Con toda probabilidad debió salir de esta publicación sólo su número uno, denominado además “extraordinario”, con 143 páginas sin foliar, apareciendo como su fundador y director-propietario Emilio Gabás Ginés, un periodista que fue redactor del madrileño diario El liberal además de autor de algunos libretos de zarzuela y sainetes. Su redacción y administración, así como la data en su portada, indica como lugar Madrid, con una delegación provisional en Melilla, imprimiéndose con toda probabilidad en Artes Gráficas Postal Expres de esta ciudad. La cubierta de la publicación, ocupada por un grabado del escudo de España rodeado por otros escudos militares, indica el año 1925, pero como lugar Melilla.
La fecha de esta única entrega corresponde al cinco de septiembre de ese año, precisamente tres días antes de producirse el desembarco de Alhucemas, el primero aeronaval en la historia y en el que las tropas hispano-francesas utilizaron gas motaza, que tuvo como comandante en jefe al entonces “director militar” Miguel Primo de Rivera (1870-1930) y como jefe ejecutivo de las operaciones militares al entonces comandante general de Melilla, José Sanjurjo (1872-1936). La victoria en Alhucemas terminó por consolidar el Protectorado español de Marruecos que había surgido del Tratado de Fez (1920).
En su artículo de presentación se dirá que esta “revista gráfica de información africana” –que este fue su subtítulo- se publicaba “con el noble propósito de rendir un homenaje al Ejército” español, que venía actuando en la que se conoce como Guerra del Rif. Las páginas de la publicación servirán para ofrecer un panorama general del Protectorado en Melilla, con textos y numerosas fotografías, algunas de ellas aéreas. Ofrecerá una información casi exhaustiva de todas las unidades militares que componían el ejército español en Melilla, tanto sus batallones como sus fuerzas regulares, y desde el Estado Mayor, pasando por la aviación, ingenieros, artillería, infantería, caballería o intendencia, hasta las unidades militares de sanidad y veterinaria, con biografías de sus principales jefes, como es el caso del citado general Sanjurjo, y un reportaje gráfico de operaciones.
Este panorama general se ampliaba con información y más fotografías del resto de las autoridades civiles y de las dotaciones policiales y de la guardia civil en la zona. Y a ello se añaden otros textos y fotografías sobre la política económica, comercial y agrícola en el Protectorado y de sus entidades (Junta de Arbitrios, Cámaras de Comercio, Agrícola y de la Propiedad), y su acción educativa y cultural, a través de la Escuela General y Técnica o del Ateneo. También da cuenta de los periódicos y revistas que se editan en la ciudad, en un texto redactado por el presidente de la Asociación de la Prensa de Melilla, Jaime Tur, y con fotografías de sus directores y redactores; y otro texto sobre la Historia de la poesía árabe, firmado por Emilio Álvarez Sanz y Tubau. A todo ello se unen numerosas inserciones publicitarias de los establecimientos comerciales de la ciudad, acompañadas algunas también de fotograbados.
La idea de su editor era la de seguir confeccionando nuevos números extraordinarios para cada una de las zonas del Protectorado español de Marruecos, al objeto de contribuir al “desarrollo de la colonización del abandonado y yermo terreno marroquí, haciendo intensas propagandas”, tal como se indica en el artículo de presentación de esta publicación.
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