La fosa común franquista del cementerio de Málaga, la mayor de España (2.840 personas asesinadas entre los años 1937 y 1955)


Fosa común del cementerio de San Rafael, en Málaga.


La naturaleza del movimiento nacional no necesita de normas derogatorias para declarar expresamente anuladas todas cuantas se generaron por aquellos órganos que revestidos de una falsa apariencia legal mantuvieron un ficticio funcionamiento puesto al servicio de la antipatria.

Franco, preámbulo del decreto n.º 56 (Salamanca, 1 de noviembre de 1936).


El restablecimiento de este principio de autoridad olvidado en los últimos años, exige inexcusablemente que los castigos sean ejemplares, por la seriedad con que se impondrán y la rapidez con que se llevarán a cabo, sin titubeos ni vacilaciones.

Declaraciones de Queipo al ABC de Sevilla (6 de octubre de 1937).


Es de suponer que el castigo ejemplar y duro vencerá la resistencia tenida por algunos pueblos, no habiendo necesidad de emplearlos con los demás, que recordarán siempre estas medidas de escarmiento de alucinados.

Queipo, 22 de julio de 1936 (Gutiérrez-Ravé, J., Partes oficiales…, Madrid, 1941).




Cuando el fatídico día 7 de febrero las tropas fascistas ocuparon totalmente Málaga, comenzó la peor tragedia que la ciudad ha vivido en toda su milenaria historia (2800 años). Las hordas fascistas sedientas de sangre harían de Málaga la ciudad más castigada durante la guerra civil por la sinrazón medieval. En la ciudad se habían refugiado muchas personas que huían de la guerra desde la Andalucía occidental ya ocupada por los militares sediciosos. Como ejemplo de ello, el 80% de la población de Marbella huyó hacia la capital bajo el acoso. Nada más entrar en las calles de la ciudad comenzaron los asesinatos in situ, los saqueos, las violaciones... como un cuadro de la época romana. Franco constará para la historia como el responsable mayor, y su brazo ejecutor, Queipo de Llano será también recordado como un verdugo sádico. No sólo ordenaba y firmaba órdenes de pena de muerte desde su despacho, a pie de campo de batalla disponía de la vida ajena como si fuesen conejos, Francisco Espinosa Maestre nos muestra en el libro "La gran represión" un botón de hasta donde podía llegar la inhumanidad de este ser despreciable:


«El 14 de enero de 1937 se encontraba en Estepona tras su ocupación por fuerzas al mando del teniente coronel Manuel Coco. Fue el falangista gaditano Fernando Zamacola, implicado en todo tipo de tropelías, herido en los combates y propuesto para la Laureada de San Femando, que mandaba la centuria de Falange de Rota, quien detalló en un expediente lo ocurrido:


"Como en nuestra marcha de avance cogimos prisioneros a siete carabineros, los llevamos a la playa para la entrega al comandante del Batallón, pero en el trayecto nos encontramos con el Excelentísimo Señor General Jefe del Ejército del Sur, quien me preguntó que quién era aquella gente y al contestarle que prisioneros carabineros me ordenó el inmediato fusilamiento de los mismos, lo que se efectuó".»


La «desbandá», también llamada la «juía», momento en el que la población no combatiente abandona la ciudad en masa huyendo de la inminente invasión franquista, no comenzó el 6 de febrero de 1937 al decretar las autoridades republicanas de Málaga la evacuación inmediata de la ciudad, sino cuando las tropas del duque de Sevilla, coronel Borbón, primo del padre de Juan Carlos I, iniciaron su ofensiva desde Algeciras por la línea costera. Málaga, tras tres días de resistencia cayó finalmente.


Un marbellí, Juan Ruiz Martín, testigo y actor a la fuerza de aquel drama, lo describe: 


«[…] aquello era una calamidad, porque es que, figúrese, 250 kilómetros que había de Málaga a Almería, pues era como cuando usted sale de un cine así, en manada, así era la carretera de Málaga a Almería. Y figúrese cuando venía la aviación a eso, a ametrallar […] y allí se encontraban niños muertos y, en fin, de todo. Los padres perdían a los hijos…Yo tenía, por ejemplo, una paisana que llevaba cuatro o cinco hijos y se presentó en Almería con uno. Cuatro se le habían perdido. Y se ha dado el caso que hasta hace unos años no los ha encontrado, ya casados y todo […] En la retirada, mi madre siguió para Almería, sabiendo que, pasara lo que pasara, yo iría para Valencia, y la pobre mujer siguió. Mi padre volvió para el pueblo, o sea, que quedaron cortados. Una cuñada mía dio a luz en la carretera…, en fin, una cosa tremenda.» [Desaparecidos de la guerra de España. Rafael Torres]


Las personas que huían del terror fascista por la vieja carretera de la costa fueron bombardeadas sañudamente por mar y aire. Desde el mar, a quemarropa, por los enormes cañones de los cruceros «Baleares», «Canarias» y «Cervera», con la ayuda de buques de guerra italianos, y desde el aire por la aviación italiana con sus ametralladoras de grueso calibre y bombas. Al contrario de las personas enterradas en fosas, nunca se encontraron los cadáveres de muchas de las 3000 víctimas de aquella masacre. Las aguas al pie de los acantilados que flanquean la carretera Málaga-Almería son una de las mayores fosas de Andalucía.


Salvador Moreno fue un golpista, estuvo en la conspiración previa a la sublevación militar contra la Segunda República". Este militar, que llegó a ser ministro de Marina en la dictadura, desempeñó desde el crucero Almirante Cervera, primero, y desde el acorazado Canarias, después, un papel clave para la victoria franquista en la guerra civil que incluyó el bombardeo de numerosas ciudades costeras.

Fue uno de los oficiales que dirigió el bombardeo contra las personas que huían por la carretera Málaga-Almería (la desbandá) desde el crucero Canarias y todavía existía una calle con su nombre a pesar de su demostrada criminalidad sádica.

Mariano Rajoy dijo al ver que cambiaban el nombre a la calle: "Ahora no sé por qué le han quitado el nombre a la calle, yo le sigo llamando así". Claro que lo sabe, y mejor que la mayoría de españolitos, pero se hace el longui como es su especialidad, ya que su propio padre era otro criminal que servía a la misma causa, aunque con toga de cuervo judicial.


Foto: Salvador Moreno junto a Franco

Fuente: 
https://www.publico.es/politica/salvador-moreno-militar-golpista-aterrorizo-costa-espanola.html

Fosas en el cementerio de Málaga


Tristes guerras
si no es amor la empresa.

Tristes. Tristes.

Tristes armas
si no son las palabras.

Tristes. Tristes.

Tristes hombres
si no mueren de amores.

Tristes. Tristes.


Miguel Hernández
Cancionero y romancero de ausencias.
Poesías completas.
Madrid: Aguilar, 1979, pp. 635-636.


Mausoleo Victimas de la Fosa de San Rafael (Málaga)


Los trabajos en las fosas comunes del cementerio de San Rafael en Málaga.* 


La intervención arqueológica que se inició en el antiguo cementerio de San Rafael (Málaga) el 16 de octubre de 2006 y que terminó el 16 de octubre de 2009, tuvo como resultado la recuperación de los restos óseos de 2.840 personas asesinadas entre los años 1937 y 1955 según la información que aportan las fuentes documentales, junto con una relación nominal de más de 4.400 víctimas de la represión. 


La excavación arqueológica confirma al camposanto malagueño como la mayor zona de exterminio de la represión franquista en el territorio nacional, dentro del recinto se han localizado nueve complejos funerarios, y se ha intervenido en otras parcelas donde las fuentes archivísticas nos sitúan la existencia de otras fosas, si bien no han sido localizadas, extremo que puede deberse a circunstancias que más adelante expongo. En otras zonas se ha actuado para constatar las pesquisas obtenidas por las prospecciones realizadas por el Instituto Andaluz de Geofísica de la Universidad de Granada y por testimonios orales de familiares de las víctimas.


Son muchos los extremos que definen la investigación en el antiguo cementerio de San Rafael. Los trabajos de investigación archivística elevan la cifra de represaliados a casi 4.500 víctimas, esta cifra nos viene dada por el estudio de los documentos custodiados en los siguientes archivos que a continuación se detallan:


- Archivo del Registro Civil de Málaga.

- Archivo Histórico Provincial de Málaga.

- Archivo Juzgado Togado Militar nº 8 de Málaga.

- Libros de Registro de Cementerio San Rafael.

- Archivo Municipal de Málaga.


Huyendo del terror fascista por la carretera Málaga-Almería


Esta cifra de 4.500 resulta del estudio de la documentación oficial y en ella se recogen el nombre y apellidos de los fusilados, así como otros datos referentes a los mismos y también a los aportados por los familiares. A pesar de las evidencias historiográficas, apenas se ha podido recabar el indicio inequívoco del movimiento de tierras, y hago referencia a una parcela concreta, San Eduardo A, donde la documentación archivística cita la existencia de dos fosas con la numeración: fosa 17 y fosa 18. Una de las incógnitas que nos planteábamos el equipo técnico era ¿qué ocurrió con los cuerpos que se encontraban en estas fosas? Las fuentes documentales aportan información que hace plantear diversas hipótesis, y los datos nos lleva a deducir: por un lado a 630 fusilados a cuyos familiares previo pago se les permitió la inhumación individual, por consiguiente estos cuerpos no se encuentran en las fosas exhumadas.


Por otro lado casi un centenar, según las fuentes escritas consultadas se convertirían en objeto de estudio de neurólogos y forenses, apartado que sí ha sido corroborado por los trabajos arqueológicos, curiosa paradoja que después de ser fusilados fuesen utilizados para investigaciones neurológicas. 


Desbandá


Un número considerable de cuerpos podrían haber sido reubicados en el Valle de los Caídos, como más adelante concluiremos, hecho que ha sido demostrado en otros puntos del territorio nacional. Sin descartar la posibilidad del arrojo de restos humanos al osario general de la antigua necrópolis al reutilizar los espacios para nuevas inhumaciones o construcciones de bloque de nichos. 


Ha sido gratificante para los familiares de aquellos que perdieron la vida a partir de aquel fatídico 7 de febrero de 1937 poder exhumar los cuerpos de sus seres queridos y darle un entierro digno en un lugar donde poder honrar su memoria, rehabilitándolos como personas dignas que murieron por causas injustas. De las 4.471 personas registradas como asesinadas en el antiguo cementerio de San Rafael, desde febrero de 1937 hasta mayo de 1955, se han podido recuperar los restos esqueléticos de 2.840 cuerpos en el transcurso de la intervención.


El análisis antropológico indica que todos los esqueletos recuperados comprenden una edad superior a los 15 años, si bien entre los restos recuperados se encontraban inhumados neonatos e individuos infantiles, los cuales no fueron asesinados, pero que por diferentes circunstancias terminaron inhumados en las fosas de San Rafael. En base a las fuentes documentales, apoyados por prospecciones geofísicas y junto a los testimonios orales y otros métodos prospectivos, podemos decir que los trabajos se han centrado en diferentes parcelas del antiguo Cementerio de San Rafael. Será en las parcelas de San Francisco, Santos Mártires y Patio Civil donde detectaremos las únicas fosas conservadas en su estado primigenio. El resto de fosas documentadas, como es el caso de la nº 12 y 14, tras el estudio de los archivos que hacen referencia a las mismas, no han podido ser corroboradas por los trabajos arqueológicos. Las fosas 17 y 18 de la parcela de San Eduardo A, no han podido ser encontradas a pesar de haber sido realizadas las excavaciones oportunas en aquellos lugares donde sabíamos que debían de hallarse. Esto puede deberse al posible traslado subrepticio al Valle de los Caídos donde los documentos hablan de 90 cajas colectivas y 24 individuales. 


Las colectivas tenían una capacidad para diez cuerpos y se estima en más de 900 cuerpos los que fueron trasladados a la cripta del Valle de los Caídos. Las evidencias arqueológicas nos indican de forma clara y meridiana que, por un lado, las personas que yacen en las distintas fosas pertenecen a varios episodios represivos y que, por otra parte, sufrieron un exterminio seleccionado durante dos décadas. 


La disposición de los restos esqueléticos es variada. En las primeras seis fosas excavadas, donde los testimonios orales han sido decisivos para actuar, pertenecen a los días donde los fusilamientos eran masivos, por lo que corresponderían al año 1937. En estas fosas se encuentran niveles donde la colocación de los individuos es ordenada, lo cual se interpreta como un reaprovechamiento del espacio, mientras que en el resto de los niveles la disposición es variada. Por otro lado debemos señalar que tras ser arrojados eran cubiertos con gran cantidad de cal viva. Este compuesto, al mezclarse con las aguas pluviales filtradas, provoca un proceso de ebullición que alcanza temperaturas de entre 80 y 100 grados centígrados. Las consecuencias destructivas de esta reacción química sobre los restos humanos determina el grado de conservación de los mismos. 


Machacad@s por la artillería naval y las ametralladoras de los aviones en la desbandá


Dentro de las fosas se encontraban inhumados restos de neonatos e infantiles, lo que se interpreta que murieron a causa de la carestía, las enfermedades infantiles, y la hambruna realizándose el enterramiento en las fosas aún abiertas. Los testimonios orales hablan de que las víctimas de la represión eran fusiladas en la entrada del cementerio y trasladadas con una parihuela a las fosas donde eran arrojados, aunque hay que señalar que algunos individuos eran fusilados a pie de la fosa. Llegamos a estas conclusiones tras el análisis de la gran cantidad de casquillos de fusiles que aparecen en el interior de la fosa y por la disposición que adquieren estos sujetos en el interior de la misma. 


* Texto copiado del estudio "Los trabajos en las fosas comunes del cementerio de San Rafael (Málaga): metodología arqueológica y fuentes documentales" de  Andrés Fernández Martín. Grupo de Investigación “Fosas del Cementerio de San Rafael”. Universidad de Málaga. Descargar desde aquí





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