Diario que bajo su cabecera estampa la leyenda “¡Viva la República Democrática Federal”, fundado y dirigido por el jerezano José Paúl y Angulo (1838-1892), tras abandonar este la dirección de La igualdad, considerado como el gran diario republicano del comienzo del Sexenio Democrático. Mientras este se configura como órgano oficial del republicanismo federal, el que Paúl y Angulo comienza a publicar a partir del uno de noviembre de 1870 se sitúa en el ala “intransigente”, siendo calificado como “subversivo y demagógico” por Pedro Gómez Aparicio, y escrito “en un tono de una violencia extraordinaria”, tal como señala María Cruz Seoane.
El combate será una publicación eminentemente doctrinal y militante de la revolución política y social que hace honor a su título, y sus principales editorialistas y articulistas son el también diputado jerezano Ramón Cala, Francisco Córdova López y Francisco Rispa Perpiñá, acompañados en la redacción por José Guisasola, Federico Carlos Beltrán y Luis Pierrad. Al poco tiempo se incorporará, como secretario de redacción, el malagueño Francisco Flores García, y actuará como administrador Ignacio Sastre, colaborando también en sus páginas Eduardo Navarro y Gonzalvo. Se ha escrito que Paúl y Angulo tuvo tres rencores personales que destilaban de su periódico: el general Juan Prim, ahora presidente del gobierno; Nicolás María Rivero y Felipe Ducazcal, jefe de lo que se denominó “Partida de la porra”, y ello, en un momento en el que fue habitual que los redactores de El combate portaran visiblemente sus revólveres en la redacción del diario.
También contaba con una sección bajo el epígrafe Provincias, en donde daba inclusión a cartas e informes. En la sección Extranjero sólo publicaba notas sobre los sucesos de Francia. También incluía partes telegráficos, remitidos y comunicados, pero sólo con noticias sobre el republicanismo federal, así como folletines de educación política y careció de anuncios publicitarios.
Paul Y Angulo |
El caso es que, en su cortísima vida, El combate será denunciado en numerosísimas veces, llegando a ser recogida su tirada por orden gubernamental en alguna ocasión, y suspenderá su publicación el 25 de diciembre, publicando este día una hoja impresa sólo por una cara en la que hace un llamamiento a las armas contra el “gobierno usurpador” y tildando al inminente rey Amadeo I como “tirano extranjero“. Tanto Paúl y Angulo como sus compañeros de El combate estarán unidos inseparablemente al magnicidio del general Prim de dos días después, y el que hasta ese momento había sido diputado de la minoría intransigente marchará a su exilio definitivo tras ser encausado en el mismo, al igual que Guisasola.
En su lugar, a partir del nueve de enero 1871 será publicada La lucha que, fundada por Ignacio Sastre, sólo editará trece números y se dedicará a atacar a Pí y Margall, Figueras y Castelar, es decir, a los dirigentes del partido. Del dos de febrero al 27 de septiembre de 1872 reaparecerá El combate, ahora escrito en un tono menos agresivo, pero manteniendo su anticlericalismo, antimonarquismo y su espíritu revolucionario, y dirigido en esta segunda época por Francisco Rispa y Perpiñá, que será también su propietario. Entre octubre y noviembre de ese mismo año será sustituido por El Tribunal del Pueblo.
Sobre la prensa republicana del Sexenio Democrático, véase el trabajo de Carmen Pérez Roldán, de 1999, publicado en Historia y comunicación social.
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