Ramon Vila Capdevila nace en Peguera (Fígols, Berguedà) el 1 de abril de 1908, en Cal Peron, en el si de una familia humilde de la Cataluña interior. La familia pasó por diferentes episodios desgraciados, el incendio de la casa de payés familiar, y la posterior muerte de la madre, que disuelve la familia y determina que los dos únicos hijos en vida del matrimonio se separen.
Ramon Vila trabajó desde muy joven en la industria textil y minera de la comarca y en la central térmica de Cercs y posteriormente con su padre en las minas de Fígols, donde las condiciones de trabajo eran muy duras. Se afilió a la Confederación Nacional del Trabajo (CNT) y el 18 de enero de 1932, dirige un grupo armado en la insurrección de l’Alt Llobregat y es apresado en Manresa. Durante los años 1935 y 1936 tiene problemas de orden público en Valencia, es apresado en Tortosa, de donde escapa antes de celebrarse el juicio. Posteriormente perpetra varios altercados, con la muerte de un agente de la Guardia Civil y vuelve a entrar en prisión en el penal de Sant Miquel del Reis en Valencia hasta el inicio de la Guerra Civil.
El 19 de julio de 1936, al inicio de la Guerra Civil Española, es puesto en libertad y se alista en la Columna de Ferro de Valencia, lucha en el Frente de Teruel y posteriormente en la Brigada Columna Tierra y Libertad. En 1939 se exilia a Francia. Según informaciones de la prensa, ingresa en la escuela de activistas de Tolosa, donde conoce a los miembros legendarios maquis, José Luis Facerías y Quico Sabater. Es internado en el campo de concentración de Saint Cyprien y Argelers de donde se escapa. Se incorpora a la lucha clandestina organizando grupos que cruzaban los Pirineos y ayudaban a fugarse de la ocupación nazi de Francia. En 1943 es detenido por los nazis en Perpiñan y es obligado a trabajar en las minas de bauxita de Badarius, de donde se escapa para incorporarse a la Resistencia francesa de Llemotges y al maquis de Rochechuart. En Francia, conocido como Ramon LLaugí Pons o capitán Raymond, colaboró con la Resistencia hasta la liberación de Francia por los aliados.
Acabada la Segunda Guerra Mundial, vuelve a España para seguir con su lucha armada contra el franquismo, y perpetra sabotajes en torres de conducción eléctrica. Tuvo un papel fundamental como guía de montaña de los grupos del movimiento libertario que tenían que cruzar la frontera. Los grupos de Quico Sabaté, Facerias y muchos más lo utilizaron con este fin. En los años que siguieron realizó algunas acciones con Quico Sabater y El Massana, fue acusado de diversas acciones delictivas, atracos, sabotajes y asesinatos.
En 1949, año en el que fue gravemente herido en la cara y el pecho, de resultas de dicho encuentro le quedó una cicatriz que le marcó la cara. Sus entradas y salidas a Francia fueron frecuentes e incluso estuvo encarcelado en Perpiñan. Fueron numerosas las acciones contra postes eléctricos y sabotajes a líneas férreas. El grupo de guerrilleros se escondían en los bosques y conseguían comida de las casas de payés, establecimientos comerciales donde a veces compraban y otras robaban provisiones. Oficialmente la guerrilla había estado liquidada en el 1952, pero la actividad de la guerrilla continuaba.
Fue acusado y estuvo en búsqueda y captura por atentar contra un matrimonio inglés con resultado de muerte de la esposa, perpetrado en la Collada de Toses. El hecho tuvo un gran impacto en la prensa limitando de esta manera las acciones de Ramon Vila. Con la muerte de Facerias en Barcelona en 1957 y Sabaté en Sant Celoni al 1960, la CNT era contraria a la persistencia de la lucha armada. Marcelí Massana dejó la lucha armada y se exilió a Francia e intentó que Ramon Vila hiciera lo mismo, aunque el prefirió seguir por los bosques perpetrando pequeños actos de sabotaje y acciones subversivas.
El 2 de agosto de 1963, entre las cero horas y las dos de la madrugada, según el atestado policial, en el término municipal de Rajadell, próximo a Castellnou, se produjeron diversas explosiones y fueron voladas tres torres de conducción eléctrica. La Guardia Civil alertada inició con más de doscientos efectivos una búsqueda de Ramon Vila, por las rutas habituales de los maquis y contrabandistas, acusado de dichos hechos. El miércoles 7 de agosto de 1963, poco después de la media noche, la Guardia Civil, situada en la Creu del Perelló, frontera entre los términos de Balsareny y Castellnou de Bages, cerca de la masia de Sallés de la Serra (o de la Creu), disparó contra un sospechoso que resultó ser Ramon Vila Capdevila. Según las informaciones oficiales recogidas en los periódicos de la época, antes de iniciarse los disparos, le dieron el alto y el respondió disparando su arma, por lo que se inició un tiroteo, en el que Ramon Vila resultó herido de muerte.
Sobre las circunstancias de la muerte de Ramon Vila, la versión oficial dada en 1963 no pudo nunca ser probada. No es la única versión que se conoce, algunas de ellas apuntan que fue ametrallado mientras dormía. Otras versiones apuntan que cuando fue malherido la policía lo dejó desangrarse. La versión que más credibilidad presenta es la que dio Pere Vila Rovira, autor de unos escritos históricos de Castellnou, escritos a partir de las explicaciones de los vecinos, según las cuales, Ramon Vila fue abatido de un disparo en la pierna y que después de defenderse, quedó escondido detrás de una piedra y una segunda bala, presuntamente en el cuello le causó la muerte. El encuentro se desarrolló en plena noche por lo que la patrulla no se acerco a la víctima solamente un caporal custodió el cuerpo de la víctima hasta el amanecer. El mismo día de su muerte, su hermana Josefa Vila, residente en Berga, reconoció el cadáver de su hermano y a continuación se le practicó la autopsia. En el momento de su muerte tenía cincuenta y cinco años (Clara 2002). El cuerpo de Ramon Vila fue enterrado fuera del cementerio en un agujero en el suelo en decúbito dorsal, envuelto parcialmente en un plástico. La posición del cuerpo (el brazo derecho flexionado hacia fuera y el izquierdo envuelto en el plástico) evidenciaba que el entierro del guerrillero se hizo apresuradamente y con poco decoro. Sus botas fueron colocadas encima de la cabeza.
Iglesia de Sant Andreu de Castellnou |
Durante las investigaciones arqueológicas, en el marco del proyecto de rehabilitación de la iglesia de Sant Andreu de Castellnou de Bages, dirigidas por el Dr. Alberto López Mullor se constató en 1997 y 1998 la existencia de una necrópolis de inhumación con tumbas del siglo X al XX, de gran extensión que ya desde época alto medieval excedía los límites de treinta pasos alrededor del templo que solía asignarse a las sagreras en el momento de la consagración de las iglesias. Durante 1999 y 2000 se excavó bajo la dirección de la arqueóloga Marta Pujol el área de levante de la necrópolis hasta llegar a la cota de terreno que se utilizaba en época medieval sacando a la luz un gran número de sepulturas. En el costado de mediodía del templo, se abría una amplia zona limitada también por el muro occidental de la antigua rectoría, cuyos sondeos arqueológicos habían evidenciado la presencia de tumbas medievales del siglo X, parecía responder al área de levante con inhumaciones hasta el siglo XX. En esta zona no estaba previsto rebajar el terreno tanto como en el área de levante, sino hasta la cota que se utilizaba en el siglo XVI con el objetivo de hacer un acceso adecuado al cementerio y garantizar la evacuación de las aguas.
Murió con las botas puestas. RIP |
Los restos esqueléticos de Ramon Vila Capdevila en el área hicieron que el primer objetivo fuera sin duda localizar los restos del guerrillero y luego rebajar el terreno hasta la cota del siglo XVI. El día 8 de junio de 1999, se inició la búsqueda, con los dos testimonios presenciales de la inhumación, el señor Domingo Vilaseca, exalcalde y el alcalde Josep Maria Baraldés. Ambos indicaron la pared occidental de la rectoría, justo a la altura de una ventana. El sondeo media 3,25 m por 2,50 metros y una potencia de profundidad de 0,90 m. El sedimento contenía fragmentos de cerámica vidriada y restos óseos de antiguas inhumaciones. Se localizan tumbas fragmentadas hasta que se localiza una orientada de norte a sur, paralela al muro de la rectoría, con una anchura de 0,60 m una longitud de 1,74 m y una profundidad de 0,90 m. La excavación de la inhumación dejó ver un brazo derecho flexionado y al momento aparecieron unas botas que rodeaban un cráneo.
Sin duda se trataba de Ramon Vila Capdevila. La excavación procedió dejando a la vista todo el esqueleto, envuelto entre el plástico. Se procedió a la toma de datos in situ y a la exhumación y recuperación de los restos óseos. Tras los trabajos antropológicos se llevó a cabo el rebajo del terreno para llegar al nivel de utilización del siglo XVI.
Fuente del texto:
Exhumación y estudio de los restos de Ramon Vila Capdevila en el cementerio de Castellnou de Bages.
Marta Pujol Masip. Arqueóloga colaboradora del Laboratorio SEPAL.
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