desde siempre.
El barrio es su vida, lo único que piden es que les dejen morir en paz en el mismo sitio que nacieron y crecieron, pero estos despreciables herederos del franquismo carecen de sentimientos humanos a pesar de sus supuestas creencias religiosas, por un poco de dinero no les importa matar en vida a ancianos que han pasado toda una vida de sufrimientos. Quien no tiene escrúpulos a la hora de perpetrar semejantes atentados contra la dignidad humana, no merece respeto ni tolerancia. Puede que se hagan más ricos, pero más tarde o más temprano tendrán que vivir encerrados en sus opulentas urbanizaciones de lujo, mientras que en el mundo exterior las milicias del hambre y la desesperación aprovecharán cualquier error de su seguridad para darles su justo merecido.
No hay comentarios:
Publicar un comentario